El papa Francisco ha proclamado el año 2025 como Año Jubilar bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”. Una convocatoria de año Jubilar que, en cierta manera, coincide con el mensaje que el Rector Mayor de los Salesianos nos da como Aguinaldo para este próximo año: “Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes”.
¿Qué es la esperanza?
La esperanza no es lo mismo que el optimismo: no es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que, “ese algo”, tiene sentido. La esperanza pues, tiene un significado pleno ya que ilusiona al tiempo que proporciona la energía necesaria en los momentos de dificultad en los que podemos perder el horizonte.
Es alentador ver cómo la Iglesia, en un mundo inestable y volátil, que algunos llaman líquido, manda un firme mensaje de esperanza para contrarrestar los miedos e incertidumbres que podamos tener, especialmente los jóvenes que buscan cómo proyectarse y situarse en la vida. Un mensaje que, sin duda, ayuda a vivir la vida como es deseable para cualquier cristiano, es decir, con la convicción de que Dios nos quiere, nos acompaña y nos va iluminando en nuestras decisiones; si bien esto no nos debe llevar a la pereza y debemos aplicarnos el conocido refrán de “a Dios rogando y con el mazo dando”.
Un mensaje que llegue a los jóvenes
En mi relación con los jóvenes, a veces oigo expresiones que reflejan que la vida de antes debía ser mejor, que ellos lo tienen más difícil y que en realidad les agobia tanta información como efecto de la hiperconectividad a la que están sometidos. Creo que el mensaje que hay detrás de la propuesta tanto del Santo Padre, como del Rector Mayor, es muy necesaria para nuestros jóvenes.
Don Bosco decía que había que caminar mirando al cielo, pero con los pies en la Tierra. Esto implica vivir cada momento y sobre todo disfrutarlo porque ese ya no va a volver, porque el pasado es historia, el futuro es incierto y hoy es el mejor regalo que te puede dar la vida y es por eso que se llama presente. Existen aplicaciones digitales para el tratamiento de imágenes que les incorporan filtros para mejorarlas. Aprovechemos ambas invitaciones extraordinarias de este año para incorporar el filtro de la esperanza en nuestra forma de ver el mundo porque tendrá sin duda como efecto el aumento de nuestra felicidad y se convertirá en la mejor manera de vivir la vida.
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