Powerliftear

24 abril 2023

“—Hoy sé que no voy a poder tirar lo que me gustaría.
— ¡No sé de qué te quejas! Que a mí hoy me toca pierna.
— Te compadezco, eso sí que es insoportable.
— Pues en el WoD de hoy nos han pedido hacer un AMRAP de 20 minutos lleno de push ups y toes to bar…
— Eso no es nada. Al fin y al cabo, el crossfit es para aquellos a los que no os gusta hacer ejercicio.”

Esta y otras muchas conversaciones similares se van repitiendo cada día en todas nuestras casas donde el deseo de cuidarse y vivir saludablemente se concreta en una mayor adhesión a centros deportivos y gimnasios por parte de chicos y educadores. Si bien, hace algunos años, apuntarse al gimnasio era una decisión propia de año nuevo y que, tras algunas semanas, nos dábamos cuenta de que no era tan necesario como pensábamos o, al menos, nos obligábamos a creerlo, actualmente podemos observar cómo cada vez somos más los que nos proponemos de forma más o menos seria el hábito de entrenarnos físicamente.

Los objetivos que hay detrás son muy variopintos: Perder esos kilos que sabemos que nos sobran, sentirnos un poco mejor con el propio cuerpo, tener una herramienta donde desahogarnos y bajar los niveles de estrés, acudir a un lugar donde socializar… Los objetivos de toda la vida, pero quizá ahora tomados algo más en serio.
Además, se está produciendo un efecto curioso en todo esto que es la creación de un lenguaje propio, como se podía intuir en la conversación (ficticia o no) del inicio de estas líneas. Nace y se populariza un lenguaje técnico lleno de siglas y anglicismos que hace que aquellos que podemos sentir la curiosidad de acercarnos a este mundo, nos encontremos con una barrera complicada de salvar a priori. Sin embargo, unido a este efecto inhibidor, nos encontramos con una actitud amable y entusiasta por la mayor parte de personas que refieren “engancharse” a todo esto que rodea a la práctica del deporte y que, ciertamente, es el punto de inicio de otros tantos que ya no se sienten ni tan solos ni tan perdidos.

Sin duda alguna, valorar el cuidado físico es fomentar un estilo de vida saludable, y esto, por mucho que hayamos llegado a creer que es mero culto al cuerpo, es una victoria. Y no deja de ser muy llamativo que en un mundo donde las relaciones son cada vez más virtuales y se invita a un estilo de vida más sedentario, esté dándose esta afinidad por los deportes de fuerza que acaban convirtiéndose en una excusa que nos ayuda a comunicarnos sobre temas que normalmente no tocaríamos en nuestras vidas cotidianas, nos hacen pertenecer a un grupo que nos motiva por los resultados que se van apreciando y nos ayudan a caer en la cuenta en la cantidad de beneficios que aporta la práctica deportiva que, en realidad, es a lo que íbamos en un primer momento.

Por otro lado, apreciamos cómo esta práctica no sólo se populariza en jóvenes adultos, sino que cada vez se extiende más a chicos y chicas adolescentes que, en el momento de vulnerabilidad que, por definición, constituye la adolescencia, y sobre estimulados por los fuertes estereotipos que aprecian en redes sociales, puedan desvirtuar la práctica deportiva y hacer de ella algo no saludable y casi obsesivo que los lleve a una insatisfacción constante y conviertan el medio en un fin mismo.

Es en este momento cuando se hace aún más necesaria la conversación entre chico y educador que, al caer de la tarde, se sientan juntos en cualquier patio de centro juvenil. Es en esa intimidad que se crea sólo en las relaciones educativas que van desde el corazón propio al corazón del otro, donde se reconocen mutuamente en lo necesario de cuidarse y en lo beneficioso de esto, pero se recuerdan el uno al otro que lo importante no está sólo en lo físico, sino que las personas somos la suma de biología, mente, relaciones sociales y la esfera espiritual que nos ayuda a marcarnos metas, dar sentido y abrirnos a aquel que nos ama y amó primero.

“— Que si no consigues superar el PR pues no pasa nada, ¿eh?
— Que ya lo sé, que lo bueno es que estamos juntos en esto.
— Te diré más: Que lo bueno es que estamos juntos en todo.”

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