{"id":110808,"date":"2023-12-20T16:32:04","date_gmt":"2023-12-20T15:32:04","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=110808"},"modified":"2023-12-20T16:32:04","modified_gmt":"2023-12-20T15:32:04","slug":"salesianos-ciudad-real-la-historia-en-bano-maria-no-es-historia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/salesianos-ciudad-real-la-historia-en-bano-maria-no-es-historia\/","title":{"rendered":"SALESIANOS CIUDAD REAL. LA HISTORIA EN BA\u00d1O MAR\u00cdA, NO ES HISTORIA"},"content":{"rendered":"
Amigo Javier:<\/p>\n
Desgarrado por una profunda emoci\u00f3n<\/p>\n
he terminado de leer Golp\u00e9ate el coraz\u00f3n<\/em> (Anagrama),<\/p>\n una de las mejores novelas que ha pasado por mis manos<\/p>\n en los \u00faltimos meses.<\/p>\n Su autora es Amelie Nothomb<\/em> que,<\/p>\n entre el temor desgarrador y el l\u00edrico temblor,<\/p>\n ha esparcido su pensamiento profundo<\/p>\n sobre la frustraci\u00f3n y los celos familiares<\/p>\n sobre la crueldad y brutalidad de los sentimientos,<\/p>\n sobre la vida y la muerte,<\/p>\n sobre la salud y la belleza.<\/p>\n En el fraude de todos los sue\u00f1os,<\/p>\n la novelista amordaza la luz<\/p>\n y la convierte en fuego,<\/p>\n brasa tibia extinguida sobre el hielo y la nieve.<\/p>\n No puedo olvidarme de los muertos inocentes<\/p>\n de Ciudad Real<\/em>, de los a\u00f1os sesenta y tantos,<\/p>\n los maravillosos chicos del Hospicio San Francisco<\/em>,<\/p>\n porque mi pluma est\u00e1 herida por las l\u00e1grimas<\/p>\n sin derramar de la muerte de mi madre<\/p>\n (\u201cHijo, los hombres no lloran\u201d, me dec\u00eda mi padre)<\/p>\n y de la muerte cruel de madres solteras,<\/p>\n y del amor borrado paterno<\/p>\n y del da\u00f1o ausente de familia. O sea.<\/p>\n Aprendiz de historiador desde peque\u00f1ajo<\/p>\n y chico de posguerra en Madrid, sobre todo,<\/p>\n me estremec\u00edan los relatos de la guerra \u201cincivil\u201d<\/p>\n y las preguntas sin respuesta de todos los d\u00edas<\/p>\n sobre las c\u00e1rceles de Porlier, Ronda de Atocha, Yeser\u00edas<\/em>,<\/p>\n enfrente de mi grupo escolar \u201cMiguel Unamuno<\/em>\u201d,<\/p>\n a donde mi padre me acercaba con \u00e9l<\/p>\n para llevar comida a los presos.<\/p>\n \u00c1cido y hasta mal\u00e9volo, amigo Valiente,<\/p>\n no puedo soportar ni digerir ama\u00f1os en las historias.<\/p>\n \u201cLa vida en ba\u00f1o mar\u00eda, no es vida\u201d.<\/p>\n \u201cLa historia en ba\u00f1o mar\u00eda, no es historia\u201d.<\/p>\n <\/p>\n \u201cEs tan corto el amor y tan largo el olvido\u2026\u201d, dice el poeta\u2026 que,<\/p>\n que en mi caso es al rev\u00e9s:<\/p>\n Muy largo el amor y muy corto el olvido.<\/p>\n Qu\u00e9 digo es tan larga mi memoria que no puedo soportar<\/p>\n la carro\u00f1a de las cr\u00f3nicas interesadas por intrusos en el oficio.<\/p>\n Entre los tres chavalotes que me acompa\u00f1aron<\/p>\n los d\u00edas de la Prehistoria<\/em> en Ciudad Real<\/p>\n estuvo siempre Jos\u00e9 Mar\u00eda Llorente<\/em>.<\/p>\n Sor Marcelina me lo recomend\u00f3.<\/p>\n Era de la casa. De toda confianza.