{"id":111538,"date":"2024-01-10T10:40:10","date_gmt":"2024-01-10T09:40:10","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=111538"},"modified":"2024-01-10T10:48:28","modified_gmt":"2024-01-10T09:48:28","slug":"hospicio-ciudad-real-mejor-descalzos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/hospicio-ciudad-real-mejor-descalzos\/","title":{"rendered":"HOSPICIO CIUDAD REAL, MEJOR DESCALZOS"},"content":{"rendered":"
El director del Museo Sorolla<\/em>, Enrique Varela Ag\u00fc\u00ed, selecciona<\/p>\n el cuadro: \u00a1Triste Herencia!, 1899<\/em>,<\/p>\n como pieza fundamental,<\/p>\n entre otras piezas:<\/p>\n Madre<\/em>, 1895-1900; Bajo el toldo<\/em>, Zarauz, 1910; La siesta<\/em>, 1911,<\/p>\n a su consagraci\u00f3n.<\/p>\n El mar como escenario del drama.<\/p>\n Narra el propio Sorolla:<\/p>\n \u201cEstaba trabajando en uno de mis estudios de la pesca valenciana,<\/p>\n cuando descubr\u00ed unos cuantos muchachos desnudos,<\/p>\n dentro y a la orilla del mar y,<\/p>\n vigil\u00e1ndolos,<\/p>\n la vigorosa figura de un fraile.<\/p>\n Eran los acogidos del hospital de San Juan de Dios,<\/p>\n el m\u00e1s triste desecho de la sociedad.<\/p>\n No puedo explicarle cuanto me impresionaron,<\/p>\n tanto que (\u2026) all\u00ed mismo, al lado de la orilla del agua,<\/p>\n hice mi pintura\u201d.<\/p>\n Con esta obra Sorolla alcanz\u00f3 su consagraci\u00f3n.<\/p>\n Grand Prix<\/em> de la Exposici\u00f3n Universal de 1900 y<\/p>\n Medalla de Honor<\/em> en la Exposici\u00f3n Nacional de Bellas Artes de 1901.<\/p>\n Siempre me he detenido ante el cuadro.<\/p>\n Siempre me he conmovido,<\/p>\n porque no se me ocurre m\u00e1s vida que inventarme<\/p>\n y me dar\u00eda un pu\u00f1etazo en la frente por mi penuria.<\/p>\n F\u00edjate, amigo Javier, los pies de los chicos reciben una caricia larga,<\/p>\n una ola diluida con m\u00e1s empuje.<\/p>\n Me distraigo del centro y me devuelvo al borde de la playa<\/p>\n y de una aurora o de una noche.<\/p>\n Recuerdo haber venido a Ciudad Real, al Hospicio<\/em><\/p>\n por unas citas sensatas con madres solteras,<\/p>\n acostumbradas a ser el florero de nadie,<\/p>\n en vela siempre,<\/p>\n viviendo de espaldas al tendido de la sociedad<\/p>\n y por los mejores ni\u00f1os y garzones<\/p>\n que reclamaban y presupon\u00edan<\/p>\n una obcecaci\u00f3n vocacional.<\/p>\n Hay momentos y lugares que reclaman<\/p>\n el vaciado de toda intenci\u00f3n.<\/p>\n Me bastaba con haber llegado,<\/p>\n donde el tren se para,<\/p>\n la superficie se detiene,<\/p>\n y los chiquillos andan mejor descalzos,<\/p>\n que en alpargatas.<\/p>\n <\/p>\n El salesiano veintea\u00f1ero viene a ejercer<\/p>\n de maestrillo<\/p>\n de educador<\/p>\n de asistente<\/p>\n de s\u00ed mismo,<\/p>\n pasando la guada\u00f1a de la presencia<\/p>\n a la altura del tobillo<\/p>\n como cuando a\u00fan disimulaba<\/p>\n que era un maestro nacional de vieja escuela,<\/p>\n un enchufe adaptable a cualquier corriente.<\/p>\n Hasta el final de enero de 1962<\/p>\n compart\u00ed dormitorio con los mayores.