Este mes de marzo celebramos una festividad muy entrañable para todos, pues el 19 de marzo se celebra San José, que en España además se hace coincidir con el Día del Padre.
Cuando he profundizado en el origen de esta conmemoración me he visto sorprendido al conocer que su origen se remonta al año 1924 en Estados Unidos, cuando Smart, la hija de un veterano de guerra, padre de seis hijos, que tuvo que hacerse cargo de ellos al fallecer su esposa en el último parto, decidió darle un homenaje público a él y a todos los padres americanos. La idea caló y en 1966 se estableció el tercer domingo de junio para dicha conmemoración en todo el país.
¿Y en España?
Algo semejante pasó en España, cuando en 1948, Manuela Vicente Ferrero, una maestra madrileña, organizó una jornada en honor de los padres de sus alumnas en la que se celebró una misa. Acto seguido recibieron regalos artesanales que sus hijas habían elaborado previamente, se recitaron poesías y tuvo lugar un pequeño acto teatral. La idea resultó ser un éxito y llegó a los oídos del que en su día era director de la desaparecida cadena de grandes almacenes Galerías Preciados. La religiosidad confesional de la época hizo que en lugar del tercer domingo de junio en España la fecha escogida fuese el día de San José. Se cumplen pues, solamente 75 años desde que celebramos esta efemérides.
Al conocer el origen de esta fiesta, he caído en la cuenta de cómo los grandes almacenes han aprovechado el tirón de una conmemoración religiosa para incrementar sus ventas, como ya hicieron con el Día de la Madre y otras muchas fiestas más de nuestro calendario litúrgico. Perdónenme pero yo me bajo de este carro. Animo a volver al origen de esta fiesta… a que en los centros escolares se rindan homenajes sencillos a los padres, como se hacía hasta que llegó a oídos del director de Galerías Preciados. Y de paso aprovechemos la oportunidad, los que somos padres, para implicarnos más en los centros educativos de nuestros hijos e hijas. Preciados Padres: tomemos nota de las virtudes de San José (prudencia, humildad, ternura, fidelidad…) y vivamos esta fiesta aprovechando para “reivindicar” una paternidad más presente y responsable, igualitaria y cercana. Ser padre ya es el mejor regalo que puede hacerte la vida. Os lo dice alguien que tiene cuatro regalos.
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