<\/p>\n Mejor as\u00ed, pens\u00e9.<\/p>\n – No tiene usted que dar explicaciones al guardia de seguridad,<\/p>\n tiene usted que ser \u00e9l, tiene usted que ser el guardia.<\/p>\n Le ayudar\u00e1 Llorente, \u201cEl clarinete<\/em>\u201d.<\/p>\n – \u00bfJosemari, qu\u00e9 te parece si vamos a el \u201cLanza<\/em>\u201d?<\/p>\n Tiene el pelo amarillo.<\/p>\n Amarillo no, medio rubio.<\/p>\n Es alto \u2013metro setenta y siete\u2013 y delgado.<\/p>\n Y deportista.<\/p>\n Y linotipista ya casi.<\/p>\n Poco m\u00e1s de diecis\u00e9is a\u00f1os.<\/p>\n Jos\u00e9 Mar\u00eda asiente en silencio y salimos.<\/p>\n – \u00bfHacia d\u00f3nde va lo nuestro? \u2013pregunta.<\/p>\n – No todos los viajes deben tener un destino \u2013respondo.<\/p>\n – \u00bfAl \u201cLanza<\/em>\u201d? \u2013insiste con un relampagueo en la mirada.<\/p>\n – Cuando estemos en marcha hay que hacer una revista colegial.<\/p>\n – \u00bfQu\u00e9 significa eso exactamente?<\/p>\n – Que seguro que don Benigno te encarga de llevarla.<\/p>\n – Entendido.<\/p>\n Entramos.<\/p>\n Casi todos conocen a Llorente. Le quieren.<\/p>\n Me presenta.<\/p>\n El trato espont\u00e1neo me gusta.<\/p>\n Me explicaron lo habido y por haber.<\/p>\n Fue un encuentro interesante y muy \u00fatil para despu\u00e9s.<\/p>\n Saliendo, pega un portazo la puerta. Sin querer.<\/p>\n Oigo a lo lejos:<\/p>\n – Jobar, parece un cura de quince a\u00f1os.<\/p>\n La verdad, amigo Javier, en la vida hay que ir a la contra,<\/p>\n es de caj\u00f3n de madera de tabla, muchas veces.<\/p>\n \u201cNunca seas predecible\u201d, dec\u00eda mi padre.<\/p>\n Noto el imprescindible y subid\u00f3n de adrenalina,<\/p>\n cuando me hieren. Y me vuelvo y revuelvo.<\/p>\n – Se\u00f1or, se equivoc\u00f3 por cinco a\u00f1os.<\/p>\n Tengo veinte. Hasta la vista.<\/p>\n Gracias.<\/p>\n <\/p>\n Mientras que para m\u00ed esos d\u00edas de noviembre<\/p>\n fueron el alivio del adi\u00f3s a los seminarios,<\/p>\n le o\u00ed repetir a don Benigno su lamento<\/p>\n por no haber firmado parte de esa peque\u00f1a minor\u00eda<\/p>\n que correte\u00e1bamos por la ciudad:<\/p>\n Llorente, Mej\u00edas, Carballo y yo.<\/p>\n Los d\u00edas y las noches en el Hospicio<\/p>\n eran una convalecencia.<\/p>\n Beb\u00eda a chorro la leche fresca<\/p>\n que nunca me hab\u00eda gustado<\/p>\n en la cocina de Sor Marcelina.<\/p>\n Le\u00eda una colecci\u00f3n de leyendas manchegas<\/p>\n recopiladas por Juan Miguel Bl\u00e1zquez.<\/p>\n Me reconciliaba con mi adolescencia<\/p>\n arrojada a las ortigas.<\/p>\n Y no se me vino a la cabeza ni al deseo<\/p>\n el luchar contra quienes me la hab\u00edan enredado.<\/p>\n Los chicos me preguntaban por mi experiencia<\/p>\n en los \u201calesianos<\/em>\u201d,<\/p>\n yo contestaba que ya hablar\u00edamos de todo eso.<\/p>\n Aquellos chicos no se aburr\u00edan si tocaba<\/p>\n el armonium: yo saboreaba el tiempo prolongado.<\/p>\n Hasta veinte piezas me sab\u00eda de memoria.<\/p>\n Llorente y Mej\u00edas me acompa\u00f1aban con \u201cel clarinete\u201d<\/p>\n y hasta Urbano y el \u201cVisi\u201d y el \u201cVicario\u201d<\/p>\n nos asaltaban tocando el bombo.