[et_pb_section fb_built=\u00bb1″ admin_label=\u00bbsection\u00bb _builder_version=\u00bb4.16″ global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_row admin_label=\u00bbrow\u00bb _builder_version=\u00bb4.16″ background_size=\u00bbinitial\u00bb background_position=\u00bbtop_left\u00bb background_repeat=\u00bbrepeat\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_column type=\u00bb4_4″ _builder_version=\u00bb4.16″ custom_padding=\u00bb|||\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb custom_padding__hover=\u00bb|||\u00bb][et_pb_text _builder_version=\u00bb4.23″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb]<\/p>\n
El veterano pol\u00edtico Javier Solana no da puntada sin hilo. Recuerdo haberlo visto en persona una sola vez, en el vest\u00edbulo del aeropuerto de Valencia, debi\u00f3 ser a mediados de los 90, con su barba de cinco d\u00edas y su porte discreto; y ahora, ya retirado de la primera l\u00ednea pol\u00edtica, a sus 81 a\u00f1os sigue aportando sensatez, serenidad y luz en un tiempo de barullo, crispaci\u00f3n y cuchillos largos.<\/p>\n
Pues bien, acabo de escuchar a don Javier entrevistado en la tertulia matutina de La 1 con motivo del premio a su libro \u201cTestigos de un tiempo incierto\u201d. Preguntado por su manera de actuar durante sus brillantes desempe\u00f1os como secretario general de la OTAN o jefe de la diplomacia europea, Solana afirmaba que nunca deb\u00eda romperse el hilo del di\u00e1logo con la otra parte de una negociaci\u00f3n, aunque fuera una parte enemiga y aseguraba que a \u00e9l le hab\u00eda funcionado muy bien \u201cla estrategia del jardinero\u201d.<\/p>\n
\u00bfY en qu\u00e9 consiste esta \u201cestrategia del jardinero<\/strong>\u201d? Lo explicaba con su claridad de buen profesor universitario: as\u00ed como el jardinero cuida d\u00eda a d\u00eda su jard\u00edn y da a cada planta el trato m\u00e1s esmerado para que luzca mejor el conjunto, en la acci\u00f3n comunicativa<\/strong> se trata de tener siempre abierta una v\u00eda de di\u00e1logo amable<\/strong> y personal con el interlocutor, m\u00e1s all\u00e1 de las discrepancias ideol\u00f3gicas o pol\u00edticas que pudiera haber. Y el viejo profesor aseguraba que esto le dio resultados palpables en negociaciones tan dif\u00edciles como las de Oriente Medio, en la \u00faltima d\u00e9cada del siglo pasado o, en fecha m\u00e1s reciente, con alg\u00fan diplom\u00e1tico ruso.<\/p>\n Esta manera de actuar es evidente que necesita tiempo y paciencia: \u201cAlgunas cosas solo necesitan tiempo: nueve mam\u00e1s no hacen un beb\u00e9 en un mes\u201d; esta simp\u00e1tica cita de Warren Buffet ilustra bien lo que implica cuidar con esmero el estilo de comunicaci\u00f3n para conseguir un di\u00e1logo fruct\u00edfero y constructivo, rara avis en estos d\u00edas y m\u00e1s en la escena p\u00fablica.<\/p>\n El buen jardinero, casi como el pastor, conoce cada parcela de su jard\u00edn, el tipo de plantas que un d\u00eda sembr\u00f3 con semillas escogidas, sabe si hay que regar y a qu\u00e9 horas conviene hacerlo, escarda y abona: se trata de una relaci\u00f3n que tiene una dimensi\u00f3n casi personal con sus plantas y sus flores. Si lo aplicamos al di\u00e1logo en todas sus modalidades, es pertinente recordar una frase de un antiguo director de la prestigiosa revista National Geographic: \u201cLa comunicaci\u00f3n cara a cara<\/strong> es la mejor opci\u00f3n a todos los niveles\u201d. No siempre ser\u00e1 posible, pero cada vez que uno pueda mirar a los ojos a su interlocutor, hay que apostar por ella porque es mucha verdad que la comprensi\u00f3n mutua gana enteros: en un di\u00e1logo con presencia f\u00edsica se ponen en juego muchos m\u00e1s elementos comunicativos que ayudan a sintonizar la longitud de onda en la que se expresa nuestro interlocutor.<\/p>\n Si a lo anterior se suma la amabilidad y la empat\u00eda, es l\u00f3gico pensar que la estrategia del jardinero, que propone Solana nos pueda dar buenos r\u00e9ditos en algo tan b\u00e1sico como invertir en comunicaci\u00f3n.<\/p>\n [\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El veterano pol\u00edtico Javier Solana no da puntada sin hilo. Recuerdo haberlo visto en persona una sola vez, en el vest\u00edbulo del aeropuerto de Valencia, debi\u00f3 ser a mediados de los 90, con su barba de cinco d\u00edas y su porte discreto; y ahora, ya retirado de la primera l\u00ednea pol\u00edtica, a sus 81 a\u00f1os […]<\/p>\n","protected":false},"author":6,"featured_media":107510,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"on","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[355,337],"tags":[],"yoast_head":"\n