Estamos ya en pleno curso, y las cosas suceden muy rápido. Aunque las noticias del verano parecen quedar atrás, ha sido una temporada intensa en términos de información. Este verano también nos ha mostrado cómo los bulos han causado gran daño, como en el caso de los migrantes en Canarias, los asesinatos en Inglaterra en julio o el terrible caso del joven asesinado en Mocejón. Nos hemos dado cuenta de que las redes sociales son un arma que los grupos de poder utilizan para difundir lo que conocemos como “fake news” o noticias falsas.
¿Un verano de noticias?
Durante los meses de julio y agosto, fuimos testigos del cierre de WhatsApp en Venezuela, la restricción de X (antes Twitter) en Brasil, el apoyo de Elon Musk –dueño de X– a Donald Trump y viceversa, y la detención de un propietario de Telegram en Francia.
Cuando las redes sociales irrumpieron en nuestras vidas hace unos años, creíamos que la libertad de expresión se había universalizado y que podríamos entender mejor el mundo. Sin embargo, poco a poco hemos comprendido que no es así. Es necesario fomentar una educación crítica en la lectura de contenidos, ya que gran parte de la población, especialmente los jóvenes, es muy manipulable, lo que nos lleva a extremismos y polarización, impidiendo cualquier intento de diálogo. Tenemos un gran reto.
Los bulos y las “fake news” están a la orden del día y somos conscientes de ello. Sin embargo, con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA), ahora nos enfrentamos a lo que se conoce como “Deep News”. ¿Qué son? Se trata de noticias generadas o potenciadas por tecnologías de IA. Estas herramientas analizan grandes volúmenes de datos, identifican patrones y generan contenido de forma automatizada.
Si bien aún no nos hemos adaptado completamente al impacto de las redes sociales, ahora nos enfrentamos a un nuevo reto: los medios pueden usar la IA para generar contenido. La gran pregunta es: ¿Quién verificará la veracidad de lo que se publica con estas tecnologías? Cada vez más medios utilizarán IA para crear sus contenidos. Por ejemplo, imagina un partido de fútbol. Antes, los periodistas escribían cada reporte manualmente. Ahora, gracias a la tecnología, se pueden generar resúmenes automáticamente. La IA recoge los datos del partido y genera un artículo con la información clave: quién ganó, los goles, y los momentos más importantes.
Además, los algoritmos que las empresas utilizan para analizar nuestro comportamiento en internet podrían hacer que una misma noticia se presentase de manera diferente en tu móvil que en el de tu hijo.
Todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Esta tecnología permitirá que tengamos contenido más inmediato en nuestros dispositivos, pero también la Inteligencia Artificial podrá ayudarnos a detectar noticias falsas, analizando patrones de lenguaje, verificando hechos y comparando con fuentes confiables, siempre y cuando seamos críticos para hacerlo, y ese es el gran reto.
0 comentarios