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\u00abDilexit nos\u00bb, la cuarta Enc\u00edclica de Francisco, retoma la tradici\u00f3n y actualidad del pensamiento \u00absobre el amor humano y divino del Coraz\u00f3n de Jesucristo\u00bb.<\/p>\n
En esta novena Enc\u00edclica el Papa Francisco invita a renovar la aut\u00e9ntica devoci\u00f3n \u00a0al Coraz\u00f3n de Jes\u00fas para no olvidar la ternura de la fe, la alegr\u00eda de ponerse al servicio y el fervor de la misi\u00f3n: porque el Coraz\u00f3n de Jes\u00fas nos impulsa a amar y nos env\u00eda a los hermanos.<\/p>\n
\u00ab\u00bbNos am\u00f3\u00bb, dice san Pablo refiri\u00e9ndose a Cristo (Rm 8,37), para hacernos descubrir que de este amor nada \u00abpodr\u00e1 separarnos\u00bb (Rm 8,39)\u00bb. As\u00ed comienza la cuarta Enc\u00edclica del Papa Francisco, titulada a partir del incipit \u00abDilexit nos\u00bb y dedicada al amor humano y divino del Coraz\u00f3n de Jesucristo: \u00abSu coraz\u00f3n abierto va delante de nosotros y nos espera sin condiciones, sin exigir ning\u00fan requisito previo para amarnos y ofrecernos su amistad: \u00c9l nos am\u00f3 primero (cf. 1 Jn 4,10). Gracias a Jes\u00fas ‘hemos conocido y cre\u00eddo el amor que Dios nos tiene’ (1 Jn 4, 16)\u00bb<\/p>\n
En una sociedad -escribe el Papa- que ve multiplicarse \u00abdiversas formas de religiosidad sin referencia a una relaci\u00f3n personal con un Dios de amor\u00bb mientras el cristianismo olvida a menudo \u00abla ternura de la fe, la alegr\u00eda de la entrega al servicio, el fervor de la misi\u00f3n de persona a persona\u00bb el Papa Francisco propone una nueva profundizaci\u00f3n en el amor de Cristo representado en su santo Coraz\u00f3n y nos invita a renovar nuestra aut\u00e9ntica devoci\u00f3n recordando que en el Coraz\u00f3n de Cristo \u00abpodemos encontrar todo el Evangelio\u00bb (es en su Coraz\u00f3n donde \u00abfinalmente nos reconocemos y aprendemos a amar\u00bb).<\/p>\n
Francisco explica que, encontrando el amor de Cristo, \u00abnos hacemos capaces de tejer lazos fraternos, de reconocer la dignidad de todo ser humano y de cuidar juntos nuestra casa com\u00fan\u00bb, como nos invita a hacer en sus enc\u00edclicas sociales Laudato si ‘ y Fratelli tutti. Y ante el Coraz\u00f3n de Cristo, pide al Se\u00f1or \u00abque vuelva a tener compasi\u00f3n de esta tierra herida\u00bb y derrame sobre ella \u00ablos tesoros de su luz y de su amor\u00bb, para que el mundo, \u00absobreviviendo entre guerras, desequilibrios socioecon\u00f3micos, consumismo y uso antihumano de la tecnolog\u00eda, recupere lo m\u00e1s importante y necesario: el coraz\u00f3n\u00bb.<\/p>\n
Al anunciar la preparaci\u00f3n del documento al final de la audiencia general del 5 de junio, el Pont\u00edfice hab\u00eda dejado claro que ayudar\u00eda a meditar sobre los aspectos \u00abdel amor del Se\u00f1or que pueden iluminar el camino de la renovaci\u00f3n eclesial; pero tambi\u00e9n que pueden decir algo significativo a un mundo que parece haber perdido el coraz\u00f3n\u00bb. Y ello mientras se celebran los 350 a\u00f1os de la primera manifestaci\u00f3n del Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas a Santa Margarita Mar\u00eda Alacoque en 1673, que se clausurar\u00e1n el 27 de junio de 2025.<\/p>\n
Abierta por una breve introducci\u00f3n y dividida en cinco cap\u00edtulos, la Enc\u00edclica sobre el culto al Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas recoge, como se anunci\u00f3 en junio, \u00ablas preciosas reflexiones de anteriores textos magisteriales y de una larga historia que se remonta a las Sagradas Escrituras, para volver a proponer hoy, a toda la Iglesia, este culto cargado de belleza espiritual\u00bb.<\/p>\n
El primer cap\u00edtulo, \u00abLa importancia del coraz\u00f3n\u00bb, explica por qu\u00e9 es necesario \u00abvolver al coraz\u00f3n\u00bb en un mundo en el que estamos tentados de \u00abconvertirnos en consumistas insaciables y esclavos de los engranajes de un mercado\u00bb. Lo hace analizando lo que entendemos por \u00abcoraz\u00f3n\u00bb: la Biblia habla de \u00e9l como un n\u00facleo \u00abque est\u00e1 detr\u00e1s de todas las apariencias\u00bb , un lugar donde \u00abno importa lo que se muestre por fuera ni lo que se oculte, ah\u00ed estamos nosotros mismos\u00bb. Al coraz\u00f3n conducen las preguntas que importan: qu\u00e9 sentido quiero que tengan mi vida, mis opciones o mis acciones, qui\u00e9n soy yo ante Dios.<\/p>\n
