Don Bosco es hijo de una \u00e9poca y contempor\u00e1neamente transformador y renovador de un tiempo y un contexto que quiz\u00e1s hoy no se entender\u00edan de igual modo sin su aportaci\u00f3n educativa, religiosa y social. A nadie se nos escapa que su proyecto, prolongado en el tiempo, tiene la dimensi\u00f3n de las grandes obras que solo los grandes hombres pueden acometer. Al hombre, al educador, al fundador, lo forj\u00f3 una \u00e9poca; pero se puede afirmar igualmente que un tiempo nuevo se acu\u00f1\u00f3 con su proyecto.<\/p>\n
No escap\u00f3 la gigantesca dimensi\u00f3n del personaje a muchos de sus contempor\u00e1neos. De entre ellos, el Cardenal Marcelo Spinola y Mestre.<\/strong><\/p>\n Don Marcelo Spinola y Mestre (1835-1906) fue obispo auxiliar de Sevilla (1881) de Coria-C\u00e1ceres (1884) y de M\u00e1laga (1886); fue nombrado arzobispo de Sevilla (1896) y creado Cardenal en 1905. Fundo la Congregaci\u00f3n de las Esclavas del Divino Coraz\u00f3n. Gran amigo de la obra salesiana. Salesiano Cooperador. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1987.<\/p>\n Marcelo Spinola<\/strong> escribi\u00f3 la primera biograf\u00eda de Don Bosco en lengua castellana en 1884. Las palabras del entonces obispo auxiliar de Sevilla, cuando todav\u00eda viv\u00eda Don Bosco y referidas a su viaje a Par\u00eds, nos contextualizan mejor que ninguna otra la proyecci\u00f3n de su figura m\u00e1s all\u00e1 de las fronteras italianas cuando ya el siglo declinaba: \u201cAll\u00e1 por el mes de abril de 1883, llegaba a Par\u00eds un hombre entrado en a\u00f1os y al parecer flaco de fuerzas, pero de agradable rostro y sencillos aunque nobles modales, el cual viajaba modestamente, sin tren ni aparato alguno (\u2026) El pueblo, la aristocracia, el clero, todas las clases de la sociedad, en una palabra, esmer\u00e1banse a porf\u00eda en dar muestras de estima al hu\u00e9sped que albergaba dentro de sus muros la ciudad del Sena; y as\u00ed en los c\u00edrculos m\u00e1s altos como en los m\u00e1s bajos se hablaba de \u00e9l. \u00bfQui\u00e9n era ese personaje que de esta suerte excitaba la p\u00fablica atenci\u00f3n en un pueblo de la calidad de la de Par\u00eds, habituado al espect\u00e1culo de todo linaje de grandezas, y que por lo mismo ante ninguna se detiene para pagarle tributo de respeto o admiraci\u00f3n? (\u2026) El hombre que atra\u00eda todas las miradas de las gentes, y serv\u00eda de terna a todas las conversaciones, no era el zar de Rusia o el emperador Guillermo de Alemania, el conde de Bismark o el pr\u00edncipe de Gortschacoff, un embajador de China o un cacique de las islas de la Ocean\u00eda\u2026 Era un var\u00f3n humild\u00edsimo, un pobre sacerdote cat\u00f3lico, sin posici\u00f3n en la Iglesia, sin fortuna y sin poder: era el presb\u00edtero italiano Don Juan Bosco\u201d, en \u201cDon Bosco y su obra\u201d de Marcelo Spinola.<\/em><\/p>\n Definitivamente Don Bosco, el pobre campesino de I Becchi, se hab\u00eda hecho universal. Su obra, perdurando en el tiempo, estaba llamada a extenderse por el mundo entero.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Don Bosco es hijo de una \u00e9poca y contempor\u00e1neamente transformador y renovador de un tiempo y un contexto que quiz\u00e1s hoy no se entender\u00edan de igual modo sin su aportaci\u00f3n educativa, religiosa y social. A nadie se nos escapa que su proyecto, prolongado en el tiempo, tiene la dimensi\u00f3n de las grandes obras que solo […]<\/p>\n","protected":false},"author":9,"featured_media":19322,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[376],"tags":[],"yoast_head":"\n