El 25 de noviembre la Familia Salesiana recordamos a Mamá Margarita, la madre de Don Bosco que ejercía de madre con los chicos de Valdocco.
Las seis mujeres que formamos este grupo nos miramos muchas veces en ella para pedirle esa serenidad y templanza que nos han contado que le caracterizaba; para que nos aconseje en nuestro camino educativo para nuestras familias.
Desde este Rincón queremos hoy celebrar su día en el que además se reivindica que deje se existir violencia de género. La educación es la propuesta clara para que las generaciones actuales y futuras avancen hacia una sociedad si este tipo de violencia y sin ninguna otra. Mamá Margarita es un ejemplo para todos nosotros, para toda la Familia Salesiana, para todos los y las jóvenes ¡No nos podemos olvidar de ella cuando les hablemos de Don Bosco!
Una vida ejemplar
Declarada Venerable por el Papa Benedicto XVI en el año 2006, la madre del fundador de los Salesianos fue, sin saberlo, la primera cooperadora de la obra educativa de los Salesianos, que reconocen que la Congregación nació por su acompañamiento y sus aportaciones al Sistema Preventivo.
Margarita Occhiena nació el 1 de abril de 1788 en Caprigli, en el norte de Italia. Cuando llevaba cinco años casada, enviudó, con tan sólo 29 años, tuvo que sacar adelante a su familia en medio de la hambruna que asolaba Europa. Cuidó de la madre de su marido y de su hijo Antonio, a la vez que educaba a sus propios hijos, José y Juan Bosco.
Fue una mujer fuerte, con las ideas claras y la fe inquebrantable. De estilo de vida sencillo, sin estudios, siempre se preocupó de la educación cristiana de sus hijos, de temperamentos muy diferentes con humildad y siendo razonable con ellos, aunque más de una vez se vio obligada a tomar decisiones extremas, como tener que mandar fuera de casa a Juanito Bosco para preservar la paz en casa y ofrecerle la posibilidad de estudiar.
Acompañó a Don Bosco en su camino hacia el sacerdocio y a sus 58 años abandonó la tranquilidad de su casa, en su pueblo, para seguirle en su misión entre los muchachos pobres y abandonados de Turín. Durante diez años, madre e hijo unieron sus vidas con los inicios de la Congregación Salesiana.
Ella fue la primera y principal cooperadora de Don Bosco y, con su amabilidad hecha vida, aportó su presencia maternal al Sistema Preventivo. Fue así como, sin saberlo, llegó a ser la cofundadora de la Familia Salesiana, capaz de formar a tantos santos, entre los que se encuentran Domingo Savio y Miguel Rúa.
Murió en Turín a los 68 años de edad, un 25 de noviembre de 1856 y una multitud de muchachos lloró por ella como por una madre, acompañando sus restos al cementerio.
El 23 de octubre de 2006, el Papa Benedicto XVI declaró Venerable a Mamá Margarita e inició su proceso de beatificación porque “consta que ha ejercitado, heroicamente, las virtudes teologales de la Fe, de la Esperanza y de la Caridad, tanto hacia Dios como hacia el prójimo, así como las virtudes cardinales de la Prudencia, Justicia y Templanza, y otras virtudes anejas a éstas”. Así, Mamá Margarita pasó de Sierva de Dios a Venerable y está en curso su proceso de beatificación.
Mujeres del siglo XXI mirando a los ojos a aquella sencilla ama de casa del siglo XIX, que puso los cimientos del sistema educativo salesiano, que educó en el respeto, en el amor, en la razón y en la fe.
Mamá Margarita, yo te sigo mirando.
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