Amigos y amigas lectores del Boletín Salesiano: recibid mi saludo afectuoso y cordial en este tiempo de Pascua. En un mundo convulsionado, agitado por los conflictos bélicos y no poca violencia, seguimos declarando, anunciando, proclamando que Jesús es el Señor, Resucitado por el Padre y que VIVE. Y necesitamos fuertemente de su Presencia en corazones que estemos dispuesto a acogerlo.
Al mismo tiempo, he podido ver el contenido del Boletín de este mes, siempre rico y lleno de vida salesiana, cosa que agradezco a quienes lo hacen realidad. Y en la lectura de las páginas, antes de escribir mi saludo, me encuentro con la presentación de tantos lugares salesianos del mundo adonde María Auxiliadora ha llegado.
Debo confesaros que cuando uno está en Valdocco, en el interior de la magnífica basílica de María Auxiliadora, en este santo lugar donde todo habla de presencia de Dios, de protección materna de la Madre, y de Don Bosco, no he alcanzado a imaginarme cómo ha sido realidad ese anuncio de la Auxiliadora a Don Bosco diciendo que de aquí, de este templo Mariano, saldría su gloria al mundo. Y así es.
En todo el mundo
En el servicio de estos diez años como Rector Mayor me he encontrado con cientos de presencias salesianas en el mundo donde la Madre estaba presente. Y de nuevo quiero hablaros de lo último vivido. Fue en mi última visita a las presencias salesianas entre el pueblo Xavante cuando pude ‘tocar con mis propias manos’ la Providencia de Dios y el bien que se sigue haciendo, y que seguimos haciendo entre todos nosotros.
Pude visitar varias aldeas y poblados del estado de Mato Grosso. Llegué hasta San Marcos, a la Aldea de Fátima, a Sangrandouro, y en torno a estos tres grandes núcleos visitamos algunos más, incluso el lugar donde tuvo lugar el primer asentamiento con el pueblo Xavante, un pueblo que estaba herido por la enfermedad y con peligro de extinción, y que gracias a la ayuda de aquellos misioneros, a su medicina y a decenas de años entre ellos y acompañándoles, ha sido posible llegar a la realidad de hoy con más de 23.000 miembros del pueblo Xavante. Esto es Providencia, anuncio del Evangelio y camino al mismo tiempo con un pueblo con su cultura, conservada al día de hoy como nunca antes lo había estado.
Tuve oportunidad de hablar ante autoridades civiles diversas. He agradecido todo lo que podemos hacer juntos colaborando por el bien de este pueblo y de otros. Y, al mismo tiempo, me he permitido recordar con sencillez, pero con honestidad y legítimo orgullo, que quien ha estado acompañando a estos pueblos durante 130 años, como ha hecho la Iglesia en este caso por medio de los hijos e hijas de Don Bosco, es digno de mirada respetuosa, y de escucha de su palabra.
Hemos hecho todo lo posible para sumarnos a las voces que pedían tierras para estos pobladores. La defensa de sus tierras y la fe vivida con estos pueblos (en este caso con los Boi-Bororo) ha sido la causa del martirio del salesiano Rodolfo Lukembein y del indio Simao en Meruri.
Atravesando cientos de kilómetros por carretera me sentía contento de ver tantos carteles que anunciaban: “Territorio de Reserva Indígena”. Y sentía que esa era la mejor garantía de paz y prosperidad para este pueblo.
¿Y qué tiene que ver esto que estoy describiendo con María Auxiliadora? Pues sencillamente todo, puesto que es difícil imaginar un siglo de presencia salesiana (sdb y fma) entre los indígenas Xavantes y que no se haya transmitido el Amor a la madre de nuestro Señor, y madre nuestra.
En San Marcos todos o casi todos del poblado, junto con nosotros huéspedes terminamos el día de nuestra llegada con una procesión con rezo del santo rosario. La Virgen iba iluminada en plena noche en medio de la selva, personas mayores, adultos, jóvenes, y muchas mamás con sus hijos en una cesta grande en la que les llevan a la espalda mientras duermen peregrinábamos. Hicimos varias paradas en diferentes barrios de la aldea. Indudablemente la Madre estaba recorriendo en aquel momento, y sin duda en otros muchos, la aldea de San Marcos y bendiciendo a sus hijos e hijas indígenas.
No puedo saber si Don Bosco ya soñó esta escena de la Virgen en medio del pueblo Xavante. Pero sin duda que en los latidos de su corazón estaba este deseo, con este pueblo y otros muchos, ya fuese de la Patagonia, o del Amazonas, o en el río Paraguay…
Y ese deseo y ese sueño misionero se viene haciendo realidad, en el Amazonas desde hace 130 años.
Mes de mayo, mes de la Auxiliadora
En esta fiesta de María Auxiliadora el próximo 24 de mayo, a horas diferentes María Auxiliadora estará presente en los corazones de sus hijos e hijas de todo el mundo, ya sea primero en Taiwán y en Timor Este, como en India, como en Nairobi (Kenia) o en Valdocco, como en el Amazonas y en la pequeña aldea de San Marcos, que no es nada para el mundo pero es todo un mundo para este pueblo que ha conocido a la Auxiliadora.
Feliz mes de María. Feliz fiesta de la Auxiliadora para todos, desde Valdocco (Turín) al mundo.
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