{"id":18019,"date":"2021-07-02T14:30:30","date_gmt":"2021-07-02T12:30:30","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=18019"},"modified":"2021-07-02T14:30:30","modified_gmt":"2021-07-02T12:30:30","slug":"san-ireneo-un-pureta-tronado","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/san-ireneo-un-pureta-tronado\/","title":{"rendered":"SAN IRENEO, UN PURETA TRONADO"},"content":{"rendered":"
El progreso<\/em> del mundo comenz\u00f3 en el momento mismo en que el primer esbozo de un ser humano manifest\u00f3 el primer desacuerdo y convirti\u00f3 la desobediencia en una amenaza contra lo establecido, lo organizado, lo controlado.<\/p>\n Amigo Javier, si no hubiera ocurrido esa negaci\u00f3n, puede que vivi\u00e9ramos todav\u00eda en las copas de los \u00e1rboles, aceptando las supercher\u00edas como principio fundamental de la raz\u00f3n, nada menos.<\/p>\n Asentir, suma.<\/p>\n Enfrentarse, multiplica.<\/p>\n Y no me reprocho haber entrado en su secreto.<\/p>\n Lo repito.<\/p>\n Asentir, suma.<\/p>\n Enfrentarse, multiplica.<\/p>\n Es una tremenda verdad.<\/p>\n Si Arist\u00f3teles el Grande hubiese aceptado sin m\u00e1s que la Tierra es una parcela llana y no una simple bola dentro de un billar inmenso, infinito, seguir\u00edamos invocando al cielo para pedir la lluvia al dios de la lluvia.<\/p>\n Distracciones, oye, las justas. Entretenimientos, los justos.<\/p>\n Los riesgos del \u201cno\u201d pueden y deben embestirnos.<\/p>\n Eso es progreso.<\/p>\n Decir s\u00ed, suma.<\/p>\n Decir no, multiplica.<\/p>\n Ese, ese, es el guindo m\u00e1s urgente del que caerse para ser hombre.<\/p>\n Despu\u00e9s de cientos de miles de a\u00f1os de evoluci\u00f3n, el instante de contradecir es el primer cauce de vivir, de ser.<\/p>\n Hay que saber forzar ese secreto y una vez atropellado de lleno por \u00e9l participar de ese sentimiento amplio, adulto y libre y, por fin, responsable y progresista<\/em>.<\/p>\n Cuando en un \u00e1rbol en flor se adensan todos los insectos del polen, suena en los o\u00eddos el zumbido del florecimiento. Despu\u00e9s hay que recorrer todas las estaciones del amor.<\/p>\n Cu\u00e1nta puericia recorre el mundo.<\/p>\n Cu\u00e1nta infancia mental crece en nuestra sociedad.<\/p>\n Cu\u00e1nta falta de inteligencia, decisi\u00f3n y valor.<\/p>\n Sapere aude<\/em>.<\/p>\n Atr\u00e9vete a saber<\/em>.<\/p>\n La misma democracia (en esencia) es tambi\u00e9n la suma de muchas desavenencias, desobediencias, enfrentamientos atomizados hasta dar con un modelo de convivencia m\u00e1s o menos justo o ajustado). Y as\u00ed y as\u00ed todo: de la historia a la medicina; de la literatura a la biolog\u00eda; de la filosof\u00eda al deporte.<\/p>\n Los mejores no son los que aceptan.<\/p>\n Los mejores son los que cuestionan.<\/p>\n Es m\u00e1s que urgente caerse del guindo desde peque\u00f1os.<\/p>\n Es un instinto humano, por tanto responsable, por tanto progresista<\/em>.<\/p>\n Todo lo de m\u00e1s milongas.<\/p>\n Ireneo de Lyon, nacido en Esmirna, hoy Turqu\u00eda, en el a\u00f1o 177 es sacerdote en Lyon (Francia) y despu\u00e9s obispo all\u00ed mismo. Al parecer, fue \u00e9l quien envi\u00f3 a los santos F\u00e9lix, Fortunato y Aquileo, como misioneros a Valence, y a los santos Ferrucio y Ferreolo, a Besan\u00e7on.<\/p>\n Ireneo de Lyon, San Ireneo, predicaba ya hace 19 siglos \u2013diez y nueve\u2013 que \u201cla gloria de Dios es el hombre vivo\u201d, que \u201cla creaci\u00f3n no ha llegado a\u00fan a su meta\u2026\u201d que \u201cEl hombre ha sido creado a imagen de Dios y est\u00e1 destinado a la semejanza con Dios\u201d. M\u00e1s todav\u00eda. \u201cLa historia de la humanidad \u2013subrayaba\u2013 es una \u00fanica y singular ascensi\u00f3n desde un estado esencial originario hasta el punto final: la divinizaci\u00f3n en Dios\u201d.