[et_pb_section fb_built=\u00bb1″ admin_label=\u00bbsection\u00bb _builder_version=\u00bb4.16″ global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_row admin_label=\u00bbrow\u00bb _builder_version=\u00bb4.16″ background_size=\u00bbinitial\u00bb background_position=\u00bbtop_left\u00bb background_repeat=\u00bbrepeat\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_column type=\u00bb4_4″ _builder_version=\u00bb4.16″ custom_padding=\u00bb|||\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb custom_padding__hover=\u00bb|||\u00bb][et_pb_text _builder_version=\u00bb4.25.2″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb hover_enabled=\u00bb0″ sticky_enabled=\u00bb0″]<\/p>\n
\u201cLo que hicisteis a uno de estos peque\u00f1os, a m\u00ed me lo hicisteis\u201d. (Mt 25, 40)\u00a0<\/span><\/p>\n <\/p>\n El otro d\u00eda me llam\u00f3 la atenci\u00f3n la noticia citada en alg\u00fan medio digital, en la que se comentaban las reacciones en redes sociales a un joven trabajador de Glovo, que pasaba el tiempo muerto entre pedidos, estudiando a la luz de una farola. Mucha gente alababa a este joven, y contrapon\u00eda su actitud positiva con la de aquellos que destrozan escaparates, bajo el pretexto de reivindicar la libertad de expresi\u00f3n.\u00a0<\/span><\/p>\n Yo tambi\u00e9n me uno al aplauso, pero no me puedo quedar ah\u00ed. Porque me pregunto qu\u00e9 hace un estudiante con coraje y decisi\u00f3n, malviviendo de las migajas que esa plataforma puede ofrecerle, pues sabemos cu\u00e1les son las tremendas condiciones laborales que han de aceptar quienes se someten a tales grados de precariedad.\u00a0<\/span><\/p>\n No me quedar\u00eda tranquilo si no me revolviera con todas mis fuerzas contra estas condiciones propiciadas por leyes laborales que no han beneficiado nada m\u00e1s que la cuenta de resultados de empresas carro\u00f1eras, que han subido y ganado en bolsa a costa de las condiciones de semiesclavitud a las que someten a sus trabajadores. (Si al llegar a este punto piensas que exagero, es porque tu situaci\u00f3n laboral est\u00e1 por encima de este promedio, en el que Espa\u00f1a destaca sobre la media de pa\u00edses de la Uni\u00f3n Europea). Sabido es que la pobreza afecta cada vez a m\u00e1s hogares, y esto suced\u00eda mucho antes de la pandemia, y que la precariedad avanza a ritmo terror\u00edfico.\u00a0<\/span><\/p>\n A\u00f1adamos a esto los precios de alquiler, sometidos a la ley de la oferta y la demanda, a despecho de lo que dice el art\u00edculo 47 de la Constituci\u00f3n, en la que se anuncia que \u201clos poderes p\u00fablicos… establecer\u00e1n las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilizaci\u00f3n del suelo de acuerdo con el inter\u00e9s general \u2026 para impedir la especulaci\u00f3n\u201d. Porque hay cosas como la salud, la vivienda, el derecho al trabajo, que no pueden estar sometidos a los intereses de especuladores burs\u00e1tiles. Y no se trata nada m\u00e1s que de aplicar la Constituci\u00f3n, que es ni m\u00e1s ni menos un documento que deber\u00eda inspirar las leyes elaboradas en nuestro pa\u00eds.\u00a0<\/span><\/p>\n La Sanidad todav\u00eda no ha ca\u00eddo en las garras de especuladores, a pesar de los esfuerzos de algunos grupos pol\u00edticos por desmantelarla para beneficiar a grupos multinacionales.\u00a0<\/span><\/p>\n El trabajo se convierte en objeto de especulaci\u00f3n como en los buenos tiempos del capitalismo decimon\u00f3nico. Con el agravante que en este siglo la tecnolog\u00eda se ha aliado con los poderes econ\u00f3micos, para mejor gestionar el trabajo, y crear ficciones\u00a0 jur\u00eddicas, en las que los nuevos esclavos aparecen como \u201cemprendedores\u201d. A partir de ah\u00ed, se edulcora el relato, y se aplaude al bravo estudiante que estudia quem\u00e1ndose las pesta\u00f1as, a la luz de una farola, en vez de estudiar donde deber\u00eda estudiar: en una\u00a0 habitaci\u00f3n c\u00f3moda, en buenas condiciones de iluminaci\u00f3n, en vez de vender su tiempo y energ\u00edas a los nuevos vampiros del siglo XX, que han encontrado forma \u201ccuqui\u201d de disfrazar la esclavitud.\u00a0<\/span><\/p>\n No faltar\u00e1 un pol\u00edtico que afirme: \u201cM\u00e1s vale tener contrato basura, que no tener nada\u201d, repitiendo la expresi\u00f3n de los antiguos explotadores, que reclamaban la \u201clibertad\u201d de negocios: la libertad de oprimir, explotar, pisotear la dignidad de los que menos poder tienen.<\/span><\/p>\n Y habr\u00e1 bienintencionados que aplaudan, e incluso v\u00edctimas que se identifiquen con ellos, pues el discurso envuelto en banderas patri\u00f3ticas resulta digerible, y los explotados se resignan a su suerte, anestesiados con himnos y glorias patrias.\u00a0<\/span><\/p>\n Me parece muy grave que ocurran estas situaciones. Y creo que los cristianos tenemos que rebelarnos ante este estado de cosas. No podemos\u00a0 normalizar este retorno al pasado, donde la injusta desigualdad se acent\u00faa, y la precariedad se institucionaliza progresivamente.\u00a0<\/span><\/p>\n Al leer la noticia se ha encendido mi indignaci\u00f3n. Y me he puesto a escribir, con la esperanza de contagiarla, recordando las palabras de Jes\u00fas, pues de la forma c\u00f3mo tratamos a los m\u00e1s vulnerables, depender\u00e1 el juicio definitivo sobre nuestras vidas. Durante mi estancia en Mal\u00ed, era frecuente ver a j\u00f3venes estudiando bajo las farolas. Lo que nunca imagin\u00e9 es que esta imagen la ver\u00eda en mi pa\u00eds.<\/span><\/p>\n [\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u201cLo que hicisteis a uno de estos peque\u00f1os, a m\u00ed me lo hicisteis\u201d. 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