Hoy, día 11 de febrero se celebró el día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día que no es solamente para celebrar, sino que nos invita a reflexión. En el siglo XIX, muchas mujeres lucharon por nuestros derechos, libertades y aspiraciones, mujeres como Clara Campoamor, Concepción Arenal, Rosalía de Castro o Carmen de Burgos “Colombine”. Gracias a ellas, se han conseguido una gran cantidad de cambios que a los jóvenes y niños de hoy en día les cuesta creer que las mujeres no vivíamos con las libertades que vivimos hoy.
Históricamente, las mujeres han sido excluidas de la ciencia. Durante siglos, el conocimiento estuvo restringido a los hombres, y aquellas mujeres que se atrevieron a desafiar las normas sociales fueron ignoradas, desacreditadas o incluso forzadas a trabajar en el anonimato. Algunas de las mujeres que lucharon las recordamos como científicas luchadoras, como Ada Lovelace (informática), Marie Curie o Elisabeth Blackwell (la primera mujer médico en la historia). Ellas y muchas más, han hecho contribuciones esenciales a la ciencia y muchas lo han hecho en la sombra, sin el reconocimiento merecido.
Hoy, seguimos viendo una cierta brecha de género, niñas y jóvenes con talento e interés en ciencia que se enfrentan a unas barreras que les frenan y les ralentizan su camino en el campo de la ciencia y la investigación. La diversidad en la ciencia no solo es un tema de justicia social, sino una necesidad para el progreso. Uno de los grandes retos de hoy en día consiste en invertir en la participación de mujeres en la ciencia es invertir en el futuro de toda la humanidad.
Con esta fecha marcada en el calendario, recordamos que la vocación no entiende de género, que la diversidad en la ciencia y en todos los demás ámbitos profesionales es una cuestión de progreso para toda la humanidad. Soy consciente, como maestra, que forma parte de mi trabajo inspirar, educar y abrir caminos a todos mis alumnos, que sean libres de elegir lo que ellos quieran y enseñarles que pueden hacer muchas cosas por el bien de nuestra sociedad, pueden contribuir en el devenir de nuestro mundo. Quiero hacerles comprender que nuestro futuro está en nuestras manos.
0 comentarios