{"id":106043,"date":"2023-10-11T10:30:17","date_gmt":"2023-10-11T08:30:17","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=106043"},"modified":"2023-10-10T16:25:21","modified_gmt":"2023-10-10T14:25:21","slug":"calzador-con-cadena","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/calzador-con-cadena\/","title":{"rendered":"Calzador con cadena"},"content":{"rendered":"
Yo desconoc\u00eda qu\u00e9 me iba a quedar<\/p>\n
de todo cuanto quer\u00eda<\/p>\n
y de todo cuanto hab\u00eda querido.<\/p>\n
Para vivir no es conveniente dar rodeos.<\/p>\n
Y ya puestos,<\/p>\n
para vivir basta con cumplir<\/p>\n
unas m\u00ednimas normas de convivencia.<\/p>\n
Cumplir, cumplir.<\/p>\n
Mi madre Nieves y yo<\/p>\n
ya est\u00e1bamos en la Estaci\u00f3n del Norte.<\/em><\/p>\n Es el d\u00eda que salgo para el seminario.<\/p>\n Tengo que aprender de urgencia<\/p>\n demasiadas expectativas,<\/p>\n que quedar\u00e1n calcinadas a lo largo de la vida,<\/p>\n cuando en el horizonte ardan<\/p>\n los a\u00f1os<\/p>\n los deseos<\/p>\n los afectos<\/p>\n los lugares<\/p>\n las opciones.<\/p>\n El momento impone su presencia.<\/p>\n Resuenan los rugidos colosales de los trenes.<\/p>\n Braman esos p\u00e1jaros de hierro sobre nuestras cabezas,<\/p>\n ocupando todo el cielo de la b\u00f3veda,<\/p>\n como un drag\u00f3n del amanecer,<\/p>\n como una ballena de plata bajo la luna llena,<\/p>\n dejando resbalar sobre nosotros<\/p>\n su panza met\u00e1lica y poderosa,<\/p>\n y tan cercana, que parece que la podemos tocar<\/p>\n con s\u00f3lo estirar el brazo.<\/p>\n No s\u00e9.<\/p>\n Mi madre calla, la noto distinta.<\/p>\n Aprovecha la carbonilla de los trenes<\/p>\n para depositar en mi \u00e1nimo<\/p>\n una canci\u00f3n de despedida.<\/p>\n Sin palabras.<\/p>\n <\/p>\n Voy agarrado a mi maleta cart\u00f3n-piedra.<\/p>\n Mi madre lleva el colch\u00f3n.<\/p>\n Una mochila cuelga de mis hombros.<\/p>\n Sirve para todo.<\/p>\n Mi madre se vuelve y me agarra la barbilla<\/p>\n con su mano fr\u00eda y dura.<\/p>\n – Has crecido \u2013dictamina\u2013. Y te est\u00e1 cambiando la cara.<\/p>\n Me mira tan fijamente como si luego<\/p>\n tuviera que copiar mis rasgos de memoria<\/p>\n en un papel;<\/p>\n pero al mismo tiempo parece no verme.<\/p>\n Me suelta y se pone a rebuscar algo en su bolsa.<\/p>\n – \u00bfEres feliz con nosotros? \u2013dice.<\/p>\n Es una pregunta dif\u00edcil \u2013desconcertante\u2013.<\/p>\n Me pongo a reflexionar sobre ella con esfuerzo<\/p>\n y cuando al fin llego a una conclusi\u00f3n,<\/p>\n me doy cuenta que mi madre no espera respuesta.<\/p>\n Saca pa\u00f1uelos, mueve calderilla en la bolsa.<\/p>\n Al final su mano se cierra sobre algo.<\/p>\n – Quiero hacerte un regalo, hijo.<\/p>\n Un regalo muy bueno.<\/p>\n Un regalo de verdad.<\/p>\n De los que se recuerdan siempre.<\/p>\n Abre el pu\u00f1o y en su palma refulge<\/p>\n un calzador.<\/p>\n Cuelga de una larga cadena de plata<\/p>\n ennegrecida por el desuso.<\/p>\n – Es \u00fatil \u2013dije.<\/p>\n – \u00dasalo siempre. Y acu\u00e9rdate de m\u00ed, chico.<\/p>\n El calzador se manten\u00eda fr\u00edo aunque la temperatura<\/p>\n era todav\u00eda sofocante.<\/p>\n La cadena resultaba un poco larga.<\/p>\n Me pareci\u00f3 el perfecto complemento<\/p>\n para un d\u00eda especial.<\/p>\n Porque aquella ma\u00f1ana<\/p>\n celebr\u00e1bamos una fiesta de salida.<\/p>\n Para ella esta salida era una escaramuza m\u00e1s,<\/p>\n pero para m\u00ed era mi primera salida p\u00fablica y temprana.<\/p>\n Est\u00e1bamos emocionados.