¿Somos Mamá Margarita en nuestro día a día?

El Rincón de Mamá Margarita

3 diciembre 2025

Covadonga Cid

Covadonga Cid

En estos tiempos de multitarea, aceleración y agendas imposibles, pienso en cómo Mamá Margarita se organizaba en el oratorio con todos los chavales. Pero cuanto más rápido va todo, más claro vemos que su estilo sigue siendo útil hoy: educar desde lo más sencillo, acompañando, confiando y amando en lo más cotidiano.

Mamá Margarita educaba desde el patio, estaba presente, miraba a los muchachos a los ojos y se hacía cercana simplemente con su presencia y su escucha. Por muy fácil que parezca, en ocasiones, nos cuesta encontrarnos en esa presencia como educadores, la vorágine del día nos lleva y es difícil pararse a pensar en ello.

Qué necesario es parar, dejar las pantallas y las prisas a un lado y dedicar un rato cercano a los más pequeños. Una conversación al final del día, un paseo sin más objetivos que “estar” y “escuchar”. La cercanía se cultiva con tiempo regalado y presencia real.

Los que somos educadores en casas salesianas, intentamos siempre crear ese clima de hogar donde se respire paz, donde los chavales se sientan a gusto en clase y donde equivocarse forme parte del camino.

La madre de nuestro querido Juanito no hacía discursos, pero su fe era profunda y natural. Nos enseñó a rezar en el día a día con sus buenas noches. ¿Nos olvidamos de esos momentos comunes donde expresar y compartir la fe en familia en lo cotidiano de la vida?

Quizá hoy, tanto en casa como en el colegio, lo mejor que podemos ofrecer a los jóvenes es volver a ese modo de educar de Mamá Margarita. Parar, rezar y preguntarnos cómo les podemos ayudar a crecer y a soñar un mundo que va a toda velocidad.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

También te puede interesar…

Comer y mirar

Comer y mirar

Necesitamos ayunar de este atracón para poder mirar y escuchar, para aprender a callar y contemplar, para desinflar nuestro yo y abrirnos a los demás y a Dios.

Scroll infinito

Scroll infinito

El “scroll infinito” es una técnica de diseño que carga contenido de forma continua mientras el usuario se desplaza, eliminando la necesidad de hacer clic en botones de “siguiente página” y manteniendo al usuario inmerso por más tiempo.