\u201cLa comunicaci\u00f3n cara a cara es siempre la mejor opci\u00f3n en cualquier circunstancia\u201d: esta es la afirmaci\u00f3n de un antiguo director de la prestigiosa revista National Geographic despu\u00e9s de su larga experiencia en el mundo del periodismo, y sintoniza a la perfecci\u00f3n con el mensaje del papa Francisco para la 55\u00aa Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: \u201cComunicar encontrando a las personas donde est\u00e1n y como son\u201d.<\/p>\n
Estoy convencido de que esto se cumple tanto en el periodismo profesional como en las distancias cortas de la comunicaci\u00f3n interpersonal en la que todos somos actores protagonistas, no figurantes.<\/p>\n
Una reciente pel\u00edcula protagonizada por el famoso actor Brad Pitt demuestra la importancia de tocar la realidad con los pies en tierra para comunicar con autenticidad y maestr\u00eda, en este caso, mediante el ejercicio del reporterismo fotogr\u00e1fico.<\/p>\n
En \u201cEl fot\u00f3grafo de Minamata\u201d, nos encontramos con Eugene Smith en 1971, un reportero en plena decadencia personal que vagabundea por Nueva York o se encierra en su estudio fotogr\u00e1fico, para revisar negativos y copias de sus grandes trabajos para la revista Life o para la agencia Magnum. Una visita de empleados de la Fuji lo cambia todo: le convencen para que retome su trabajo de reportero y viaje al sur de Jap\u00f3n, a la peque\u00f1a ciudad de Minamata, donde una enorme factor\u00eda est\u00e1 emponzo\u00f1ando las aguas de la bah\u00eda con vertidos de mercurio que causan una terrible enfermedad. Y luego de una ardua negociaci\u00f3n con el director del semanario, Smith viaja a Minamata cargando su equipo fotogr\u00e1fico y permanece all\u00ed durante varios meses. Solo enviar\u00e1 su reportaje final tras convivir varios meses con las familias m\u00e1s castigadas por la contaminaci\u00f3n y haber tomado fotograf\u00edas en primera l\u00ednea de fuego durante las revueltas de los desesperados trabajadores. Sus fotos publicadas por Life dieron la vuelta al mundo y contribuyeron a superar el conflicto.<\/p>\n
Esta implicaci\u00f3n es la que hemos encontrado tambi\u00e9n en otros grandes fot\u00f3grafos contempor\u00e1neos, como el brasile\u00f1o Sebasti\u00e2o Salgado con sus impresionantes encuadres de grupos humanos trabajando en condiciones infrahumanas o el \u00faltimo premio Pulitzer de fotograf\u00eda, el espa\u00f1ol Emilio Morenatti y su serie sobre los enfermos severos de Covid19 en hospitales de nuestro pa\u00eds.<\/p>\n
Lo afirmado para estos fot\u00f3grafos vale tambi\u00e9n para todos los periodistas que trabajen directamente en la informaci\u00f3n, porque hace falta siempre \u201cinterceptar la verdad de las cosas y la vida directa de las personas\u201d, como afirma Francisco en su mensaje, porque \u201cla crisis del sector editorial puede llevar a una informaci\u00f3n construida en las redacciones, frente al ordenador, en los terminales de las agencias, en las redes sociales, sin salir nunca a la calle, sin desgastar las suelas de los zapatos\u201d, sentencia el papa.
\n\u00bfNo nos encontramos con esta realidad cada d\u00eda en ciertos grandes medios de nuestro pa\u00eds que est\u00e1n practicando una especie de \u201cperiodismo de guerra\u201d? En esta pr\u00e1ctica que nos aflige, los titulares de portada, por ejemplo, parecen dictados m\u00e1s bien por los gabinetes de prensa de determinados partidos pol\u00edticos o por los de grandes grupos empresariales. El servicio a la verdad y al ciudadano queda as\u00ed -perm\u00edtaseme decirlo- a la altura del felpudo.
\nEn las distancias cortas, las que afectan a la inmensa mayor\u00eda de los ciudadanos, que no son profesionales de la informaci\u00f3n, pero s\u00ed agentes de comunicaci\u00f3n, tambi\u00e9n hay una exigencia digamos \u00e9tica al hecho de \u201cver en persona\u201d, en el m\u00e1s amplio sentido de la expresi\u00f3n.<\/p>\n
Acercarse a la autenticidad del pr\u00f3jimo -del pr\u00f3ximo- interaccionar comunicativamente no solo con la palabra, sino con los ojos, el tono de voz o los gestos, deviene una exigencia \u00e9tica, un compromiso de humanidad. Y hay que buscar la autenticidad y la verdad tambi\u00e9n en la comunicaci\u00f3n mediada tecnol\u00f3gicamente, como son el tel\u00e9fono o las redes sociales.<\/p>\n
Tal como recuerda el papa Francisco en el mencionado mensaje: \u201cLa eficacia de lo que dec\u00eda Jes\u00fas era inseparable de su mirada, de sus actitudes y de sus gestos\u201d. Los instrumentos tecnol\u00f3gicos de la comunicaci\u00f3n son importantes, pero la eficacia se obtiene por la implicaci\u00f3n, el contacto lo m\u00e1s directo posible, la mirada cara a cara y desgastando, por supuesto, las suelas de los zapatos para ir al encuentro del otro.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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