{"id":134273,"date":"2025-02-05T16:00:04","date_gmt":"2025-02-05T15:00:04","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=134273"},"modified":"2025-02-05T12:13:19","modified_gmt":"2025-02-05T11:13:19","slug":"fue-la-de-don-bosco-escuela-de-esperanza-para-francisco","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/fue-la-de-don-bosco-escuela-de-esperanza-para-francisco\/","title":{"rendered":"\u00bfFue la de Don Bosco escuela de esperanza para Francisco?"},"content":{"rendered":"
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El pasado 31 de enero se celebraba la fiesta de san Juan Bosco<\/strong>. Es curioso contemplar el papel que tiene la propuesta salesiana en la vida del joven Jorge Mario Bergoglio<\/strong>. En las primeras p\u00e1ginas de su autobiograf\u00eda, \u2018Esperanza\u2019 (Plaza&Jan\u00e9s, 2025), el Papa rememora sus a\u00f1os de la infancia y es interesante observar c\u00f3mo va surgiendo la luz en medio de las dificultades. Una lecci\u00f3n de vida muy estimulante para este Jubileo de la esperanza.<\/p>\n Como se\u00f1ala el papa Francisco en la bula de convocatoria del Jubileo, \u201cpara que cada uno sea capaz de dar, aunque sea una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, sabiendo que, en el Esp\u00edritu de Jes\u00fas, esto puede convertirse en una semilla fecunda de esperanza para quien lo recibe\u201d. Esas semillas de esperanza surgen en algunas de las experiencias del joven Bergoglio.<\/p>\n En uno de los episodios cuenta los varapalos que sufrieron sus abuelos en Italia y como tuvieron que emigrar a Argentina cuando sucede otra crisis fuerte a los tres a\u00f1os de su llegada, en la recesi\u00f3n de 1932. \u201cLa turbia riada de la se lo llev\u00f3 todo, tambi\u00e9n la empresa de los t\u00edos abuelos y la casa<\/strong>, y el paro en el pueblo era tremendo. El abuelo Giovanni, la abuela Rosa y mi padre Mario se quedaron sin trabajo y sin dinero\u201d, relata Francisco. En ese panorama entra en contacto su padre con los salesianos:<\/p>\n Mi padre hab\u00eda viajado varias veces de la provincia de Entre R\u00edos a Buenos Aires para ocuparse, como contable, de pedidos y proveedores; en la capital, habitualmente se alojaba en la gran casa salesiana de la calle Sol\u00eds<\/strong>, en el barrio de Montserrat, el m\u00e1s antiguo de la ciudad. Su proximidad como cat\u00f3lico piamont\u00e9s a la experiencia y a la familia salesiana hizo que esa elecci\u00f3n fuese natural y casi inevitable.<\/p>\n Ah\u00ed conoci\u00f3 al padre Enrico Pozzoli. El sacerdote misionero salesiano enseguida, desde 1929, se convirti\u00f3 en su confesor, en la bas\u00edlica de Mar\u00eda Auxiliadora<\/strong> y San Carlos Borromeo, en el barrio deAlmagro, y m\u00e1s tarde en el padre espiritual de toda nuestra familia.<\/p>\n Cuenta m\u00e1s adelante el Papa que \u201cel encuentro con el padre Enrique ser\u00eda important\u00edsimo en la vida de mi padre,<\/strong> y luego tambi\u00e9n en la m\u00eda y en la de todos nosotros. Ante todo fue \u00e9l quien, en un momento de m\u00e1xima necesidad, cuando mis padres lo hab\u00edan perdido todo, con la preocupaci\u00f3n de un padre por \u2018sus chicos\u2019 que est\u00e1n atravesando un momento dif\u00edcil, los puso en contacto con alguien que les prest\u00f3 los dos mil pesos que permitieron a los abuelos poner una tienda en el barrio de Flores\u201d. As\u00ed surgir\u00eda, como cuenta, el \u201cAlmac\u00e9n Bergoglio vendi\u00f3 alimentos de todo tipo, de harina a alubias, de aceite a vino. Tambi\u00e9n productos a granel, ya que los clientes pod\u00edan llevar recipientes y botellas de casa\u201d.<\/p>\n Jorge Mario Bergoglio Colegio Salesianos Ramos MejiaJorge Mar\u00edo Bergoglio en el colegio de Ramos Mej\u00eda.<\/p>\n En el oratorio salesiano se encontrar\u00e1n los padres de Jorge Mario Bergoglio y tambi\u00e9n se casar\u00e1n en la bas\u00edlica de Mar\u00eda Auxiliadora y San Carlos Borromeo. Luego los hermanos \u00d3scar y Jorge ir\u00e1n al colegio salesiano Wilfrid Bar\u00f3n de los Santos \u00c1ngeles.<\/strong> Su experiencia fue tambi\u00e9n una aut\u00e9ntica escuela de esperanza. As\u00ed lo narra:<\/p>\n La vida de colegio era un todo. Te sumerg\u00edas en una \u00fanica trama y los d\u00edas pasaban volando, sin tiempo para aburrirse.