El Papa se\u00f1ala que la actual devaluaci\u00f3n del coraz\u00f3n proviene del \u00abracionalismo griego y precristiano, del idealismo postcristiano y del materialismo\u00bb, de modo que en el gran pensamiento filos\u00f3fico se han preferido conceptos como \u00abraz\u00f3n, voluntad o libertad\u00bb. Y al no encontrar lugar para el coraz\u00f3n, \u00abni siquiera se ha desarrollado ampliamente la idea de un centro personal\u00bb que pueda unificarlo todo, a saber, el amor. En cambio, para el Pont\u00edfice, hay que reconocer que \u00abyo soy mi coraz\u00f3n, porque es lo que me distingue, me configura en mi identidad espiritual y me pone en comuni\u00f3n con los dem\u00e1s\u00bb.<\/p>\n
Es el coraz\u00f3n \u00abel que une los fragmentos\u00bb y hace posible \u00abcualquier v\u00ednculo aut\u00e9ntico, porque una relaci\u00f3n que no se construye con el coraz\u00f3n es incapaz de superar la fragmentaci\u00f3n del individualismo\u00bb . La espiritualidad de santos como Ignacio de Loyola (aceptar la amistad del Se\u00f1or es cosa del coraz\u00f3n) y san John Henry Newman (el Se\u00f1or nos salva habl\u00e1ndonos al coraz\u00f3n desde su Sagrado Coraz\u00f3n) nos ense\u00f1a, escribe el Papa Francisco, que \u00abante el Coraz\u00f3n de Jes\u00fas, vivo y presente, nuestra mente, iluminada por el Esp\u00edritu, comprende las palabras de Jes\u00fas\u00bb. Y esto tiene consecuencias sociales, porque el mundo puede cambiar \u00aba partir del coraz\u00f3n\u00bb.<\/p>\n
El segundo cap\u00edtulo est\u00e1 dedicado a los gestos y palabras de amor de Cristo. Los gestos con los que nos trata como amigos y muestra que Dios \u00abes cercan\u00eda, compasi\u00f3n y ternura\u00bb se ven en sus encuentros con la samaritana, con Nicodemo, con la prostituta, con la ad\u00faltera y con el ciego del camino (35). Su mirada, que \u00abescruta lo m\u00e1s profundo de tu ser\u00bb , muestra que Jes\u00fas \u00abpresta toda su atenci\u00f3n a las personas, a sus preocupaciones, a su sufrimiento\u00bb. De tal manera \u00abque admira las cosas buenas que reconoce en nosotros\u00bb, como en el centuri\u00f3n, aunque los dem\u00e1s las ignoren. Su palabra de amor m\u00e1s elocuente es estar \u00abclavado en la Cruz\u00bb, despu\u00e9s de llorar por su amigo L\u00e1zaro y sufrir en el Huerto de los Olivos, consciente de su propia muerte violenta \u00aba manos de aquellos a quienes tanto amaba\u00bb.<\/p>\n
En el tercer cap\u00edtulo, \u00abEste es el Coraz\u00f3n que tanto am\u00f3\u00bb, el Pont\u00edfice recuerda c\u00f3mo la Iglesia reflexiona y ha reflexionado en el pasado \u00absobre el santo misterio del Coraz\u00f3n del Se\u00f1or\u00bb. Lo hace refiri\u00e9ndose a la Enc\u00edclica Haurietis aquas, de P\u00edo XII, sobre la devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas (1956). Aclara que \u00abla devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo no es la adoraci\u00f3n de un \u00f3rgano separado de la Persona de Jes\u00fas\u00bb, porque adoramos \u00aba Jesucristo entero, el Hijo de Dios hecho hombre, representado en una imagen suya en la que destaca su coraz\u00f3n\u00bb. La imagen del coraz\u00f3n de carne, subraya el Papa, nos ayuda a contemplar, en la devoci\u00f3n, que \u00abel amor del Coraz\u00f3n de Jesucristo, no s\u00f3lo incluye la caridad divina, sino que se extiende a los sentimientos del afecto humano\u00bb Su Coraz\u00f3n, contin\u00faa Francisco citando a Benedicto XVI, contiene un \u00abtriple amor\u00bb: el amor sensible de su coraz\u00f3n f\u00edsico \u00aby su doble amor espiritual, el humano y el divino\u00bb, en el que encontramos \u00ablo infinito en lo finito\u00bb.<\/p>\n
Las visiones de algunos santos particularmente devotos del Coraz\u00f3n de Cristo – precisa Francisco – \u00abson bellos est\u00edmulos que pueden motivar y hacer mucho bien\u00bb, pero \u00abno son algo que los creyentes est\u00e9n obligados a creer como si fueran la Palabra de Dios\u00bb. As\u00ed, el Papa recuerda a P\u00edo XII que no se puede decir que este culto \u00abdeba su origen a revelaciones privadas\u00bb.<\/p>\n
