Toda jornada de trabajo tiene ese momento en el que, si se quiere seguir avanzando, hay que parar, respirar y coger fuerzas para lo que queda por venir. Un paréntesis necesario que conduce a la máquina expendedora a elegir una chocolatina que, desde hace décadas, se ha asociado con esos instantes de descanso.
“Tómate un respiro, toma un Kit Kat”
Es uno de los eslóganes publicitarios más reconocidos por el gran público y también, uno de los que siguen sobreviviendo al paso del tiempo sin el mínimo desgaste. Es la identidad de una marca que se mantiene intacta después de 80 años de su salida al mercado.
Es justo, en este período estival, donde nos damos ese respiro, ese Kit Kat. Un paréntesis que se nos ofrece para desconectar de la actividad diaria y cotidiana del trabajo y poder priorizar otras cuestiones que quizás en el día a día quedan un ápice relegadas de nuestra atención… ¿Has pensado qué quieres hacer en este paréntesis que se te está regalando? ¿Has pensado qué cuestiones personales quieres atender en este Kit Kat?
Hace unos meses, la vida también nos ofreció un paréntesis. Dicen, que recordaremos 2020 como el año en el que la vida se paró. De la noche al día nos vimos inmersos en un ritmo de vida diferente al que llevábamos, pasando la mayor parte de nuestro tiempo en casa con nuestros familiares y todas nuestras responsabilidades fueron atendidas a través de un ordenador.
Lo vivimos también como un Kit Kat, pudimos respirar del estrés, carreras, prisas, tráfico, el agobio por llegar tarde, de la vorágine en la que estábamos envueltos… aunque la incertidumbre, miedos y dudas por lo que podría pasarnos, pasarles a nuestros seres queridos, al mundo, nos tenía descolocados. Han pasado apenas unos meses y estas emociones siguen estando presentes en nuestras vidas. La “nueva normalidad” no nos es aún familiar, nos cuesta entender este paréntesis en nuestras vidas, o al menos, deseamos que sea solo eso, un paréntesis en el largo trayecto que, si Dios quiere, nos espera.
Me gustaría compartir con vosotros una idea para hacer de este tiempo de Kit Kat un verdadero tiempo de respirar: busca un espacio para escucharte, para sentir a Dios en tu vida y pídele que te acompañe y haga de este descanso un encuentro contigo y con Él. “No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
Fuente: Boletín Salesiano
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