Adviento
15 de diciembreEVANGELIO (Lc 7, 24-30)
Cuando se marcharon los mensajeros de Juan, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? […] ¿Un hombre vestido con lujo? […] ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
Él es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti para que prepare el camino ante ti”. Os digo que entre los nacidos de mujer nadie es más grande que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él».
Tiempo interior
Dedica un tiempo de reflexión al comentario del Evangelio en Tiempo Interior, con José J. Gómez.
Reflexión Diaria
Dedica un tiempo de reflexión a esta propuesta diaria de Ramón Ariza
“¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta“
CANCIÓN
Me dijeron de pequeño:
«¿Dónde vas que tú no puedes?»
Y aquí sigo peleando
con la indecisión de siempre.
Me enseñaron a crecerme.
A los pies de la derrota.
Esos mismo que no crecen.
Y que huyen como idiotas.
Me escondía de mí mismo.
Me buscaba entre los miedos.
Me encontraron mucho antes.
De encontrarme yo primero.
Aún me sale tan de repente.
Las alarmas del naufragio.
Y me sale defenderme.
Por el miedo a tanto daño.
Amigos enredaderas.
Artista del postureo.
Regalarte los oídos.
Forma parte de su juego.
Y me canso de las luces.
De la gente, de mentira.
De sus palabras, me aburro.
De los guays de pacotilla.
Y si vas a ir de digno.
Peinate, pero por dentro.
Ponte guapo pa’ ti mismo.
No te engañes si no es cierto.
Hay un barco a la deriva.
En las dudas que me asaltan.
Seguiré su travesía.
Entonando las palabras.
Y quiéreme como te quiero.
Es decir, más que a mí mismo.
Pero quiérete primero.
Y será fuerte el idilio.
No me busques en la Luna.
Ni en el espacio infinito.
Que volando al ras del suelo.
Me encontrarás aquí mismo.
(estribillo)
Y para que quede claro.
Por si algunos no lo entienden.
Eruditos y entendidos.
Que mi acento es mi ADN.
Que no es ninguna bandera.
Que es una canción de cuna.
Que mi madre me cantaba.
Bajo la luz de la luna.
Si levanto la mirada.
Sé que voy a verla a ella.
Tan dispuesta a la batalla.
Que no necesito estrella.
Que me alumbre el camino.
Ni que guíe cada paso.
Lo único que necesito.
Es este amor desesperado.
Soy de los que nunca creen
De los que apuestan por otros
A veces me cuesta verme
Cierro mi propio cerrojo
Aprendiendo con más hambre
De los logros y fracasos
Todavía veo al niño
Por los charcos reflejado
Y quiéreme como te quiero
Es decir, más que a mí mismo
Pero quiérete primero
Y será fuerte el idilio
No me busques en la Luna
Ni en el espacio infinito
Que volando al ras del suelo
Me encontrarás aquí mismo
(estribillo)
Y quiéreme como te quiero
Es decir, más que a mí mismo
Pero quiérete primero
Y será fuerte el idilio
No me busques en la Luna
Ni en el espacio infinito
Que volando al ras del suelo
Me encontrarás aquí mismo
Pero cuando encuentro espacio
En los escombros resucito
Aunque pierda siempre gano
Nunca me des por vencido
Cuántas veces han intentado
Que vendiera mis principios
Menos mal que no pudieron
Arrancarme de mi sitio
(estribillo)
Me dijeron de pequeño
Dónde vas que tú no puedes…
Coherencia, implicación, transformación, humildad.
CATEQUESIS
PREGUNTA
¿Cuándo se proclaman la antífona “Oh” durante la novena de Navidad?
RESPUESTA
Se proclaman antes y después de la oración del Magníficat durante las Vísperas.