Al contrario, \u00abla devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo es esencial a nuestra vida cristiana, en cuanto significa la plena apertura de la fe y de la adoraci\u00f3n al misterio del amor divino y humano del Se\u00f1or, hasta el punto de que podemos afirmar una vez m\u00e1s que el Sagrado Coraz\u00f3n es una s\u00edntesis del Evangelio\u00bb.<\/p>\n
A continuaci\u00f3n, el Pont\u00edfice invita a renovar la devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo tambi\u00e9n para contrarrestar \u00ablas nuevas manifestaciones de una \u201cespiritualidad sin carne\u201d que se multiplican en la sociedad\u00bb. Es necesario volver a la \u00abs\u00edntesis encarnada del Evangelio\u00bb \u00a0frente a \u00abcomunidades y pastores centrados s\u00f3lo en actividades externas, reformas estructurales desprovistas de Evangelio, organizaciones obsesivas, proyectos mundanos, pensamiento secularizado, en diversas propuestas presentadas como exigencias que a veces se pretende imponer a todos\u00bb.<\/p>\n
En los dos \u00faltimos cap\u00edtulos, el Papa Francisco destaca los dos aspectos que \u00abla devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n debe mantener unidos para seguir aliment\u00e1ndonos y acerc\u00e1ndonos al Evangelio: la experiencia espiritual personal y el compromiso comunitario y misionero\u00bb. En el cuarto, \u00abEl amor que da de beber\u00bb, relee las Sagradas Escrituras y, con los primeros cristianos, reconoce a Cristo y su costado abierto en \u00abaquel a quien traspasaron\u00bb, al que Dios se refiere a s\u00ed mismo en la profec\u00eda del libro de Zacar\u00edas. Un manantial abierto para el pueblo, para saciar su sed del amor de Dios, \u00abpara lavar el pecado y la impureza\u00bb. Varios Padres de la Iglesia mencionaron \u00abla llaga del costado de Jes\u00fas como fuente del agua del Esp\u00edritu\u00bb, sobre todo san Agust\u00edn, que \u00ababri\u00f3 el camino a la devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n como lugar de encuentro personal con el Se\u00f1or\u00bb. Poco a poco, este costado herido, recuerda el Papa, \u00ablleg\u00f3 a asumir la figura del coraz\u00f3n\u00bb, y enumera varias santas mujeres que \u00abcontaron experiencias de su encuentro con Cristo, caracterizadas por el descanso en el Coraz\u00f3n del Se\u00f1or\u00bb. Entre los devotos de los tiempos modernos, la Enc\u00edclica habla en primer lugar de san Francisco de Sales, que representa su propuesta de vida espiritual con \u00abun coraz\u00f3n atravesado por dos flechas, encerrado en una corona de espinas\u00bb .<\/p>\n
Bajo la influencia de esta espiritualidad, santa Margarita Mar\u00eda Alacoque relata las apariciones de Jes\u00fas en Paray-le-Monial, entre finales de diciembre de 1673 y junio de 1675. El n\u00facleo del mensaje que se nos transmite puede resumirse en aquellas palabras que oy\u00f3 santa Margarita: \u00abHe aqu\u00ed aquel Coraz\u00f3n que tanto am\u00f3 a los hombres y que no escatim\u00f3 nada hasta agotarse y consumirse para darles testimonio de su Amor\u00bb.<\/p>\n
De Santa Teresa de Lisieux, el documento recuerda haber llamado a Jes\u00fas \u00abAquel cuyo coraz\u00f3n lat\u00eda al un\u00edsono con el m\u00edo\u00bb \u00a0y sus cartas a su hermana Sor Mar\u00eda, que ayudan a no centrar la devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n \u00aben un aspecto doloroso\u00bb, el de quienes entend\u00edan la reparaci\u00f3n como \u00abprimac\u00eda de los sacrificios\u00bb, sino en la confianza \u00abcomo la mejor ofrenda, agradable al Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb.<\/p>\n
El Pont\u00edfice jesuita dedica tambi\u00e9n algunos pasajes de la Enc\u00edclica al lugar del Sagrado Coraz\u00f3n en la historia de la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas, subrayando que en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola propone al ejercitante \u00abentrar en el Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb en un di\u00e1logo de coraz\u00f3n a coraz\u00f3n. En diciembre de 1871, el padre Beckx consagr\u00f3 la Compa\u00f1\u00eda al Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas, y el padre Arrupe volvi\u00f3 a hacerlo en 1972. Las experiencias de santa Faustina Kowalska, se recuerda, vuelven a proponer la