En mi trabajo tengo el privilegio de ver el inicio de curso del colegio, de ver como cada año chicos y chicas de entre 12 y 25 años empiezan una nueva etapa y como con ellos sus profesores y profesoras lo hacen también, con un año más en la mochila.
Me sorprende cómo les ves rejuvenecer, adaptarse, ilusionarse y esperanzarse con el camino que están haciendo sus alumnos. Mirarles a los ojos y estrechar su mano, acompañarles para subir la escalera y descubrir lo nuevo.
En la primera presentación de este curso, el jefe de estudios de Secundaria les decía algo que me agradó en gran medida y que, aunque ya no soy tan joven, quiero vivirlo, también. Aprovechando que comparte cole con ellos.
Era algo así:
«Aunque hemos venido aquí a titular, todos queremos aprobar el curso, me gustaría que hicierais algo más. Lo primero ser personas amables, vivir con alegría. Estas muestras de cariño que hemos vivido al reencontrarnos que no se queden sólo en este momento…seguir así durante el curso, con alegría, preocupándoos por los demás. En segundo lugar, sed curiosos y curiosas. Ir más allá de aquello que os pidan para aprobar. Preguntar, descubrir».
Amabilidad y curiosidad, algo muy propio del Sistema Preventivo de Don Bosco. Algo muy propio de Jesús y sus discípulos. Algo muy fácil de «comprar» y compartir y que tan difícil parece en ocasiones. Algo que está en nuestra mano.
En este septiembre, una nueva oportunidad para vivir de otra manera. Yo me apunto a «titular» en amabilidad, alegría y curiosidad.
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