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Una informaci\u00f3n diferente<\/strong><\/p>\n Soy una de esas grandes enciclopedias que contienen en sus p\u00e1ginas parte del saber humano. Nac\u00ed en Tur\u00edn. Me bautizaron con tinta de imprenta. Me pusieron el pomposo nombre de \u00abDiccionario hist\u00f3rico, geogr\u00e1fico, estad\u00edstico y comercial de los estados de su majestad el rey de Savoya\u00bb. Mis 29 vol\u00famenes forman una monumental obra de consulta.<\/p>\n Mi creador, el abad Godofredo Casalis, con mano firme y tes\u00f3n encomiable, emple\u00f3 veinte a\u00f1os en redactarme. Citas documentadas. Minuciosas descripciones. Itinerarios comerciales. Mapas. Leyendas. Tradiciones populares.<\/p>\n Cuando me destinaron a la Biblioteca Nacional de Tur\u00edn, una mezcla de orgullo y vanagloria se desliz\u00f3 por entre mis vol\u00famenes. No obstante, mi satisfacci\u00f3n dur\u00f3 poco. Me hallaba aherrojada en una tediosa soledad. Nadie me tomaba entre sus manos. Una tenue p\u00e1tina de polvo se depositaba en la parte superior de mis tomos.<\/p>\n Sin embargo, todo cambi\u00f3 aquella ma\u00f1ana. Unas manos me despertaron del letargo. Era un joven sacerdote. Tom\u00f3 un volumen, luego otro\u2026 Sac\u00f3 un cuaderno. Anot\u00f3 retazos de historia. Garabate\u00f3 recorridos geogr\u00e1ficos. Apunt\u00f3 leyendas\u2026 Su mirada recorri\u00f3 parajes emblem\u00e1ticos: Albugnano, Abad\u00eda de Vezzolano, Castillo de Montaldo\u2026 Me esforc\u00e9 por serle \u00fatil.<\/p>\n Cuando march\u00f3, me entr\u00f3 curiosidad. \u00bfQui\u00e9n era aquel sacerdote? \u00bfPor qu\u00e9 su inter\u00e9s en extraer parte de mis conocimientos?<\/p>\n Al d\u00eda siguiente atraves\u00f3 nuevamente el umbral de la biblioteca. Me alegr\u00e9. Pero en esta ocasi\u00f3n no ven\u00eda solo: le acompa\u00f1aban dos j\u00f3venes provistos de sendos cuadernos. Antes de coger mis tomos entre sus manos, les explic\u00f3 en voz baja su cometido. Aguc\u00e9 el o\u00eddo.<\/p>\n Cuando escuch\u00e9 su prop\u00f3sito, me embarg\u00f3 una oleada de asombro y admiraci\u00f3n. Aquel joven sacerdote, llamado Don Bosco, preparaba un recorrido de tres semanas por las monta\u00f1as del Monferrato para sus chicos del Oratorio, donde hab\u00eda acogido a decenas de hu\u00e9rfanos que hab\u00edan perdido a sus padres en las terribles batallas de Magenta y Solferino. Deseaba ofrecerles una experiencia \u00fanica.<\/p>\n Cuando me enter\u00e9 de que yo hab\u00eda sido la enciclopedia elegida para ilustrar misi\u00f3n tan noble, puse toda mi sabidur\u00eda a su servicio. Vi\u00e9ndoles trabajar con tanto empe\u00f1o sobre mi cuerpo de papel, a duras penas consegu\u00ed aquietar mis emociones.<\/p>\n Si alg\u00fan d\u00eda vas a la Biblioteca Nacional de Tur\u00edn y tomas entre tus manos mi volumen primero, donde se da noticia de la poblaci\u00f3n de Albugnano y su abad\u00eda, ver\u00e1s emborronada la tinta de algunas l\u00edneas\u2026 No me lo tengas en cuenta. Aunque tan s\u00f3lo soy una enciclopedia hecha con hojas de papel, aquel d\u00eda no pude reprimir varias l\u00e1grimas de alegr\u00eda.<\/p>\n Nota: Verano 1859. La guerra de Francia y Piamonte contra Austria deja numerosos hu\u00e9rfanos tras las batallas de Magenta y Solferino. Don Bosco acoge a decenas de ellos. Para alegrarles, prepara un itinerario de 20 d\u00edas por las monta\u00f1as del Monferrato. Se informa de los lugares a visitar con el \u00abDizionario Casalis\u00bb (MBe VI, 209-211).