devoci\u00f3n \u00abcon un fuerte acento en la vida gloriosa del Resucitado y en la misericordia divina\u00bb y, motivado por ellas, san Juan Pablo II tambi\u00e9n \u00abvincul\u00f3 \u00edntimamente su reflexi\u00f3n sobre la misericordia con la devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb. Hablando de la \u00abdevoci\u00f3n de consolaci\u00f3n\u00bb, la Enc\u00edclica explica que ante los signos de la Pasi\u00f3n conservados por el Coraz\u00f3n del Resucitado, es inevitable \u00abque el creyente desee responder\u00bb tambi\u00e9n \u00abal dolor que Cristo acept\u00f3 soportar por tanto amor\u00bb. Y pide \u00abque nadie se burle de las expresiones de fervor creyente del pueblo fiel de Dios, que en su piedad popular busca consolar a Cristo\u00bb. Para que entonces \u00abdeseosos de consolarlo, salgamos consolados\u00bb y \u00abtambi\u00e9n nosotros podamos consolar a los que se encuentran en toda clase de aflicciones\u00bb.<\/p>\n
El quinto y \u00faltimo cap\u00edtulo, \u00abAmar por amor\u00bb, profundiza en la dimensi\u00f3n comunitaria, social y misionera de toda aut\u00e9ntica devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo, que, al \u00abllevarnos al Padre, nos env\u00eda a los hermanos\u00bb. De hecho, el amor a los hermanos es el \u00abmayor gesto que podemos ofrecerle a \u00c9l a cambio de amor\u00bb.<\/p>\n
Mirando a la historia de la espiritualidad, el Pont\u00edfice recuerda que el compromiso misionero de san Carlos de Foucauld hizo de \u00e9l un \u00abhermano universal\u00bb: \u00abdej\u00e1ndose modelar por el Coraz\u00f3n de Cristo, quiso acoger en su coraz\u00f3n fraterno a toda la humanidad sufriente\u00bb. Francisco habla luego de \u00abreparaci\u00f3n\u00bb, como explicaba san Juan Pablo II: \u00abofreci\u00e9ndonos juntos al Coraz\u00f3n de Cristo, \u00absobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia, se pueda construir la civilizaci\u00f3n del amor tan anhelada, el reino del Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb.<\/p>\n
La Enc\u00edclica recuerda de nuevo con san Juan Pablo II que \u00abla consagraci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo \u00abdebe asimilarse a la acci\u00f3n misionera de la Iglesia misma, porque responde al deseo del Coraz\u00f3n de Jes\u00fas de propagar en el mundo, a trav\u00e9s de los miembros de su Cuerpo, su entrega total al Reino\u00bb. En consecuencia, a trav\u00e9s de los cristianos, \u00abse derramar\u00e1 el amor en el coraz\u00f3n de los hombres, para que se edifique el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia y se construya tambi\u00e9n una sociedad de justicia, paz y fraternidad\u00bb. Para evitar el gran riesgo, subrayado por san Pablo VI, de que en la misi\u00f3n \u00abse digan muchas cosas y se hagan muchas cosas, pero no se pueda provocar el feliz encuentro con el amor de Cristo\u00bb, necesitamos \u00abmisioneros en el amor, que a\u00fan se dejen conquistar por Cristo\u00bb.<\/p>\n
El texto concluye con esta oraci\u00f3n de Francisco:<\/p>\n
\u00abPido al Se\u00f1or Jes\u00fas que de su santo Coraz\u00f3n broten para todos nosotros r\u00edos de agua viva para curar las heridas que nos infligimos, para fortalecer nuestra capacidad de amar y de servir, para impulsarnos a aprender a caminar juntos hacia un mundo justo, solidario y fraterno. Esto hasta que celebremos juntos con alegr\u00eda el banquete del reino celestial. All\u00ed estar\u00e1 Cristo resucitado, que armonizar\u00e1 todas nuestras diferencias con la luz que brota sin cesar de su Coraz\u00f3n abierto. Bendito sea siempre!\u00bb.<\/p>\n
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Una Enc\u00edclica que habla del amor. Que propone que en la misi\u00f3n \u00abse digan muchas cosas y se hagan muchas cosas, pero no se pueda provocar el feliz encuentro con el amor de Cristo\u00bb. Que anuncia la necesidad de \u00abmisioneros en el amor, que a\u00fan se dejen conquistar por Cristo\u00bb.<\/p>\n","protected":false},"author":6,"featured_media":128474,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"on","_et_pb_old_content":"
\u00abDilexit nos\u00bb, la cuarta Enc\u00edclica de Francisco, retoma la tradici\u00f3n y actualidad del pensamiento \u00absobre el amor humano y divino del Coraz\u00f3n de Jesucristo\u00bb.