<\/p>\n <\/p>\n Hoy he sabido algo m\u00e1s sobre m\u00ed,<\/p>\n algo fuerte en medio de la suerte de estar<\/p>\n con Nieves, mi madre,<\/p>\n en un momento extra\u00f1o de despedida.<\/p>\n No todo el crecimiento del cuerpo es bueno,<\/p>\n no todas las cosas nuevas que aprendo son buenas.<\/p>\n Crece tambi\u00e9n lo malo.<\/p>\n Con la fuerza del brazo que agarro la maleta,<\/p>\n crece una fuerza agreste, capaz de atacar.<\/p>\n Hierve en mi cabeza una charca de sulfato,<\/p>\n y ahora mis intenciones pueden ser otras,<\/p>\n son arriesgadas.<\/p>\n \u00bfPueden cambiar tan de repente los hombres, as\u00ed?<\/p>\n \u00bfTan de improviso?<\/p>\n Pap\u00e1 se fue al trabajo como todos los d\u00edas.<\/p>\n Me abraz\u00f3 antes de irse.<\/p>\n – Esta siempre ser\u00e1 tu casa \u2013dijo.<\/p>\n Le noto cansado.<\/p>\n Ayer trabaj\u00f3 a fondo en la f\u00e1brica,<\/p>\n sin cambio de turno,<\/p>\n algo que no hacen los obreros mayores.<\/p>\n – \u201cM\u00edrame, m\u00edrame a la cara\u201d \u2013dice mi madre,<\/p>\n y me la mueve hasta que por fin abandono<\/p>\n las palabras de mi padre<\/p>\n y la miro y agarro sus mu\u00f1ecas<\/p>\n y con ellas me doy dos bofetadas de campeonato<\/p>\n y aprieto los dientes,<\/p>\n y vuelvo a apretar los dientes,<\/p>\n ella se asusta y me abraza,<\/p>\n y ahora s\u00ed,<\/p>\n ahora que todo ha pasado,<\/p>\n subo al tren. Logro coger ventanilla.<\/p>\n Me esfuerzo, aprieto los ojos.<\/p>\n Veo a mi madre.<\/p>\n Veo otras tantas madres.<\/p>\n \u00c9ramos veintiuno.<\/p>\n Nueve de Atocha. Nueve de Estrecho. Tres de la Paloma.<\/p>\n Veinti\u00fan seminaristas nuevos para Ar\u00e9valo.<\/p>\n <\/p>\n Se oyen los ruidos de las m\u00e1quinas.<\/p>\n El tren se pone en movimiento.<\/p>\n Me paso la mano por la cara.<\/p>\n Me froto la frente. \u201cGracias, padres\u201d.<\/p>\n Me levanto.<\/p>\n No paramos a decir \u201cadioses\u201d.<\/p>\n Salgo al pasillo.<\/p>\n Estiro las piernas.<\/p>\n Me topo con tres de Estrecho:<\/p>\n Enrique Prieto, Juan de Dios G\u00f3mez, Alejandro Garc\u00eda,<\/em><\/p>\n amigos venideros.<\/p>\n Las veintiuna madres dejaron de llorar,<\/p>\n se apagaron todas sus caras,<\/p>\n no les quedaba un nervio despierto,<\/p>\n no se miraban entre s\u00ed,<\/p>\n pendientes solo de nosotros,<\/p>\n que las gui\u00e1bamos por el and\u00e9n,<\/p>\n donde la gente se aprieta como aceitunas<\/p>\n en un cucurucho.<\/p>\n He adelgazado.<\/p>\n Me dejo arrastrar por la fuerza del tren<\/p>\n y por el viento,<\/p>\n que nos abofetea la cara y la endurece.<\/p>\n Me sorprendo a m\u00ed mismo<\/p>\n con los brazos apretados contra el pecho,<\/p>\n para recibir el calor del calzador con cadena,<\/em><\/p>\n huele tambi\u00e9n a empanadilla,<\/p>\n en un compartimento pr\u00f3ximo.<\/p>\n Pepe Rioja <\/em>abre un cucurucho <\/em>de pastas,<\/p>\n y nos ofrece una\u2026<\/p>\n Se sueltan de los ojos como un disparo,<\/p>\n con un golpe que las expulsa.<\/p>\n Catorce a\u00f1os m\u00e1s tarde<\/p>\n nos despedimos en Salamanca,<\/p>\n simplemente mir\u00e1ndonos y asintiendo con la cabeza.<\/p>\n Ten\u00edamos m\u00e1s costras que mirada.<\/p>\n Con los ojos \u201canochecidos\u201d ve\u00edamos con claridad<\/p>\n las cosas que nos iban a pasar.<\/p>\n Lo extra\u00f1o de aquella salida<\/p>\n ser\u00eda para nacer de nuevo,<\/p>\n pues siempre queda un resto de canci\u00f3n<\/p>\n en el camino.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Estaci\u00f3n del Norte Yo desconoc\u00eda qu\u00e9 me iba a quedar de todo cuanto quer\u00eda y de todo cuanto hab\u00eda querido. 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