{"id":135932,"date":"2025-03-11T12:35:19","date_gmt":"2025-03-11T11:35:19","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=135932"},"modified":"2025-03-10T14:40:21","modified_gmt":"2025-03-10T13:40:21","slug":"los-monos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/los-monos\/","title":{"rendered":"Los monos"},"content":{"rendered":"
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El enigma de las gorras blancas<\/strong><\/p>\n No somos monos de carne y hueso. Nunca hemos ido de plaza en plaza haciendo cabriolas. Jam\u00e1s hemos bailado al son de una tarantela interpretada al acorde\u00f3n por un feriante titiritero.<\/p>\n Somos la imagen de una manada de monos. Recalamos hace a\u00f1os en la mente de don Bosco. Desde aquel d\u00eda, el joven sacerdote cuenta nuestra historia de tanto en tanto. Cuando lo hace, cobramos vida. Hacemos las delicias de los oyentes. Don Bosco recurre a nosotros en los momentos m\u00e1s insospechados: en una sobremesa, en un serm\u00f3n, en el patio\u2026 Gracias a \u00e9l somos famosos entre sus chicos, aunque seamos tan solo una idea.<\/p>\n Nunca olvidaremos aquella tarde. Los j\u00f3venes del Oratorio hac\u00edan Ejercicios Espirituales en la poblaci\u00f3n de Giaveno, al pie del monasterio de San Miguel. Don Bosco<\/strong> estaba exultante. Ofrec\u00eda una vivencia espiritual a sus muchachos. En su predicaci\u00f3n intent\u00f3 sembrar profundas reflexiones en sus vidas j\u00f3venes.<\/p>\n En un descanso, les pregunt\u00f3 sobre las meditaciones escuchadas. Se hizo un silencio denso. Personaliz\u00f3 la pregunta. El primer joven interpelado mir\u00f3 al suelo sin saber qu\u00e9 responder. El segundo, se rasc\u00f3 la cabeza. Lo mismo hizo el tercero, el cuarto, el quinto\u2026 Desolaci\u00f3n. De pronto, dijo una voz: \u00ab\u00a1Yo lo s\u00e9! \u00a1Nos ha contado la historia de los monos!\u00bb.<\/p>\n Al escuchar estas palabras, yo y mis compa\u00f1eros, nos llenamos de orgullo. Nosotros, unos monos irreales, \u00e9ramos la \u00fanica imagen que recordaban aquellos j\u00f3venes.<\/p>\n Don Bosco disimul\u00f3 su preocupaci\u00f3n. Alab\u00f3 al muchacho. Le invit\u00f3 a recordar la historieta. Y el chico la repiti\u00f3 con todo detalle: \u00abUn vendedor de gorras blancas se detuvo a la sombra de un \u00e1rbol a descansar. Se qued\u00f3 dormido con una gorra en su cabeza. Al verle dormido, unos monos bajaron del \u00e1rbol. Le imitaron. Tomaron todas las gorras del vendedor y, coloc\u00e1ndoselas sobre sus cabezas, jugaban entre las ramas. Al despertar, el comerciante maldijo su suerte: \u00a1Le hab\u00edan robado sus existencias! Pero, al alzar la mirada repar\u00f3 en los monos. Les echo piedras. Les grit\u00f3 para que le devolvieran sus gorras. Todo en vano. Tras muchos intentos, enojado y desesperado, se quit\u00f3 la que llevaba puesta y la tir\u00f3 al suelo\u2026 Acto seguido, todos los monos imitaron su gesto. Se quitaron sus gorras, las arrojaron\u2026 Y el comerciante recuper\u00f3 su mercanc\u00eda\u00bb.<\/p>\n Aplausos. Los monos \u00e9ramos los vencedores de aquella batalla contra el olvido. Pero en el interior de Don Bosco se levant\u00f3 una tormenta de dudas. Y se prometi\u00f3 hacer m\u00e1s amenas sus pl\u00e1ticas. Desde aquel d\u00eda, nosotros, los monos, le hemos ayudado a tejer sus predicaciones con graciosas y amenas narraciones\u2026 porque en eso de \u00abhacer monadas\u00bb, siempre fuimos unos expertos.<\/p>\n Nota. Septiembre 1850. Los muchachos del Oratorio celebran Ejercicios Espirituales. Tras una charla, Don Bosco les pregunta por alguna reflexi\u00f3n espiritual escuchada. No recuerdan ninguna, tan s\u00f3lo la simp\u00e1tica narraci\u00f3n de un vendedor de gorras y una manada de monos (MBe IV, 97-98).<\/em><\/p>\n [\/et_pb_text][et_pb_button button_url=\u00bbhttps:\/\/salesianos.info\/boletin-salesiano\/\u00bb url_new_window=\u00bbon\u00bb button_text=\u00bbBolet\u00edn Salesiano\u00bb button_alignment=\u00bbcenter\u00bb _builder_version=\u00bb4.27.4″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb custom_button=\u00bbon\u00bb button_text_size=\u00bb17px\u00bb button_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_icon=\u00bb5||divi||400″ button_icon_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][\/et_pb_button][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El enigma de las gorras blancas No somos monos de carne y hueso. Nunca hemos ido de plaza en plaza haciendo cabriolas. Jam\u00e1s hemos bailado al son de una tarantela interpretada al acorde\u00f3n por un feriante titiritero. 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