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En esta novena Enc\u00edclica el Papa Francisco invita a renovar la aut\u00e9ntica devoci\u00f3n \u00a0al Coraz\u00f3n de Jes\u00fas para no olvidar la ternura de la fe, la alegr\u00eda de ponerse al servicio y el fervor de la misi\u00f3n: porque el Coraz\u00f3n de Jes\u00fas nos impulsa a amar y nos env\u00eda a los hermanos.
\u00a0
\u00ab\"Nos am\u00f3\", dice san Pablo refiri\u00e9ndose a Cristo (Rm 8,37), para hacernos descubrir que de este amor nada \"podr\u00e1 separarnos\" (Rm 8,39)\u00bb. As\u00ed comienza la cuarta Enc\u00edclica del Papa Francisco, titulada a partir del incipit \u00abDilexit nos\u00bb y dedicada al amor humano y divino del Coraz\u00f3n de Jesucristo: \u00abSu coraz\u00f3n abierto va delante de nosotros y nos espera sin condiciones, sin exigir ning\u00fan requisito previo para amarnos y ofrecernos su amistad: \u00c9l nos am\u00f3 primero (cf. 1 Jn 4,10). Gracias a Jes\u00fas 'hemos conocido y cre\u00eddo el amor que Dios nos tiene' (1 Jn 4, 16)\u00bb<\/p>
En una sociedad -escribe el Papa- que ve multiplicarse \u00abdiversas formas de religiosidad sin referencia a una relaci\u00f3n personal con un Dios de amor\u00bb mientras el cristianismo olvida a menudo \u00abla ternura de la fe, la alegr\u00eda de la entrega al servicio, el fervor de la misi\u00f3n de persona a persona\u00bb el Papa Francisco propone una nueva profundizaci\u00f3n en el amor de Cristo representado en su santo Coraz\u00f3n y nos invita a renovar nuestra aut\u00e9ntica devoci\u00f3n recordando que en el Coraz\u00f3n de Cristo \u00abpodemos encontrar todo el Evangelio\u00bb (es en su Coraz\u00f3n donde \u00abfinalmente nos reconocemos y aprendemos a amar\u00bb).<\/p>
Francisco explica que, encontrando el amor de Cristo, \u00abnos hacemos capaces de tejer lazos fraternos, de reconocer la dignidad de todo ser humano y de cuidar juntos nuestra casa com\u00fan\u00bb, como nos invita a hacer en sus enc\u00edclicas sociales Laudato si ' y Fratelli tutti. Y ante el Coraz\u00f3n de Cristo, pide al Se\u00f1or \u00abque vuelva a tener compasi\u00f3n de esta tierra herida\u00bb y derrame sobre ella \u00ablos tesoros de su luz y de su amor\u00bb, para que el mundo, \u00absobreviviendo entre guerras, desequilibrios socioecon\u00f3micos, consumismo y uso antihumano de la tecnolog\u00eda, recupere lo m\u00e1s importante y necesario: el coraz\u00f3n\u00bb.<\/p>
Al anunciar la preparaci\u00f3n del documento al final de la audiencia general del 5 de junio, el Pont\u00edfice hab\u00eda dejado claro que ayudar\u00eda a meditar sobre los aspectos \u00abdel amor del Se\u00f1or que pueden iluminar el camino de la renovaci\u00f3n eclesial; pero tambi\u00e9n que pueden decir algo significativo a un mundo que parece haber perdido el coraz\u00f3n\u00bb. Y ello mientras se celebran los 350 a\u00f1os de la primera manifestaci\u00f3n del Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas a Santa Margarita Mar\u00eda Alacoque en 1673, que se clausurar\u00e1n el 27 de junio de 2025.<\/p>
Abierta por una breve introducci\u00f3n y dividida en cinco cap\u00edtulos, la Enc\u00edclica sobre el culto al Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas recoge, como se anunci\u00f3 en junio, \u00ablas preciosas reflexiones de anteriores textos magisteriales y de una larga historia que se remonta a las Sagradas Escrituras, para volver a proponer hoy, a toda la Iglesia, este culto cargado de belleza espiritual\u00bb.
