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Vivimos en una sociedad que mira asustada c\u00f3mo el fen\u00f3meno del bulling<\/em> se extiende vertiginosamente. Parece que uno de cada cuatro menores ha experimentado un cierto acoso en su ambiente con otros menores. Las redes sociales han amplificado este fen\u00f3meno para sacarlo de las aulas o las calles y llegar, desde el m\u00e1s cobarde anonimato, a la intimidad de la vida de esas v\u00edctimas.<\/p>\n Nos llegan de vez en cuando noticias de autodestrucci\u00f3n de j\u00f3venes v\u00edctimas que se resisten a vivir en un entorno donde todo se ha convertido en miedo y desprecio.<\/p>\n Dios me libre de buscar una soluci\u00f3n f\u00e1cil, el tema es muy complejo. Pero hay varias cuestiones que me parecen importantes.<\/p>\n Hay que poner la mirada, no tanto en la v\u00edctima, cuanto en el agresor. Hay que trabajar el tema con \u00e9l o con ella, desplegar toda la fuerza de la educaci\u00f3n y de la exigencia contra aquella persona que corre el riesgo de convertirse en una maltratadora en un futuro.<\/p>\n Hay que simplificar mucho los farragosos tr\u00e1mites protocolarios que los centros educativos tienen que hacer ante el acoso. La burocratizaci\u00f3n de un sistema educativo cada vez m\u00e1s impersonal est\u00e1 llevando a que la gran atenci\u00f3n de los centros ante estos temas se derive a redactar informes con un sinf\u00edn de protocolos que exigen un desgate y agotamiento tremendo en los claustros.<\/p>\n Hay que contar con j\u00f3venes referentes (monitores, voluntarios, entrenadores\u2026) que afeen y menosprecien las conductas del agresor. El acoso no es un tema exclusivamente escolar, va mucho m\u00e1s all\u00e1 de las aulas. Las redes sociales y la gran cantidad de relaciones extraescolares que viven los chavales hacen que con frecuencia el acoso no se circunscriba al entorno escolar, sino que vaya m\u00e1s lejos y persiga a los acosados a su propio hogar. No s\u00f3lo el profesorado adulto debe ocuparse del tema\u2026 los j\u00f3venes tienen una gran palabra, menos mediatizada por protocolos y documentos, m\u00e1s avalada por la autoridad moral que muchos j\u00f3venes tienen.<\/p>\n Hay que desterrar de la vida p\u00fablica: (la pol\u00edtica y las relaciones sociales), los insultos, las vejaciones, las descalificaciones y burlas con las que los adultos esgrimimos la indecencia y hacemos de nuestros acosos un espect\u00e1culo sonrojante.<\/p>\n Hay que seguir apostando por los chavales; urgen medidas correctivas serias con los que juegan a acosar, urge el control de las redes sociales de los que tienen la sospecha de hundir la dignidad de otros. Urge que las familias con hijos acosadores vean todo el peso de la legislaci\u00f3n en ellos.<\/p>\n <\/p>\n El acoso entre los menores es una realidad instalada en la cultura de muchos chavales que juegan a destrozar a los dem\u00e1s porque est\u00e1 de moda, sin reflexionar sobre lo que hacen a otros y se hacen a s\u00ed mismo.<\/p>\n En el fondo, el acoso a los menores es el espejo en el que los adultos podemos sentirnos reflejados; adultos que hemos construido una sociedad que se empe\u00f1a en desterrar el amor. \u00bfQu\u00e9 ocurre en la mente de un menor que maltrata a otros? \u00bfQu\u00e9 extra\u00f1o sentimiento puede percibir al acosar, normalmente, junto a otros, a un ni\u00f1o o ni\u00f1a m\u00e1s fr\u00e1gil? \u00bfQu\u00e9 puede experimentar a ver la impotencia del acosado, su miedo y su destrucci\u00f3n?, \u00bfC\u00f3mo es posible que el acosador no tengo un sentimiento de […]<\/p>\n","protected":false},"author":6,"featured_media":101359,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"on","_et_pb_old_content":" \u00bfQu\u00e9 ocurre en la mente de un menor que maltrata a otros? \u00bfQu\u00e9 extra\u00f1o sentimiento puede percibir al acosar, normalmente, junto a otros, a un ni\u00f1o o ni\u00f1a m\u00e1s fr\u00e1gil? \u00bfQu\u00e9 puede experimentar a ver la impotencia del acosado, su miedo y su destrucci\u00f3n?, \u00bfC\u00f3mo es posible que el acosador no tengo un sentimiento de empat\u00eda que le lleve a ponerse en la piel de la v\u00edctima?