<\/p>\n Lleg\u00f3 un d\u00eda en que s\u00f3lo algunos pocos pudieron comprender<\/p>\n que lo m\u00e1s valiente en momentos decisivos es callar<\/p>\n para que la raz\u00f3n act\u00fae.<\/p>\n Fue el 6 de enero.<\/p>\n Para los Reyes Magos<\/em> dar el espect\u00e1culo es casi una profesi\u00f3n.<\/p>\n Melchor<\/em>, Gaspar<\/em> y Baltasar<\/em> forman parte de ese linaje estridente<\/p>\n que entre un silencio<\/em> nocturno y un ruido<\/em> de cabalgatas<\/p>\n intentan pillar de los dos, amortizando en silencio<\/p>\n el ruido que ellos mismos provocan.<\/p>\n Su venida al Hospicio<\/em> tiene m\u00e1s de revancha acelerada<\/p>\n \u2013media docena de slips, de camisetas, de calcetines,<\/p>\n de camisas; un par de pantalones y de zapatos,<\/p>\n y de bet\u00fan y de pasta de dientes y de jab\u00f3n Lagarto\u2013<\/p>\n que de advenimiento.<\/p>\n En cualquier caso, intentar\u00e1n que el sinuoso cambio de agujas<\/p>\n sea una lanzadera<\/em>, cuando todav\u00eda no hab\u00eda,<\/p>\n desde la que intentar asaltar el cielo<\/em> de La Mancha<\/p>\n o todo lo que se ponga a tiro,<\/p>\n deslumbrados por los mil aciertos y debilidades<\/p>\n de Quijotes<\/em> y Sancho Panzas<\/em>.<\/p>\n A pie de calle les esperamos nosotros,<\/p>\n los once primeros salesianos<\/p>\n y los ya ciento quince primeros internos,<\/p>\n con las mejores ganas<\/p>\n de sentirse fiables<\/p>\n y con derecho a so\u00f1ar\u2026 calzados.<\/p>\n \u201cLa vida en ba\u00f1o mar\u00eda, no es vida\u201d.<\/p>\n <\/p>\n El primer paso de un maestrillo salesiano<\/p>\n tras la masclet\u00e1<\/em> de los Reyes Magos<\/p>\n fue darles la bienvenida, pero ni un paso m\u00e1s,<\/p>\n ni a ellos, ni a nadie.<\/p>\n – \u201cLa confianza, hijo, me dec\u00eda mi madre,<\/p>\n hay que curr\u00e1rsela desde abajo\u201d.<\/p>\n Un chico de posguerra y de Lavapi\u00e9s,<\/p>\n lo suele resistir casi todo,<\/p>\n pero tambi\u00e9n detecta r\u00e1pido las malas artes.<\/p>\n Los zalameros y jacobinos son un cl\u00e1sico transversal<\/em>.<\/p>\n Les sobra soberbia consolidada;<\/p>\n Y les falta grandeza humana y social.<\/p>\n Hasta el 14 de febrero estuve con los mayores.<\/p>\n Ese d\u00eda fui responsable del gran dormitorio de los peque\u00f1os.<\/p>\n – Arr\u00e9glate para que lleguen a tiempo a misa, Paco.<\/p>\n – Todo en media hora \u2013advierte don Benigno.<\/p>\n – \u201cVisi\u201d y \u201cMontalvo\u201d, a calzar a los m\u00e1s peque\u00f1os, porfa.<\/p>\n – Joaqu\u00edn y Mej\u00edas, hacemos las camas.<\/p>\n Los cuatro sab\u00edan flotar como una mariposa<\/p>\n y picar como una abeja, pero lo hac\u00edan<\/p>\n armados de jab\u00f3n, calcetines y calzador<\/p>\n \u2013El calzador de Nieves\u2013.<\/p>\n – Fuera remilgos.<\/p>\n – Fuera cretinos.<\/p>\n – Fuera comodones.<\/p>\n – \u201cUno para todos, todos para uno\u201d.<\/p>\n – Nadie al margen.<\/p>\n Por algo un internado no es la mejor plaza<\/p>\n de un educador, \u00bfo s\u00ed?<\/p>\n Por algo un Hospicio, aunque sea de San Francisco,<\/p>\n y en Ciudad Real,<\/p>\n donde los peque\u00f1ajos me romp\u00edan la sotana<\/p>\n de afecto y vac\u00edo, no es la mejor plaza<\/p>\n de un maestrillo, \u00bfo s\u00ed?