\u00a0
El primer cap\u00edtulo, \u00abLa importancia del coraz\u00f3n\u00bb, explica por qu\u00e9 es necesario \u00abvolver al coraz\u00f3n\u00bb en un mundo en el que estamos tentados de \u00abconvertirnos en consumistas insaciables y esclavos de los engranajes de un mercado\u00bb. Lo hace analizando lo que entendemos por \u00abcoraz\u00f3n\u00bb: la Biblia habla de \u00e9l como un n\u00facleo \u00abque est\u00e1 detr\u00e1s de todas las apariencias\u00bb , un lugar donde \u00abno importa lo que se muestre por fuera ni lo que se oculte, ah\u00ed estamos nosotros mismos\u00bb. Al coraz\u00f3n conducen las preguntas que importan: qu\u00e9 sentido quiero que tengan mi vida, mis opciones o mis acciones, qui\u00e9n soy yo ante Dios.
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El Papa se\u00f1ala que la actual devaluaci\u00f3n del coraz\u00f3n proviene del \u00abracionalismo griego y precristiano, del idealismo postcristiano y del materialismo\u00bb, de modo que en el gran pensamiento filos\u00f3fico se han preferido conceptos como \u00abraz\u00f3n, voluntad o libertad\u00bb. Y al no encontrar lugar para el coraz\u00f3n, \u00abni siquiera se ha desarrollado ampliamente la idea de un centro personal\u00bb que pueda unificarlo todo, a saber, el amor. En cambio, para el Pont\u00edfice, hay que reconocer que \u00abyo soy mi coraz\u00f3n, porque es lo que me distingue, me configura en mi identidad espiritual y me pone en comuni\u00f3n con los dem\u00e1s\u00bb.<\/p>
Es el coraz\u00f3n \u00abel que une los fragmentos\u00bb y hace posible \u00abcualquier v\u00ednculo aut\u00e9ntico, porque una relaci\u00f3n que no se construye con el coraz\u00f3n es incapaz de superar la fragmentaci\u00f3n del individualismo\u00bb . La espiritualidad de santos como Ignacio de Loyola (aceptar la amistad del Se\u00f1or es cosa del coraz\u00f3n) y san John Henry Newman (el Se\u00f1or nos salva habl\u00e1ndonos al coraz\u00f3n desde su Sagrado Coraz\u00f3n) nos ense\u00f1a, escribe el Papa Francisco, que \u00abante el Coraz\u00f3n de Jes\u00fas, vivo y presente, nuestra mente, iluminada por el Esp\u00edritu, comprende las palabras de Jes\u00fas\u00bb. Y esto tiene consecuencias sociales, porque el mundo puede cambiar \u00aba partir del coraz\u00f3n\u00bb.<\/p>
El segundo cap\u00edtulo est\u00e1 dedicado a los gestos y palabras de amor de Cristo. Los gestos con los que nos trata como amigos y muestra que Dios \u00abes cercan\u00eda, compasi\u00f3n y ternura\u00bb se ven en sus encuentros con la samaritana, con Nicodemo, con la prostituta, con la ad\u00faltera y con el ciego del camino (35). Su mirada, que \u00abescruta lo m\u00e1s profundo de tu ser\u00bb , muestra que Jes\u00fas \u00abpresta toda su atenci\u00f3n a las personas, a sus preocupaciones, a su sufrimiento\u00bb. De tal manera \u00abque admira las cosas buenas que reconoce en nosotros\u00bb, como en el centuri\u00f3n, aunque los dem\u00e1s las ignoren. Su palabra de amor m\u00e1s elocuente es estar \u00abclavado en la Cruz\u00bb, despu\u00e9s de llorar por su amigo L\u00e1zaro y sufrir en el Huerto de los Olivos, consciente de su propia muerte violenta \u00aba manos de aquellos a quienes tanto amaba\u00bb.<\/p>
En el tercer cap\u00edtulo, \u00abEste es el Coraz\u00f3n que tanto am\u00f3\u00bb, el Pont\u00edfice recuerda c\u00f3mo la Iglesia reflexiona y ha reflexionado en el pasado \u00absobre el santo misterio del Coraz\u00f3n del Se\u00f1or\u00bb. Lo hace refiri\u00e9ndose a la Enc\u00edclica Haurietis aquas, de P\u00edo XII, sobre la devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas (1956). Aclara que \u00abla devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo no es la adoraci\u00f3n de un \u00f3rgano separado de la Persona de Jes\u00fas\u00bb, porque adoramos \u00aba Jesucristo entero, el Hijo de Dios hecho hombre, representado en una imagen suya en la que destaca su coraz\u00f3n\u00bb. La imagen del coraz\u00f3n de carne, subraya el Papa, nos ayuda a contemplar, en la devoci\u00f3n, que \u00abel amor del Coraz\u00f3n de Jesucristo, no s\u00f3lo incluye la caridad divina, sino que se extiende a los sentimientos del afecto humano\u00bb Su Coraz\u00f3n, contin\u00faa Francisco citando a Benedicto XVI, contiene un \u00abtriple amor\u00bb: el amor sensible de su coraz\u00f3n f\u00edsico \u00aby su doble amor espiritual, el humano y el divino\u00bb, en el que encontramos \u00ablo infinito en lo finito\u00bb.<\/p>