<\/p> Vivimos en una sociedad que mira asustada c\u00f3mo el fen\u00f3meno del bulling<\/em> se extiende vertiginosamente. Parece que uno de cada cuatro menores ha experimentado un cierto acoso en su ambiente con otros menores. Las redes sociales han amplificado este fen\u00f3meno para sacarlo de las aulas o las calles y llegar, desde el m\u00e1s cobarde anonimato, a la intimidad de la vida de esas v\u00edctimas.<\/p> Nos llegan de vez en cuando noticias de autodestrucci\u00f3n de j\u00f3venes v\u00edctimas que se resisten a vivir en un entorno donde todo se ha convertido en miedo y desprecio.<\/p> Dios me libre de buscar una soluci\u00f3n f\u00e1cil, el tema es muy complejo. Pero hay varias cuestiones que me parecen importantes.<\/p> Hay que poner la mirada, no tanto en la v\u00edctima, cuanto en el agresor. Hay que trabajar el tema con \u00e9l o con ella, desplegar toda la fuerza de la educaci\u00f3n y de la exigencia contra aquella persona que corre el riesgo de convertirse en una maltratadora en un futuro.<\/p> Hay que simplificar mucho los farragosos tr\u00e1mites protocolarios que los centros educativos tienen que hacer ante el acoso. La burocratizaci\u00f3n de un sistema educativo cada vez m\u00e1s impersonal est\u00e1 llevando a que la gran atenci\u00f3n de los centros ante estos temas se derive a redactar informes con un sinf\u00edn de protocolos que exigen un desgate y agotamiento tremendo en los claustros.<\/p> Hay que contar con j\u00f3venes referentes (monitores, voluntarios, entrenadores\u2026) que afeen y menosprecien las conductas del agresor. El acoso no es un tema exclusivamente escolar, va mucho m\u00e1s all\u00e1 de las aulas. Las redes sociales y la gran cantidad de relaciones extraescolares que viven los chavales hacen que con frecuencia el acoso no se circunscriba al entorno escolar, sino que vaya m\u00e1s lejos y persiga a los acosados a su propio hogar. No s\u00f3lo el profesorado adulto debe ocuparse del tema\u2026 los j\u00f3venes tienen una gran palabra, menos mediatizada por protocolos y documentos, m\u00e1s avalada por la autoridad moral que muchos j\u00f3venes tienen.<\/p> Hay que desterrar de la vida p\u00fablica: (la pol\u00edtica y las relaciones sociales), los insultos, las vejaciones, las descalificaciones y burlas con las que los adultos esgrimimos la indecencia y hacemos de nuestros acosos un espect\u00e1culo sonrojante.<\/p> Hay que seguir apostando por los chavales; urgen medidas correctivas serias con los que juegan a acosar, urge el control de las redes sociales de los que tienen la sospecha de hundir la dignidad de otros. Urge que las familias con hijos acosadores vean todo el peso de la legislaci\u00f3n en ellos.<\/p> \u00a0<\/p> El acoso entre los menores es una realidad instalada en la cultura de muchos chavales que juegan a destrozar a los dem\u00e1s porque est\u00e1 de moda, sin reflexionar sobre lo que hacen a otros y se hacen a s\u00ed mismo.<\/p> En el fondo, el acoso a los menores es el espejo en el que los adultos podemos sentirnos reflejados; adultos que hemos construido una sociedad que se empe\u00f1a en desterrar el amor.<\/p>","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[340,337],"tags":[],"class_list":["post-101357","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-josan-montull","category-opinion","et-doesnt-have-format-content","et_post_format-et-post-format-standard"],"yoast_head":"\n\u00a0<\/strong>\u00bfQu\u00e9 nos est\u00e1 pasando?<\/strong><\/h3>\n
No podemos seguir as\u00ed, ya no podemos mirar hacia otro lado.<\/strong><\/h3>\n
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