
Yasury Romero
El tiempo de Cuaresma que hemos concluido hace un par de semanas siempre me ha dado la oportunidad de detenerme y revisar el camino. En ese revisar el camino me topé, entre los borradores de escritos que tengo, este texto que estaba preparando para una publicación de 2020. ¡Sí de 2020! Desempolvo esto caracteres porque su vigencia me ha impactado. Comenzaba diciendo: “La semana santa de este año 2020, además de atípica, ha sido trascendental” En adelante cada palabra encaja perfectamente con la vivencia de la pasión, muerte y resurrección de Jesús este 2025, y deseo compartirlas:
Un año más confirmo que vivimos la Semana Santa que necesitamos. Si se silencian las orquestas musicales, se detienen las procesiones y no se arroja un pétalo al aire, esta semana sigue siendo Santa. Esta semana, también, es tiempo de detenernos y contemplar. Tuve tiempo para volver a ver la película “La Pasión” de Mel Gibson, y quiero compartir tres ideas que me han venido como novedad a pesar de que ya he visto una decena de veces este film.
Contrastes
Veo a Jesús ante Herodes. Un cuadro satírico y circense. Un Jesús con un rostro serio y distante me recuerda que no me distraiga, que no perdamos nuestro tiempo con payasos.
Muchos no pudimos contener nuestras lágrimas cuando Jesús recibió los latigazos, pero, me llama poderosamente la atención que las expresiones de los soldados que lo golpean son claramente de unas personas fuera de sí, hasta podría decir que descolocadas mentalmente. Más adelante los soldados se muestran cansados de golpear, pero Jesús se mantiene firme en su expresión; aunque su cuerpo esté ensangrentado, su espíritu se mantiene en pie y lo exterioriza. Eso me recuerda mi postura como cristiana ante los tiempos difíciles que vivimos.
Advertencias
Me detengo a ver a quienes acusan a Jesús, cómo estas personas nos representan cuando estamos atormentados. Las visiones de Judas son la metáfora de quien ve el mundo con el lente del propio pecado. Judas acompañado por el cadáver del burro me hace pensar en el burro en el que entra Jesús a Jerusalén ¿Podría ser este un símbolo que nos advierte: No permitas se pudran tus principios?
Sigue conmigo
Contemplo el intercambio de mirada con María y es un ¡Estoy con ustedes! Y me pregunto: ¿cuántas veces Jesús me ha mirado a través de la mirada de mis hermanos para decirme “¡Estoy contigo!”?
La actitud de Jesús en lo alto de la cruz me dice: mi corazón está listo y me recuerda lo importante que es estar preparados desde dentro.
¡Y Resucitó! Me detengo, veo y contemplo la presencia atemporal del amor Jesús en nuestro mundo y me impacta cómo cada detalle nos anima a vivir así: ¡Resucitados!

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