Las visiones de algunos santos particularmente devotos del Coraz\u00f3n de Cristo - precisa Francisco - \u00abson bellos est\u00edmulos que pueden motivar y hacer mucho bien\u00bb, pero \u00abno son algo que los creyentes est\u00e9n obligados a creer como si fueran la Palabra de Dios\u00bb. As\u00ed, el Papa recuerda a P\u00edo XII que no se puede decir que este culto \u00abdeba su origen a revelaciones privadas\u00bb.<\/p>
Al contrario, \u00abla devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo es esencial a nuestra vida cristiana, en cuanto significa la plena apertura de la fe y de la adoraci\u00f3n al misterio del amor divino y humano del Se\u00f1or, hasta el punto de que podemos afirmar una vez m\u00e1s que el Sagrado Coraz\u00f3n es una s\u00edntesis del Evangelio\u00bb.<\/p>
A continuaci\u00f3n, el Pont\u00edfice invita a renovar la devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo tambi\u00e9n para contrarrestar \u00ablas nuevas manifestaciones de una \u201cespiritualidad sin carne\u201d que se multiplican en la sociedad\u00bb. Es necesario volver a la \u00abs\u00edntesis encarnada del Evangelio\u00bb \u00a0frente a \u00abcomunidades y pastores centrados s\u00f3lo en actividades externas, reformas estructurales desprovistas de Evangelio, organizaciones obsesivas, proyectos mundanos, pensamiento secularizado, en diversas propuestas presentadas como exigencias que a veces se pretende imponer a todos\u00bb.<\/p>
En los dos \u00faltimos cap\u00edtulos, el Papa Francisco destaca los dos aspectos que \u00abla devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n debe mantener unidos para seguir aliment\u00e1ndonos y acerc\u00e1ndonos al Evangelio: la experiencia espiritual personal y el compromiso comunitario y misionero\u00bb. En el cuarto, \u00abEl amor que da de beber\u00bb, relee las Sagradas Escrituras y, con los primeros cristianos, reconoce a Cristo y su costado abierto en \u00abaquel a quien traspasaron\u00bb, al que Dios se refiere a s\u00ed mismo en la profec\u00eda del libro de Zacar\u00edas. Un manantial abierto para el pueblo, para saciar su sed del amor de Dios, \u00abpara lavar el pecado y la impureza\u00bb. Varios Padres de la Iglesia mencionaron \u00abla llaga del costado de Jes\u00fas como fuente del agua del Esp\u00edritu\u00bb, sobre todo san Agust\u00edn, que \u00ababri\u00f3 el camino a la devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n como lugar de encuentro personal con el Se\u00f1or\u00bb. Poco a poco, este costado herido, recuerda el Papa, \u00ablleg\u00f3 a asumir la figura del coraz\u00f3n\u00bb, y enumera varias santas mujeres que \u00abcontaron experiencias de su encuentro con Cristo, caracterizadas por el descanso en el Coraz\u00f3n del Se\u00f1or\u00bb. Entre los devotos de los tiempos modernos, la Enc\u00edclica habla en primer lugar de san Francisco de Sales, que representa su propuesta de vida espiritual con \u00abun coraz\u00f3n atravesado por dos flechas, encerrado en una corona de espinas\u00bb .<\/p>
Bajo la influencia de esta espiritualidad, santa Margarita Mar\u00eda Alacoque relata las apariciones de Jes\u00fas en Paray-le-Monial, entre finales de diciembre de 1673 y junio de 1675. El n\u00facleo del mensaje que se nos transmite puede resumirse en aquellas palabras que oy\u00f3 santa Margarita: \u00abHe aqu\u00ed aquel Coraz\u00f3n que tanto am\u00f3 a los hombres y que no escatim\u00f3 nada hasta agotarse y consumirse para darles testimonio de su Amor\u00bb.<\/p>
De Santa Teresa de Lisieux, el documento recuerda haber llamado a Jes\u00fas \u00abAquel cuyo coraz\u00f3n lat\u00eda al un\u00edsono con el m\u00edo\u00bb \u00a0y sus cartas a su hermana Sor Mar\u00eda, que ayudan a no centrar la devoci\u00f3n al Sagrado Coraz\u00f3n \u00aben un aspecto doloroso\u00bb, el de quienes entend\u00edan la reparaci\u00f3n como \u00abprimac\u00eda de los sacrificios\u00bb, sino en la confianza \u00abcomo la mejor ofrenda, agradable al Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb.<\/p>