<\/p>\n Ireneo tiene mucho de ant\u00eddoto contra el miedo.<\/p>\n – Cada vez que te nombre, \u2013le digo\u2013 cada vez que conversemos, te recordar\u00e9 el deber que tienes, el deber que tenemos todos en rescatar de los desvanes de tu maestro Potino, disc\u00edpulo directo de San Juan, algunas de tus obras que nos han llegado \u00edntegras.<\/p>\n – Espa\u00f1a \u2013me suelta el te\u00f3logo y fil\u00f3sofo; y \u00e9stas son sus primeras palabras\u2013 es un pa\u00eds lleno de fuerza, de empuje, de vida. Una de las pocas naciones de Occidente que todav\u00eda tiene que decir algo al mundo.<\/p>\n Le miro al fondo de los ojos. Solo veo sinceridad y nostalgia.<\/p>\n Es un momento extraordinario.<\/p>\n Le contesto algo, pero no le importa mi respuesta.<\/p>\n – Tambi\u00e9n \u2013machaco\u2013 Portugal, Italia, Francia, Eslovenia.<\/p>\n Observa imp\u00e1vido un mundo que no es el suyo, y del que tampoco tenemos la certeza de que sea enteramente el nuestro.<\/p>\n En este instante sobrexcitado de la historia, un tipo con mitra y dalm\u00e1tica, por m\u00e1s que fuese autor de libros como Contra los herejes<\/em> y Demostraci\u00f3n de la predicaci\u00f3n apost\u00f3lica<\/em> \u2013y obispo de Lyon\u2013 no es f\u00e1cil de distinguir de un rider<\/em> de Glovo<\/em>. La Historia \u2013y la vida real\u2013 es as\u00ed de terrible y mordaz cuando juega a emparentar un tiempo con otro.<\/p>\n Ireneo se levanta y a\u00f1ade sin mirarme:<\/p>\n – \u201cDios alej\u00f3, amigo Paco, al hombre del \u00e1rbol de la vida movido por su misericordia, para que el hombre no fuera siempre pecador, para que el pecador no fuera inmortal, para que el mal no fuera infinito e incurable. Marc\u00f3 un dique a la transgresi\u00f3n, al poner a la muerte entre ella y el hombre\u201d.<\/p>\n – Tus \u201ccosas\u201d suenan como si hubieran sido escritas hoy. Al escucharte no s\u00e9 qu\u00e9 pugna m\u00e1s en m\u00ed si la admiraci\u00f3n o la curiosidad.<\/p>\n – O la fe, Paco. Fui testigo. Di la vida. Nunca fui un te\u00f3rico de la teolog\u00eda. Nunca un doctrinario.<\/p>\n – \u201cEs mejor y m\u00e1s \u00fatil saber poco o nada y acercarse a Dios por medio del amor, que creerse un sabio y tener mucha experiencia y, al mismo tiempo, ser enemigos y blasfemadores de Dios\u201d.<\/p>\n – Por la nada de mis ochenta a\u00f1os, Padre Ireneo<\/em>, tengo que decirte que te he olvidado. Paso delante de tus libros y vagamente miro, como se hace con un anuncio.<\/p>\n – \u00bfO sea que dejo poco rastro en las redes sociales, que no soy parte de alguna moda instant\u00e1nea, verdad?<\/p>\n – Cierto, cierto, podr\u00edas ser un fake<\/em>. O un pureta tronado.<\/p>\n – La teolog\u00eda es animal de aire libre.<\/p>\n – Padre Ireneo<\/em>, los sentidos se me han vuelto hacia dentro y escucho a te\u00f3logos como Altaner, Gasten, Hamman\u2026 y dicen que eres \u201cel aut\u00e9ntico padre y fundador de la teolog\u00eda cristiana\u201d, \u201cconciencia de la Iglesia de tu tiempo\u201d, \u201cesp\u00edritu justo y equilibrado\u201d.<\/p>\n – Qui\u00e9n sabe, amigo Paco, qu\u00e9 te\u00f3logo he sido. La historia, chico, sabe traicionar. Basta con haber estado dentro y haberle dado la pesada justa. Qu\u00e9 importa lo dem\u00e1s.