{"id":101492,"date":"2023-06-27T10:07:20","date_gmt":"2023-06-27T08:07:20","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=101492"},"modified":"2023-06-27T10:07:29","modified_gmt":"2023-06-27T08:07:29","slug":"el-reloj-del-seminario","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/el-reloj-del-seminario\/","title":{"rendered":"El reloj del seminario"},"content":{"rendered":"
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Los d\u00edas del verano son agobiantes para los relojes de sol. En cuanto sentimos los primeros rayos del astro solar, comenzamos a reflejar la fina sombra del estilete sobre nuestro cuerpo geom\u00e9tricamente rayado. La sombra debe recorrer con precisi\u00f3n quince grados de circunferencia cada hora. Ni uno m\u00e1s ni uno menos.<\/p>\n
Desde mi nacimiento me hallo sobre un muro del patio interior del seminario de Chieri. Todav\u00eda recuerdo aquel \u00faltimo d\u00eda de octubre. Los reverentes saludos de los seminaristas, que regresaban tras los largos meses de vacaciones estivales, resonaban a mis pies. Sus moderadas expresiones hac\u00edan juego con el color negro de sus sotanas: el seminario de Chieri siempre procur\u00f3 formar sacerdotes con una espiritualidad sostenida sobre la sobriedad y el desprecio al bullicio alegre de las gentes sencillas.<\/p>\n
El comportamiento de dos seminaristas llam\u00f3 mi atenci\u00f3n. Deb\u00edan ser nuevos, a juzgar por sus expresiones llenas de vida. Hablaban animadamente, avanzaban a grandes zancadas, gesticulaban y re\u00edan\u2026 No iba con ellos la rigidez marcada en los rostros de sus compa\u00f1eros veteranos.<\/p>\n
De pronto se detuvieron ante m\u00ed. Alzaron la vista y me contemplaron. Uno de ellos, llamado Juan Bosco, ley\u00f3 en voz alta la frase latina rotulada a mis pies: \u201cAfflictis lentae, c\u00e9leres gaudentibus horae\u201d<\/em>. En seguida tradujo: \u201cLas horas transcurren lentas para los tristes; r\u00e1pidas para los alegres\u201d. Y concluy\u00f3: \u201cEstemos siempre alegres y as\u00ed pasar\u00e1 pronto el tiempo\u201d. Acto seguido las risas de los dos amigos crecieron hasta que varios seminaristas mayores les instaron al silencio.<\/p>\n Durante los seis a\u00f1os siguientes, no transcurri\u00f3 un solo d\u00eda sin que los dos j\u00f3venes me dirigieran una mirada c\u00f3mplice. Yo asum\u00ed el compromiso de recordarles la importancia de sembrar los senderos de la existencia con semillas de alegr\u00eda.<\/p>\n Marqu\u00e9 mis mejores horas cuando supe que aquel joven seminarista, ya sacerdote, trabajaba incansablemente por devolver sonrisas y afectos a los chicos pobres a quienes una vida amarga les hab\u00eda arrebatado todo. Cuando me dijeron que le llamaban \u201cel santo de la alegr\u00eda\u201d, mis latidos se aceleraron.<\/p>\n Han pasado muchos a\u00f1os. El tiempo hizo estragos en m\u00ed, pero me restauraron y sigo en pie. De tanto en tanto me visitan grupos de personas que dicen ser las herederas de aquel seminarista. Pocas se fijan en m\u00ed y casi nadie entiende mi inscripci\u00f3n. \u00a1Cu\u00e1nto me gustar\u00eda gritarles el mensaje de alegr\u00eda que d\u00eda a d\u00eda mostr\u00e9 a Juan Bosco!<\/p>\n Nota: <\/em>30 octubre 1835. Don Bosco ingresa en el Seminario de Chieri. Junto con su amigo Guillermo Garigliano descubre bajo el reloj de sol una inscripci\u00f3n que invita a la alegr\u00eda. (Memorias del Oratorio. D\u00e9cada Segunda. N\u00ba 2). El reloj restaurado se conserva actualmente.<\/em><\/strong><\/p>\n [\/et_pb_text][et_pb_button _builder_version=\u00bb4.21.0″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb button_text=\u00bbBolet\u00edn Salesiano\u00bb button_url=\u00bbhttps:\/\/www.salesianos.info\/boletin-salesiano\/\u00bb url_new_window=\u00bbon\u00bb custom_button=\u00bbon\u00bb button_text_size=\u00bb23px\u00bb button_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_bg_color=\u00bb#E02B20″ button_bg_enable_color=\u00bbon\u00bb button_border_color=\u00bb#000000″ button_border_width=\u00bb3px\u00bb button_icon=\u00bb9||divi||400″ button_icon_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_text_shadow_style=\u00bbpreset1″ button_text_shadow_color=\u00bb#000000″ box_shadow_style=\u00bbpreset2″ box_shadow_color=\u00bb#000000″ hover_enabled=\u00bb0″ sticky_enabled=\u00bb0″][\/et_pb_button][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Los d\u00edas del verano son agobiantes para los relojes de sol. 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