<\/strong> Me sent\u00eda sumido en un mundo que, a pesar de haber sido preparado \u00abartificialmente\u00bb y con finalidad pedag\u00f3gica, no ten\u00eda nada de artificioso. Desayun\u00e1bamos, asist\u00edamos a misa y a clase, jug\u00e1bamos en el recreo y estudi\u00e1bamos, todo de manera natural, sin interrupciones. Los diferentes aspectos de la vida no se viv\u00edan en compartimientos estancos, sino que formaban parte de una \u00fanica experiencia formativa. El colegio formaba en una cultura cat\u00f3lica en absoluto mojigata ni desorientada. Infundi\u00f3 en m\u00ed una conciencia no solo moral y cristiana, sino humana, social, l\u00fadica y art\u00edstica. El estudio, los valores de la convivencia, el cuidado de los m\u00e1s necesitados, de los que estaban peor \u2014recuerdo que fue all\u00ed donde aprend\u00ed a privarme de algo para d\u00e1rselo a quienes eran m\u00e1s pobres que yo\u2014, el deporte, la competici\u00f3n\u2026, todo era real y contribu\u00eda a forjar costumbres, unas costumbres cuyo conjunto plasmaba una manera de ser. Viv\u00edamos totalmente inmersos en ese mundo que, no obstante, estaba abierto a la trascendencia del resto del mundo.<\/strong> Y trat\u00e1bamos de darle un sentido a todo lo que hac\u00edamos. Nada se presentaba como algo carente de sentido, por lo menos en su orden fundamental, aunque, desde luego, hab\u00eda gestos de impaciencia por parte de alg\u00fan docente, o peque\u00f1as injusticias cotidianas, o alguna que otra pelea entre los chicos.<\/p>\n<\/blockquote>\n De este tiempo en el colegio, destaca el Papa que \u201cinconscientemente, sent\u00edamos que crec\u00edamos en armon\u00eda, algo que sin duda entonces no pod\u00edamos expresar, pero que s\u00ed har\u00edamos m\u00e1s tarde. En definitiva, los salesianos me prepararon para la escuela secundaria y para la vida<\/strong>\u201d, zanja mientras relata un incidente al prestar su bicicleta. Esperanza a pie de calle.<\/p>\n En el blog: Me lo pregunto<\/a> de Vida Nueva<\/a><\/p>\n [\/et_pb_text][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El libro El pasado 31 de enero se celebraba la fiesta de san Juan Bosco. 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Desayun\u00e1bamos, asist\u00edamos a misa y a clase, jug\u00e1bamos en el recreo y estudi\u00e1bamos, todo de manera natural, sin interrupciones. Los diferentes aspectos de la vida no se viv\u00edan en compartimientos estancos, sino que formaban parte de una \u00fanica experiencia formativa. El colegio formaba en una cultura cat\u00f3lica en absoluto mojigata ni desorientada. Infundi\u00f3 en m\u00ed una conciencia no solo moral y cristiana, sino humana, social, l\u00fadica y art\u00edstica. El estudio, los valores de la convivencia, el cuidado de los m\u00e1s necesitados, de los que estaban peor \u2014recuerdo que fue all\u00ed donde aprend\u00ed a privarme de algo para d\u00e1rselo a quienes eran m\u00e1s pobres que yo\u2014, el deporte, la competici\u00f3n\u2026, todo era real y contribu\u00eda a forjar costumbres, unas costumbres cuyo conjunto plasmaba una manera de ser. Viv\u00edamos totalmente inmersos en ese mundo que, no obstante, estaba abierto a la trascendencia del resto del mundo. Y trat\u00e1bamos de darle un sentido a todo lo que hac\u00edamos. Nada se presentaba como algo carente de sentido, por lo menos en su orden fundamental, aunque, desde luego, hab\u00eda gestos de impaciencia por parte de alg\u00fan docente, o peque\u00f1as injusticias cotidianas, o alguna que otra pelea entre los chicos.<\/p> De este tiempo en el colegio, destaca el Papa que \u201cinconscientemente, sent\u00edamos que crec\u00edamos en armon\u00eda, algo que sin duda entonces no pod\u00edamos expresar, pero que s\u00ed har\u00edamos m\u00e1s tarde. En definitiva, los salesianos me prepararon para la escuela secundaria y para la vida\u201d, zanja mientras relata un incidente al prestar su bicicleta. 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La crisis<\/h3>\n
La escuela<\/h3>\n
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El libro<\/h2>
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