Desde Escuelas Salesianas, actualizando las iniciativas que se llevaban a cabo en varias inspectorías, se vio la necesidad de generar un proyecto común para ofrecer un momento de reflexión sobre la labor educativo-pastoral, revisar las motivaciones profesionales y vocacionales de los docentes de los centros salesianos y buscar caminos para seguir creciendo en la identificación con el carisma salesiano y en el sentido de pertenencia.
Tres han sido los módulos trabajados: mi historia profesional y salesiana, la identidad del educador salesiano y el conocimiento de experiencias educativas salesianas.
Begoña Rodriguez, Rafael Ruiz, Juan Javier Bernal y Sergio Oter han sido los encargados de acompañar esta formación.
Sandra maestra de infantil y primaria de Salesianos Mataró (Barcelona) afirmaba en un receso de la formación:
Estos tres días estamos disfrutando del curso de actualización del profesorado que se realiza en Madrid. Me está gustando mucho. Compartir experiencias, inquietudes, conocer diferentes realidades, siempre aporta conocimiento y personalmente me ilusiona para poder continuar con mi trabajo. Después de más de 25 años de experiencia como docente en mi escuela, es importante hacer una pausa para coger nuevo impulso, volver con nuevas ideas y propuestas de mejora.. Es un regalo: así lo he vivido yo. ¡Recomiendo esta experiencia por su contenido de calidad y su “amorevolezza”! GRACIAS!”
De Ciutadella, Santander, Madrid, Utrera, Salamanca, Mataró, Sevilla, Villena, Alcoy, Rota, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, Burgos, Puertollano, Jerez, La Roda, Badalona y Monzón. Lugares con presencia salesiana, colegios que respiran espíritu de familia y creen en la relación educativa con el alumno basada en el sistema preventivo. Estamos disfrutando de una formación entrañable en la que los educadores están pudiendo reconectar, revitalizar su vocación, compartir sus dificultades y seguir creciendo para dar lo mejor que tienen a sus alumnos. Es un regalo conocer cómo viven con pasión su trabajo que es su vocación, concluye Begoña Rodríguez, del equipo de escuelas de Salesianos Santiago el Mayor.
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