<\/p>\n Muchos de los que estos d\u00edas hayan visto el santoral y hayan le\u00eddo San Ireneo de Lyon, habr\u00e1n pasado hoja sin m\u00e1s, o, acaso, hayan pensado \u201cotro santo raro del a\u00f1o de Matusal\u00e9n\u201d. Y, sin embargo, Ireneo de Lyon, Padre de la Iglesia, asi\u00e1tico de origen y galo de adopci\u00f3n, luch\u00f3 con gran fortuna dial\u00e9ctica y gran misericordia pr\u00e1ctica contra los gn\u00f3sticos\u201d, esos rigoristas autojustificados, esos c\u00e1taros\/puros, que no admit\u00edan en Jes\u00fas la m\u00e1s m\u00ednima debilidad, convirti\u00e9ndolo en \u201cpura esencia luminosa\u201d. (\u00bfY los pecadores? Aniquilarlos, a todos. Dios s\u00f3lo es Dios de los perfectos \u2013que eran ellos\u2013. \u00a1As\u00ed se las gastaban!).<\/p>\n – Yo era un dolor de muelas, amigo Paco, para esos \u201cpuros\u201d, para sus almas, adoloraba sus caras y sus sonrisas. O sea.<\/p>\n – Padre Ireneo, hay ciertas gallard\u00edas que no van conmigo. No todo el mundo vale para tener una seguridad implacable en la que cree como t\u00fa.<\/p>\n – Yo era afortunado, sin mujer ni hijos en ninguna parte, no ten\u00eda lugar hacia el que volverme, viv\u00eda sin tort\u00edcolis.<\/p>\n – Las nostalgias, padre Irineo, son malarias a las que les hace falta la humedad de los ojos.<\/p>\n San Ireneo de Lyon se siente bien de uniforme pastoral.<\/p>\n Sab\u00eda coger las heridas en la mano.<\/p>\n Valoraba el tiempo y se tomaba tiempo para sus escritos.<\/p>\n La plenitud de sus trabajos nos avisa del uso constante de la Biblia: 625 citas del Antiguo Testamento y 1.025 del Nuevo Testamento: \u00bfHay qui\u00e9n de m\u00e1s?<\/p>\n Quer\u00eda ser el \u00fanico y mejor guardi\u00e1n de su nombre: Ireneo<\/em>\/Pacificador.<\/p>\n Dio entrada en su mundo a maestros como Romero Pose, Antonio Orbe, Boros, por ejemplo y, entre nosotros, Luis Chiandotto, Antonio Javierre, Juan Gil. Les hizo crecer otra c\u00e1scara sobre la suya, les dio entrada en otro mundo llam\u00e1ndole suyo.<\/p>\n Padre Ireneo<\/em>, he cogido tu reto por bandera.<\/p>\n Los riesgos de la pelea fabrican hoy imprevistos: pr\u00e1cticas pol\u00edticas de lo correctamente social, religioso, ciudadano y hasta humano. Todo esto puede durar por un tiempo y extenderse por unos espacios, generando materiales mayormente infames. Es bueno, no dejarse ofender.<\/p>\n Padre Ireneo<\/em>, el viento de la vida me cogi\u00f3 por los hombros, empuj\u00e1ndome, y sobre su soplo comenc\u00e9 a correr. He sido ligero, ya no estaban mis padres en un brazo y mi maleta de \u201ccart\u00f3n piedra\u201d en el otro, refrenando la planta de los pies para que no saltara en zancadas demasiado largas.<\/p>\n Acorralado en mi silencio, inhibido, Padre Ireneo<\/em>, cierro el balance de cuentas. Tu inquebrantable optimismo me hace sentir unas peque\u00f1as cosquillas debajo de los pies. Decido que es ya mejor quedarme descalzo.<\/p>\n En el cielo estallan los petardos de los santos.<\/p>\n Posdata: Recordando a los magn\u00edficos maestros del Teologado Salesiano de Salamanca (1964-1968): Luis Chiandotto, Juan Gil, Jos\u00e9 Antonio Rico, Antonio Javierre, Jos\u00e9 Luis Bastarrica, Andr\u00e9s Sope\u00f1a, Salvador Bastarrica, Juanjo Garc\u00eda, Paco Goyenechea, Jos\u00e9 Manuel Prellezo, Anastasio Crescenzi, Casto Moro, Graciliano y Santiago Alonso, embestidos de lleno por la fuerza doctrinal y pastoral de San Ireneo de Lyon.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El progreso del mundo comenz\u00f3 en el momento mismo en que el primer esbozo de un ser humano manifest\u00f3 el primer desacuerdo y convirti\u00f3 la desobediencia en una amenaza contra lo establecido, lo organizado, lo controlado. 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