¿Trabajo decente?, ¿existe tal?, ¿nos ha de preocupar?
La expresión “Trabajo Decente” es un concepto acuñado por la sociedad civil y hace referencia a “las condiciones que ha de reunir cualquier trabajo para que sea acorde con la dignidad de la persona, mujer u hombre, que lo realiza”. Quien primero utilizó el concepto de “trabajo decente” fue la Organización Mundial del Trabajo (OIT) en el año 1999 y lo acuñó para dar respuesta a la problemática creada en el mundo del trabajo por la globalización. Lo propuso con la intención de “establecer las condiciones que ha de reunir cualquier relación laboral de manera que el trabajo se realice en forma libre, igualitaria, segura y humanamente digna, y considerando que, por debajo de estos estándares, deben considerarse violados los Derechos Humanos y que, en ese caso, no existe trabajo libre”. La ONU aceptó este concepto cuando en 2012, en su Resolución 66/288, marca algunos objetivos necesarios para un desarrollo sostenible y, entre ellos, incluye el del “trabajo decente” (“Promoción del empleo pleno y productivo, el trabajo decente para todos y la protección social”, a partir del Punto 147). Tres años después, el 25 de septiembre de 2015, durante la Cumbre de la ONU sobre el Desarrollo, 193 países, entre ellos España, se comprometieron a impulsar 17 objetivos, conocidos como “Agenda 2030”: de ese amplio horizonte, esta iniciativa a nivel municipal se ha centrado en el objetivo número 8, titulado “Trabajo digno y crecimiento económico” y que dice así: ”Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y solidario, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos”.
Don Bosco descubrió, en la Turín del diecinueve, que “no bastaba partir el pan de la solidaridad con los más necesitados, sino que era necesario hacer palanca sobre los rígidos cánones preindustriales y la nueva economía burguesa para propiciar un cambio social”. Para ofrecerles nuevas posibilidades a sus jóvenes, quiso “implicarles en su desarrollo personal y en el cambio social en medio de un mundo que nunca presta suficiente atención a los más vulnerables”. (¿No es ésta, tal vez, una canción conocida y actual para nosotros?). El compromiso de nuestro Padre Don Bosco “en el campo de la educación, la capacitación y la inserción social, mejoró las condiciones laborales de sus chicos, redactó los primeros contratos de trabajo asegurando derechos, se puso a la vanguardia de la formación profesional y, lo más importante, devolvió dignidad y futuro a cientos de jóvenes”.
Y por ello, me decido a compartiros un gesto que no nos puede pasar desapercibido, aquí mismo, en Elche, “y con la que está cayendo”: es importante valorar iniciativas de consenso en el panorama político (que escasean, cuando precisamente más las necesitamos), sobre todo cuando hacen referencia a algo tan “salesiano” como el trabajo digno y porque, además, parten de una iniciativa de un colectivo de cristianas y cristianos de base (aquí en Elche y en toda la Comunidad Valenciana): es de valorar esta propuesta de la Hoac como movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos con presencia en nuestra ciudad.
La proposición presentada por la Hoac y aprobada el 25 de febrero por unanimidad de todas las fuerzas políticas con representación en nuestro Ayuntamiento hace referencia al “cumplimiento de los compromisos contraídos por el Estado Español en la llamada Agenda 2030, en lo relativo a su objetivo n.º 8, referente al trabajo decente y al crecimiento económico”.
El compromiso visibilizado en el Pleno Municipal por el consenso de todos los grupos políticos ilicitanos se centra en promover a nivel local iniciativas de la Agenda 2030 que se traduzcan en la puesta en marcha de un Plan de Empleo Juvenil (en el marco de “Pacto Mundial para el Empleo de la OIT”), en medidas concretas para la eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres o en generar empleo digno, posibilitar la participación de otras economías (del Bien Común, Circular, Social y Solidaria), promover iniciativas para parados de larga duración (comunitarias, cooperativismo)… propuestas de base que en sus principios promuevan ese “trabajo digno para una sociedad decente”.
Pues sí, a la Familia Salesiana nos viene “de serie”, así debe ser, está en nuestros genes: la preocupación por el trabajo decente ha de formar parte de nuestra identidad como una causa irrenunciable que viene directamente del corazón de nuestro Padre Don Bosco.
Coincido en que la preocupación por el trabajo decente debe formar parte de la identidad salesiana. Trabajo decente que, según define el propio material divulgativo de la OIT: [https://youtu.be/mZpyJwevPqc] “… Global polls rank access to jobs as a priority. And not just any job…quality jobs. Not just any work… decent work. Decent work means dignity, equality, a fair income and safe working conditions…”.
Es común pensar que unas condiciones de trabajo saludables se basan en no tener accidentes, en no ser uno de esos 600 muertos por accidente laboral que se dan cada año en España. Pocos saben que, a esos, les acompañan cada año otros 18000 españoles muertos a causa de enfermedades contraídas por las malas condiciones de trabajo y que, sin integrar esas listas, son incontables los que sufren de problemas de salud no letales que minan su bienestar y que tienen su origen en unas condiciones de trabajo inadecuadas.
Por ello, desde el servicio de Prevención mancomunado de Salesianos trabajamos a diario para la mejora de las condiciones de seguridad y salud en los puesto de trabajo en nuestros centros. Colaborando con las direcciones de las casas salesianas y los representates de sus trabajadores en la mejora de las condiciones de seguridad y salud, colaborando con la Generalitat de Catalunya en la eliminación de productos peligrosos en laboratorios y talleres de los centros educativos, participando activamente en el grupo de trabajo sobre la patología de la voz que impulsa el Ministerio de Trabajo, impartiendo formación cada año a cientos de jóvenes de nuestras Plataformas de Educación Social, a punto de entrar en el mercado laboral para ayudarles a conocer sus derechos y a estar alerta.
Servicio de Prevencion mancomunado.
prevencion@salesianos.edu