<\/p>\n Amigo Javier, creo que<\/p>\n ya no vale con aquella emoci\u00f3n<\/p>\n de cuando molaba vivir al borde<\/p>\n del acantilado,<\/p>\n pues el acantilado definitivamente somos todos. Hoy.<\/p>\n A gloria de Nuestro Se\u00f1or Jesucristo. Am\u00e9n.<\/p>\n \u201cLa historia en ba\u00f1o mar\u00eda no es historia\u201d.<\/p>\n <\/p>\n Son pocos los que recuerdan la vertiente musical<\/p>\n del maestrillo salesiano Paco de Coro.<\/p>\n El lugar que le corresponde a nuestros chicos m\u00fasicos<\/p>\n ser\u00eda similar al que ocupaban<\/p>\n en el deporte, formaci\u00f3n profesional y hasta en<\/p>\n el arte de pensar en im\u00e1genes<\/p>\n y que consiste en ver con claridad.<\/p>\n Con una arquitectura s\u00f3lida,<\/p>\n plena de ensayos, dedicaci\u00f3n y hasta vanguardias,<\/p>\n cimentamos una \u201cbanda\u201d que facilitaba<\/p>\n las procesiones y los desfiles en las fiestas patronales<\/p>\n de Almagro, Puertollano, San Carlos del Valle,<\/p>\n Miguelturra, Fern\u00e1n Caballero, Malag\u00f3n, Las Casas.<\/p>\n Cuando ca\u00edan las m\u00e1scaras de los convencionalismos<\/p>\n y los maquillajes religiosos,<\/p>\n me quedaba solo ante la inc\u00f3gnita de los muchachos.<\/p>\n No es desde\u00f1able la r\u00e1pida recreaci\u00f3n de la tarde<\/p>\n en Fern\u00e1n Caballero.<\/p>\n Ce\u00f1ido al calor de agosto<\/p>\n ped\u00ed a unos aparceros poder ba\u00f1arse a los chicos en el pil\u00f3n.<\/p>\n Concedido.<\/p>\n Desplazado el condicionante religioso, al atardecer,<\/p>\n saltaba, por sorpresa,<\/p>\n la intriga acelerada,<\/p>\n la tensa aventura,<\/p>\n la escabrosidad del sexo,<\/p>\n la condici\u00f3n humana,<\/p>\n el salvaje coraz\u00f3n del hombre\u2026<\/p>\n y mi inexperiencia.<\/p>\n Uno de los mayores se me qued\u00f3 desnudo.<\/p>\n La apropiaci\u00f3n incierta y turbia del momento<\/p>\n me hizo levantarle la baldosa<\/p>\n pegando una patada a su bal\u00f3n<\/p>\n a lo m\u00e1s lejos posible\u2026 entre rastrojos.<\/p>\n Los de la misma l\u00ednea de fuego \u2013pocos\u2013<\/p>\n dejaron asomar sus demonios con una sonrisa,<\/p>\n que ocultaba, desde la parte de atr\u00e1s del colmillo<\/p>\n un turbio pacto, guiado por los instintos<\/p>\n de una provocaci\u00f3n.<\/p>\n Callo, imp\u00e1vido y vegetal,<\/p>\n para o\u00edr la m\u00fasica que hay tras las voces cantarinas<\/p>\n de los peque\u00f1ajos que se lanzan aguadillas.<\/p>\n Me uno yo al concierto<\/p>\n y me empapan la sotana de agua y de risas.<\/p>\n Ninguna vida contada al detalle queda lustrosa.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Sorolla El director del Museo Sorolla, Enrique Varela Ag\u00fc\u00ed, selecciona el cuadro: \u00a1Triste Herencia!, 1899, como pieza fundamental, entre otras piezas: Madre, 1895-1900; Bajo el toldo, Zarauz, 1910; La siesta, 1911, a su consagraci\u00f3n. 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Reyes Magos<\/em><\/h4>\n<\/li>\n<\/ol>\n
\n
Acantilado<\/em><\/h4>\n<\/li>\n<\/ol>\n
\n
Provocaci\u00f3n<\/em><\/h4>\n<\/li>\n<\/ol>\n