Jesús animó a los discípulos a echar LAS REDES. Esta invitación sigue vigente hoy en día con más contundencia que nunca. Ya no serán las redes de cuerdas y aroma a mar pero sí, las redes sociales que lleven a amar.
Las redes sociales son una herramienta de difusión de ideas, mensajes, situaciones… sin las cuales hoy no entendemos la comunicación. Como todo proceso de comunicación, tiene presente ruidos y amenazas pero, es de vital importancia nuestra presencia en ellas para dotarlas de vida, de claridad y de verdad.
Pensando en la experiencia de Don Bosco es inevitable rememorar el uso que hizo de las redes con las que contaba, su aproximación a las nuevas tecnologías de su tiempo: imprenta y la fotografía, por ejemplo. Como pescador de jóvenes no se permitió estar lejos de ellas; nosotros, de igual forma, no podemos permitirnos redes vacías, y mucho menos que la barca de nuestra vida pastoral esté vacía de redes.
Queremos hacer de nuestras redes sociales espacios que VISIBILICEN la vida, que nos permitan CONECTAR con nuestro entorno, con quienes nos necesitan y con quienes, en medio de la distancia geográfica, coincidan en la misión de vida que hemos abrazado. Nuestras redes son ECO de nuestras iniciativas, estás plataformas nos ayudan a preservar la MEMORIA de nuestro quehacer pastoral.
La rapidez del flujo de las comunicaciones en la actualidad se puede presentar como un amplio mar que amenaza con devorarnos; es por ello, que estamos llamados a formarnos como buenos navegantes, a saber las señales del mar que navegamos. Esto no implica precisamente ponernos a grabar bailes virales en TitTok, pero sí interesarnos en saber estar en medio de los chicos, como el que escucha, orienta y anima. ¿Qué contenidos están consumiendo? ¿Qué les llama la atención? Hacer un diálogo de ello en el “off line”.
Una vez ha pasado la marea del inicio de curso es un espacio para preguntarnos, cómo usaremos nuestras redes, dónde las echaremos, qué deseamos comunicar. Y que Dios nos siga animando y nos dé, como a los apóstoles, una pesca milagrosa.
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