<\/em><\/p>\n [\/et_pb_text][et_pb_button _builder_version=\u00bb4.25.1″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb button_text=\u00bbBolet\u00edn Salesiano\u00bb button_url=\u00bbhttps\/\/salesianos.info\/boletin-salesiano\/\u00bb url_new_window=\u00bbon\u00bb custom_button=\u00bbon\u00bb button_text_size=\u00bb17px\u00bb button_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_icon=\u00bb5||divi||400″ button_icon_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_alignment=\u00bbcenter\u00bb hover_enabled=\u00bb0″ sticky_enabled=\u00bb0″][\/et_pb_button][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Una informaci\u00f3n diferente Soy una de esas grandes enciclopedias que contienen en sus p\u00e1ginas parte del saber humano. Nac\u00ed en Tur\u00edn. Me bautizaron con tinta de imprenta. 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Citas documentadas. Minuciosas descripciones. Itinerarios comerciales. Mapas. Leyendas. Tradiciones populares.<\/p> Cuando me destinaron a la Biblioteca Nacional de Tur\u00edn, una mezcla de orgullo y vanagloria se desliz\u00f3 por entre mis vol\u00famenes. No obstante, mi satisfacci\u00f3n dur\u00f3 poco. Me hallaba aherrojada en una tediosa soledad. Nadie me tomaba entre sus manos. Una tenue p\u00e1tina de polvo se depositaba en la parte superior de mis tomos.<\/p> Sin embargo, todo cambi\u00f3 aquella ma\u00f1ana. Unas manos me despertaron del letargo. Era un joven sacerdote. Tom\u00f3 un volumen, luego otro\u2026 Sac\u00f3 un cuaderno. Anot\u00f3 retazos de historia. Garabate\u00f3 recorridos geogr\u00e1ficos. Apunt\u00f3 leyendas\u2026 Su mirada recorri\u00f3 parajes emblem\u00e1ticos: Albugnano, Abad\u00eda de Vezzolano, Castillo de Montaldo\u2026 Me esforc\u00e9 por serle \u00fatil.<\/p> Cuando march\u00f3, me entr\u00f3 curiosidad. \u00bfQui\u00e9n era aquel sacerdote? \u00bfPor qu\u00e9 su inter\u00e9s en extraer parte de mis conocimientos?<\/p> Al d\u00eda siguiente atraves\u00f3 nuevamente el umbral de la biblioteca. Me alegr\u00e9. Pero en esta ocasi\u00f3n no ven\u00eda solo: le acompa\u00f1aban dos j\u00f3venes provistos de sendos cuadernos. Antes de coger mis tomos entre sus manos, les explic\u00f3 en voz baja su cometido. Aguc\u00e9 el o\u00eddo.<\/p> Cuando escuch\u00e9 su prop\u00f3sito, me embarg\u00f3 una oleada de asombro y admiraci\u00f3n. Aquel joven sacerdote, llamado Don Bosco, preparaba un recorrido de tres semanas por las monta\u00f1as del Monferrato para sus chicos del Oratorio, donde hab\u00eda acogido a decenas de hu\u00e9rfanos que hab\u00edan perdido a sus padres en las terribles batallas de Magenta y Solferino. Deseaba ofrecerles una experiencia \u00fanica.<\/p> Cuando me enter\u00e9 de que yo hab\u00eda sido la enciclopedia elegida para ilustrar misi\u00f3n tan noble, puse toda mi sabidur\u00eda a su servicio. Vi\u00e9ndoles trabajar con tanto empe\u00f1o sobre mi cuerpo de papel, a duras penas consegu\u00ed aquietar mis emociones.<\/p> Si alg\u00fan d\u00eda vas a la Biblioteca Nacional de Tur\u00edn y tomas entre tus manos mi volumen primero, donde se da noticia de la poblaci\u00f3n de Albugnano y su abad\u00eda, ver\u00e1s emborronada la tinta de algunas l\u00edneas\u2026 No me lo tengas en cuenta. Aunque tan s\u00f3lo soy una enciclopedia hecha con hojas de papel, aquel d\u00eda no pude reprimir varias l\u00e1grimas de alegr\u00eda.<\/p> Nota: Verano 1859. La guerra de Francia y Piamonte contra Austria deja numerosos hu\u00e9rfanos tras las batallas de Magenta y Solferino. Don Bosco acoge a decenas de ellos. Para alegrarles, prepara un itinerario de 20 d\u00edas por las monta\u00f1as del Monferrato. Se informa de los lugares a visitar con el \u00abDizionario Casalis\u00bb (MBe VI, 209-211).<\/em><\/p>","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[362,368],"tags":[4453,3218,3230,3272,4454,3360],"class_list":["post-120916","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-blogs","category-las-cosas-de-don-bosco","tag-dizionario-casalis","tag-don-bosco","tag-guerra","tag-historia-salesiana","tag-monferrato","tag-turin","et-doesnt-have-format-content","et_post_format-et-post-format-standard"],"yoast_head":"\n