El Rector Mayor de los Salesianos, Ángel Fernández Artime, acompañado por el P. Pierluigi Cameroni, Postulador General, se reunió el viernes en El Vaticano con el cardenal salesiano Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, que el 31 de agosto finalizará su mandato.
En un ambiente muy familiar, el Rector Mayor agradeció al cardenal Amato de parte de la Congregación y de la Familia Salesiana el servicio realizado durante 10 años con pasión y generosidad. En particular, expresó el crecimiento en la Familia Salesiana de la atención y la mejora del patrimonio de santidad florecido por Don Bosco.
Por su parte, el Cardenal recordó el valor pastoral de las Causas de Beatificación y Canonización presentes para la Iglesia y para una familia religiosa como la salesiana, recordando que Don Bosco no tenía miedo de presentar a los jóvenes la alta meta de la santidad, ofreciendo modelos concretos que crecieron en el oratorio de Valdocco. En particular, la profundización de la experiencia espiritual de los miembros de la Familia Salesiana es un elemento decisivo para comprender y desarrollar la misión salesiana. De hecho, en ellos se encuentra el carisma expresado en su forma más genuina y en su más alta implementación, sea sobre el camino del seguimiento como desde la acción educativa y pastoral.
Don Bosco, de hecho, no era solo en lo personal un gran santo, sino sobre todo un excepcional educador a la santidad. Él mismo propuso a los adolescentes y a los jóvenes una forma de vida, que era un estilo de santidad alegre y accesible. Hizo de esta manera respirar en un ambiente de santidad a todos los que participaban en el Oratorio de Valdocco.
En Don Bosco estos dos aspectos, por un lado la santidad personal y por otro el compromiso de educar a los jóvenes a la santidad, han sido un solo dinamismo, puesto que uno no puede existir sin el otro.
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