[et_pb_section fb_built=\u00bb1″ admin_label=\u00bbsection\u00bb _builder_version=\u00bb4.16″ global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_row admin_label=\u00bbrow\u00bb _builder_version=\u00bb4.16″ background_size=\u00bbinitial\u00bb background_position=\u00bbtop_left\u00bb background_repeat=\u00bbrepeat\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_column type=\u00bb4_4″ _builder_version=\u00bb4.16″ custom_padding=\u00bb|||\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb custom_padding__hover=\u00bb|||\u00bb][et_pb_text _builder_version=\u00bb4.25.2″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb]<\/p>\n
Estos d\u00edas estamos que no podemos m\u00e1s: La pandemia desbocada a causa de la irresponsabilidad ciudadana, como hab\u00edan augurado los expertos; la ola de fr\u00edo m\u00e1s intensa en cincuenta a\u00f1os; las im\u00e1genes del intento de golpe de estado con violencia en la primera democracia de la historia moderna, por citar solo algunas causas de desasosiego. Y, aderezando todo este conglomerado, tenemos a negacionistas negando la pandemia, la nieve, las vacunas, y cuestionando la esfericidad de la tierra.\u00a0<\/span><\/p>\n \u00bfQu\u00e9 tienen en com\u00fan los movimientos populistas con los negacionistas de la pandemia, y los terraplanistas?: La negaci\u00f3n de la realidad, o, si se quiere, la creaci\u00f3n de una \u201crealidad alternativa\u201d. \u00c9sta es la otra pandemia, devastadora y sin posibilidad de vacuna alguna. Me refiero a la pandemia de la estupidez.\u00a0<\/span><\/p>\n Esto no ha surgido de la nada, sino que est\u00e1 relacionado con varios rasgos de nuestra cultura occidental:\u00a0<\/span><\/p>\n La exaltaci\u00f3n del individuo frente a lo objetivo y externo. Y aqu\u00ed metemos a cualquier instituci\u00f3n, y autoridad.\u00a0<\/span><\/p>\n La desconfianza de las instituciones. En estos a\u00f1os de crisis financiera muchos ciudadanos ven a las instituciones como c\u00f3mplices de las desgracias que les suceden, o, por lo menos, las consideran ineficaces.\u00a0<\/span><\/p>\n El cuestionamiento del concepto esencialista de verdad<\/span>.<\/b> La verdad no est\u00e1 en las cosas, sino en la percepci\u00f3n que tengo de ella. Verdad es lo que me conviene, me agrada, lo que en este momento me apetece admitir como tal.\u00a0<\/span><\/p>\n De ah\u00ed a poner en duda la verdad cient\u00edfica, que tan trabajosamente se han destilado en la cultura occidental a lo largo de cinco siglos. Y esto sin rubor ni complejo. As\u00ed, se defienden teor\u00edas que hace unos a\u00f1os a nadie se le hubiera ocurrido proponer, como el terraplanismo. La verdad subjetiva es tomada en cuenta sin pasar por ninguna criba, bajo pretexto de la respetabilidad de todas las opiniones.<\/span><\/p>\n Cuando estas \u201cverdades\u201d con compartidas por un grupo, se comparte un relato compartido acr\u00edticamente, seg\u00fan conveniencia, frente a los hechos probados, sin ser cuestionado cr\u00edticamente. Y si a este grupo se les presenta un enemigo com\u00fan, ya se les da una raz\u00f3n de existir, alimentado por la emoci\u00f3n.<\/span><\/p>\n Si a esto le a\u00f1adimos unos toques de nacionalismo enfermizo (expresi\u00f3n redundante) con bandera y marcha militar (la marcha militar es facultativa), ya tenemos el c\u00f3ctel perfecto para inhibir el ejercicio del pensamiento cr\u00edtico.\u00a0<\/span><\/p>\n Una primera reflexi\u00f3n desde la perspectiva del educador es la urgencia de educar\u00a0 al pensamiento cr\u00edtico en las aulas. El educador salesiano debe ofrecer herramientas que permitan reflexionar, relacionar acontecimientos, enfrentarse a verdades enlatadas; fomentar la autonom\u00eda de pensamiento. Es una vacuna poderosa frente a estos movimientos de masas que suelen fomentar la exaltaci\u00f3n del l\u00edder, el autoritarismo, y la renuncia al pensamiento aut\u00f3nomo.\u00a0<\/span><\/p>\n Estos grupos tienen otra caracter\u00edstica inquietante:\u00a0 su connivencia\u00a0 con los sectores m\u00e1s rancios del catolicismo. Por ejemplo, recordemos las acusaciones delirantes del inagotable Vigan\u00f2, partidario de Trump, en las que denuncia el supuesto complot del Papa con Biden para expulsar a su adorado l\u00edder de la Casa Blanca. \u00bfQu\u00e9 importan los hechos, si ya tengo el relato que conviene a mis hordas?<\/span><\/p>\n Es preocupante que estos movimientos encuentren en sectores de nuestra Iglesia unas simpat\u00edas que por otro lado no constituyen un hecho nuevo. Basta con mirar al pasado, y no lejano.\u00a0<\/span><\/p>\n Frente a esto, en la\u00a0 Iglesia Cat\u00f3lica debemos hacer una valiente autocr\u00edtica y no caer en los viejos errores de identificarse con aquellos que van a \u201cdefender\u201d lo que entienden por civilizaci\u00f3n cristiana. Porque estos grupos que abundan en discursos patri\u00f3ticos suelen carecer de propuestas sociales, y de atenci\u00f3n a los m\u00e1s desfavorecidos. Suelen suplir su falta de sensibilidad social con agitaci\u00f3n de banderas y sentimientos patrios. Son vendedores de humo experimentados.\u00a0<\/span><\/p>\n Lo \u00fanico que tenemos que defender como Iglesia es a los m\u00e1s vulnerables, a los m\u00e1s d\u00e9biles. La mejor forma de anunciar el Evangelio es repetir los gestos liberadores de Jes\u00fas. Cuando la coherencia con el evangelio conduce a la identificaci\u00f3n con el pobre, el extranjero, quien tiene hambre y sed, el enfermo, el excluido\u2026 incluso es posible que se lleve uno el sambenito de \u201ccomunista\u201d, como le ha pasado al mismo papa. Ya sabemos: quien sigue los pasos de Jes\u00fas, termina crucificado.\u00a0<\/span><\/p>\n <\/p>\n [\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Estos d\u00edas estamos que no podemos m\u00e1s: La pandemia desbocada a causa de la irresponsabilidad ciudadana, como hab\u00edan augurado los expertos; la ola de fr\u00edo m\u00e1s intensa en cincuenta a\u00f1os; las im\u00e1genes del intento de golpe de estado con violencia en la primera democracia de la historia moderna, por citar solo algunas causas de desasosiego. 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