Hace unas semanas conversaba con un educador de Madrid y me preguntaba si conocía OnlyFans. Estaba preocupado porque una chica de su centro se había registrado para ganar algo de dinero subiendo fotos íntimas. Días después, descubrí que en mi centro otras dos chicas estaban haciendo lo mismo.
OnlyFans es una red social de pago que se creó en 2016. Nació para que los artistas pudieran ofertar a sus fans contenidos exclusivos, a los que se puede acceder a cambio de una suscripción mensual.
Pero el planteamiento cambió en 2018 cuando el propietario de una web de sexo en vivo compró el 75% de OnlyFans, dándole la identidad que tiene hoy. En el mes de abril de 2021, Beyoncé publicó un remix con la rapera Megan Thee Stallion, cuyos beneficios se destinaron a fines benéficos por la pandemia. En la canción se mencionaba a esta plataforma. Pero el boom surgió en el último trimestre del año pasado, cuando miles de adolescentes de todo el mundo vieron una forma fácil de ganar dinero.
Pero, ¿por qué muchos jóvenes se interesan en ella? Pues porque no es necesario posar desnudo, simplemente basta con subir una foto en una postura sensual. “Si lo hago en Instagram sin recibir nada, qué más da que lo haga si además cobro por ello”. Como podréis suponer esto ha generado un enorme revuelo y la misma plataforma ha anunciado que prohibirá el contenido sexual explícito.
Dinero por la intimidad
OnlyFans en sí mismo no es malo, no todo lo que se publica en ella es erótico. Hay cuentas de chefs, artistas, cantantes, entrenadores, que comparten fotos y vídeos con sus seguidores. La razón por la que traigo este tema no es para criticar a OnlyFans, sino para que nos demos cuenta de lo rápido que puede cambiar una red social. Por eso, es muy importante que seamos capaces de tener espacios de diálogo con nuestros niños, adolescentes y jóvenes, para poder avisarles de los peligros y que ellos sean capaces de detectarlos.
En la mayoría de las redes sociales no se puede tener perfil ni publicar siendo menor de edad, pero es una realidad que se hace. Si es así, será necesario establecer criterios con los menores a la hora de hacerlo. Y eso sí es responsabilidad nuestra, no podemos excusarnos en que no existe legislación al respecto. Muchos menores saben como usar las redes mejor que nosotros, abrirse perfiles falsos y bloquear a los adultos para que no les sigan, por eso la cercanía y el diálogo es fundamental para que hablen abiertamente de estos temas. Eso sí está en nuestras manos.
Fuente: Boletín Salesiano
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