El Pont\u00edfice jesuita dedica tambi\u00e9n algunos pasajes de la Enc\u00edclica al lugar del Sagrado Coraz\u00f3n en la historia de la Compa\u00f1\u00eda de Jes\u00fas, subrayando que en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola propone al ejercitante \u00abentrar en el Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb en un di\u00e1logo de coraz\u00f3n a coraz\u00f3n. En diciembre de 1871, el padre Beckx consagr\u00f3 la Compa\u00f1\u00eda al Sagrado Coraz\u00f3n de Jes\u00fas, y el padre Arrupe volvi\u00f3 a hacerlo en 1972. Las experiencias de santa Faustina Kowalska, se recuerda, vuelven a proponer la devoci\u00f3n \u00abcon un fuerte acento en la vida gloriosa del Resucitado y en la misericordia divina\u00bb y, motivado por ellas, san Juan Pablo II tambi\u00e9n \u00abvincul\u00f3 \u00edntimamente su reflexi\u00f3n sobre la misericordia con la devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb. Hablando de la \u00abdevoci\u00f3n de consolaci\u00f3n\u00bb, la Enc\u00edclica explica que ante los signos de la Pasi\u00f3n conservados por el Coraz\u00f3n del Resucitado, es inevitable \u00abque el creyente desee responder\u00bb tambi\u00e9n \u00abal dolor que Cristo acept\u00f3 soportar por tanto amor\u00bb. Y pide \u00abque nadie se burle de las expresiones de fervor creyente del pueblo fiel de Dios, que en su piedad popular busca consolar a Cristo\u00bb. Para que entonces \u00abdeseosos de consolarlo, salgamos consolados\u00bb y \u00abtambi\u00e9n nosotros podamos consolar a los que se encuentran en toda clase de aflicciones\u00bb.<\/p>
El quinto y \u00faltimo cap\u00edtulo, \u00abAmar por amor\u00bb, profundiza en la dimensi\u00f3n comunitaria, social y misionera de toda aut\u00e9ntica devoci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo, que, al \u00abllevarnos al Padre, nos env\u00eda a los hermanos\u00bb. De hecho, el amor a los hermanos es el \u00abmayor gesto que podemos ofrecerle a \u00c9l a cambio de amor\u00bb.
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Mirando a la historia de la espiritualidad, el Pont\u00edfice recuerda que el compromiso misionero de san Carlos de Foucauld hizo de \u00e9l un \u00abhermano universal\u00bb: \u00abdej\u00e1ndose modelar por el Coraz\u00f3n de Cristo, quiso acoger en su coraz\u00f3n fraterno a toda la humanidad sufriente\u00bb. Francisco habla luego de \u00abreparaci\u00f3n\u00bb, como explicaba san Juan Pablo II: \u00abofreci\u00e9ndonos juntos al Coraz\u00f3n de Cristo, \u00absobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia, se pueda construir la civilizaci\u00f3n del amor tan anhelada, el reino del Coraz\u00f3n de Cristo\u00bb.<\/p>
La Enc\u00edclica recuerda de nuevo con san Juan Pablo II que \u00abla consagraci\u00f3n al Coraz\u00f3n de Cristo \u00abdebe asimilarse a la acci\u00f3n misionera de la Iglesia misma, porque responde al deseo del Coraz\u00f3n de Jes\u00fas de propagar en el mundo, a trav\u00e9s de los miembros de su Cuerpo, su entrega total al Reino\u00bb. En consecuencia, a trav\u00e9s de los cristianos, \u00abse derramar\u00e1 el amor en el coraz\u00f3n de los hombres, para que se edifique el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia y se construya tambi\u00e9n una sociedad de justicia, paz y fraternidad\u00bb. Para evitar el gran riesgo, subrayado por san Pablo VI, de que en la misi\u00f3n \u00abse digan muchas cosas y se hagan muchas cosas, pero no se pueda provocar el feliz encuentro con el amor de Cristo\u00bb, necesitamos \u00abmisioneros en el amor, que a\u00fan se dejen conquistar por Cristo\u00bb.<\/p>
El texto concluye con esta oraci\u00f3n de Francisco:<\/p>
\u00abPido al Se\u00f1or Jes\u00fas que de su santo Coraz\u00f3n broten para todos nosotros r\u00edos de agua viva para curar las heridas que nos infligimos, para fortalecer nuestra capacidad de amar y de servir, para impulsarnos a aprender a caminar juntos hacia un mundo justo, solidario y fraterno. Esto hasta que celebremos juntos con alegr\u00eda el banquete del reino celestial. All\u00ed estar\u00e1 Cristo resucitado, que armonizar\u00e1 todas nuestras diferencias con la luz que brota sin cesar de su Coraz\u00f3n abierto. Bendito sea siempre!\u00bb.<\/p>","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[364,2042,2874],"tags":[],"class_list":["post-128466","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-actualidad","category-familia-salesiana","category-ssm","et-has-post-format-content","et_post_format-et-post-format-standard"],"yoast_head":"\n