<\/p>\n Le echaban ardor, oye.<\/p>\n Apretados en el cascar\u00f3n de una roper\u00eda,<\/p>\n comprimidos nuestro tiempo de antes de la fundaci\u00f3n<\/p>\n a una premisa.<\/p>\n Es lo que ocurre con el tiempo cuando sirve de antec\u00e1mara.<\/p>\n El ritmo de los platillos de Benito San Pablo<\/p>\n y de los pulmones de Justo y Eusebio, Galv\u00e1n e Isabelo<\/p>\n recordaba el paso de las marchas de Falange.<\/p>\n Al hombre le hace falta un ritmo<\/em> en el esfuerzo, Valiente,<\/p>\n m\u00e1s que una raz\u00f3n.<\/p>\n Imag\u00ednate a los chicos de Ciudad Real de 1961.<\/p>\n <\/p>\n – \u201cQuiero establecer relaciones con la providencia\u201d,<\/p>\n le dije a Llorente, Mej\u00edas y Carballo,<\/p>\n un d\u00eda en la parroquia de San Pedro<\/p>\n visit\u00e1ndola.<\/p>\n As\u00ed pues,<\/p>\n oyeron frases entrecortadas:<\/p>\n – \u201cY nos salvaste, Se\u00f1or, de la mano de todo enemigo,<\/p>\n y mandaste, Se\u00f1or, una bendici\u00f3n<\/p>\n para toda obra de nuestras manos\u201d.<\/p>\n Yo me miro las manos.<\/p>\n Ellos se miran las suyas en la oscuridad<\/p>\n del templo g\u00f3tico,<\/p>\n heridas<\/p>\n y con llagas.<\/p>\n Los tres m\u00fasicos inveros\u00edmiles.<\/p>\n Los tres deportistas rompedores.<\/p>\n Los tres \u201cefeperos<\/em>\u201d vigilantes<\/p>\n sienten el impulso de interrumpirme:<\/p>\n – \u00abDonFan\u00bb<\/em>, la oraci\u00f3n est\u00e1 hecha para pedir, \u00bfno?<\/p>\n \u00bfA qu\u00e9 vienen los verbos en pasado?<\/p>\n – \u00bfSalvaste, mandaste?<\/p>\n Me dejo interrumpir, claro, soy maestrillo<\/em>:<\/p>\n – \u201cEstoy aprendiendo\u201d, y les respondo<\/p>\n con el ejemplo del arco:<\/p>\n – Para lanzar lejos tu flecha Juan Jos\u00e9,<\/p>\n has de tomar la cuerda y extenderla hacia atr\u00e1s<\/p>\n todo lo que puedas, todo, todoooo,<\/p>\n tambi\u00e9n hace lo mismo la oraci\u00f3n,<\/p>\n es una especie de flecha.<\/p>\n Mientras ellos lo piensan, yo acabo de recitarla:<\/p>\n – \u201cHe aqu\u00ed que env\u00edo un mensajero ante ti<\/p>\n para que te guarde en el camino<\/p>\n y para hacerte llegar al lugar<\/p>\n que he establecido\u201d.<\/p>\n Desde Puertollano llegaba, a\u00fan d\u00e9bil,<\/p>\n el sonido de una m\u00fasica.<\/p>\n De Salesianos Puertollano.<\/p>\n <\/p>\n P. S.<\/p>\n Feliz Navidad a todos los lectores de esta secci\u00f3n \u201cDe andar y pensar\u201d.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Pluma herida Amigo Javier: Desgarrado por una profunda emoci\u00f3n he terminado de leer Golp\u00e9ate el coraz\u00f3n (Anagrama), una de las mejores novelas que ha pasado por mis manos en los \u00faltimos meses. 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El \u201clanza\u201d<\/em><\/h4>\n<\/li>\n<\/ol>\n
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Tiempo de anti c\u00e1mara<\/em><\/h4>\n<\/li>\n<\/ol>\n
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El arco \/ la oraci\u00f3n<\/em><\/h4>\n<\/li>\n<\/ol>\n
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