{"id":19338,"date":"2021-11-03T13:42:43","date_gmt":"2021-11-03T12:42:43","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=19338"},"modified":"2021-11-03T13:42:43","modified_gmt":"2021-11-03T12:42:43","slug":"asensio-instinto-basico","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/asensio-instinto-basico\/","title":{"rendered":"ASENSIO: INSTINTO B\u00c1SICO"},"content":{"rendered":"
En mi caja de los recuerdos y en mi parcela de tierra prometida est\u00e1 Barcelona, pero no la de las rutas tur\u00edsticas. En esas se suelen enredar muchos \u201cmerluzos\u201d para perder tiempo y energ\u00edas y dinero.<\/p>\n
Soy tan viejo, mejor, tan anticuado, que prefiero los edificios que tienen un nombre en cada ventana, aunque la lluvia y las tormentas lo hayan borrado o las esquinas rotas con leyendas de fantasmas o milagros imposibles, o los viejos portales que muestran garabatos dibujados por ni\u00f1os, o tapias desconchadas y recosidas con \u201cgrafittis\u201d pintarrajeados por colegas de la contracultura.<\/p>\n
Mis pasos por Barcelona siguieron la graf\u00eda de una historia rom\u00e1ntica del siglo XIX. Por eso me interesaron los Hogares Mundet, el Hospicio, los Hospitales con Hijas de la Caridad, el Archivo episcopal y del Ayuntamiento, las Adoratrices, las calles perpendiculares a las Ramblas, a la Barceloneta\u2026 las casas oscuras, ahumadas y con letan\u00edas corales de llanto y tos.<\/p>\n
Por fin, estoy en la calle Conde del Asalto<\/em>, hoy Nou de la Rambla<\/em>.<\/p>\n Le digo a mi amigo Antonio Larios, que me acompa\u00f1a, que me deje solo, que haga sus \u201cAm\u00e9ricas\u201d\u2026 yo voy a hacer mi \u201casalto\u201d.<\/p>\n Intento captar como en una foto antigua que me pasan por delante de los ojos todos los grises de la calle: aceras, balcones, ventanas, escaparates; todos los blancos de los rostros sin sol; todos los negros de los portales, buhardillas, tejados, bares de copas.<\/p>\n Me tengo que elevar por encima de las nubes, porque me urg\u00eda una obsesi\u00f3n: la verdad del caso Rod\u00f3n Asensio<\/em>, hasta hace poco Enriqueta, una perfecta desconocida, que ha pasado ya al Diccionario Biogr\u00e1fico de la Real Academia<\/em>, gracias a mis desvelos. Yo creo que todo el mundo es interesante si la aprietas un poco.<\/p>\n Floto en medio de ese ferial de raterillos y chulos, de aceras cabalgadas por tacones de aguja.<\/p>\n Mi intenci\u00f3n es captar todo, todo el entorno, porque esta cara B de Barcelona tiene unos rasgos y una personalidad fascinantes.<\/p>\n Pero, amigo Javier, no vengo buscando la \u00f3rbita de Juan Manuel Serrat, que naci\u00f3 aqu\u00ed en el n\u00ba38, ni la emblem\u00e1tica sede de Pronovias<\/em>, que tambi\u00e9n se fund\u00f3 aqu\u00ed, ni la cercana estatua de Raquel Meier, junto al Paralelo\u2026 ni la fuente ornamental: la Font del Geni Catal\u00e1<\/em>, esa, la que le cost\u00f3 una multa a la cantante Shakira<\/em> por ba\u00f1arse en ella mientras rodaba un v\u00eddeo. No, no. Quiero registrar con humanidad de historiador, sorprendido ante lo azaroso, ante lo m\u00ednimo de una criatura que vivi\u00f3 aqu\u00ed los tres primeros a\u00f1os de su vida en el n\u00ba53, entresuelo, de 1863 a 1866.<\/p>\n Calle Conde del Asalto<\/em>.<\/p>\n Hecha del metal hirviente de tantas bailarinas como se vend\u00edan desde los carteles, de tantos garitos de juego que destilaban riqueza, de tantas academias de canto de donde salieron las gargantas m\u00e1s sinceras.<\/p>\n Quiz\u00e1, amigo Javier, deber\u00eda hablarte un poco de esa mujer singular, de Teresa Rod\u00f3n Asensio<\/em>, y es que seguro que lo har\u00e9, pero perm\u00edteme que despu\u00e9s de hablarte de la calle Conde del Asalto<\/em>, te hable del n\u00ba53, entresuelo, en que naci\u00f3. Yo creo, Javier, que los edificios tienen alma, y que, si no la tuvieran al nacer, la van adquiriendo porque se la vamos dando nosotros al habitarla o porque asumen el alma de los seres que siempre hay enterrados en sus cimientos. Por los cimientos de los edificios y los t\u00faneles de las calles van subiendo poco a poco las almas de los muertos.<\/p>\n Esa sensaci\u00f3n tuve yo al estar delante del n\u00ba53 de la calle Conde del Asalto<\/em>. De aqu\u00ed parte el alma de Teresa Rod\u00f3n Asensio<\/em>, la fundadora de las Franciscanas de Nuestra Se\u00f1ora del Buen Consejo.<\/p>\n Desde \u201cLas Ramblas\u201d, m\u00e1s en concreto desde \u201cNou de la Rambla\u201d hoy, \u201cConde del Asalto\u201d ayer, tom\u00e9 la imagen de Barcelona y Catalu\u00f1a en 1995. Tambi\u00e9n podr\u00eda haber sido en el 2000 o en el 2002. O en 1973, a\u00f1o en que volv\u00ed de Roma. Cincuenta y tantos a\u00f1os de trabajos dan para muchas relaciones, contundentes y amigas, en los m\u00e1s diversos \u00e1mbitos, conocedores de la intrahistoria, que me ayudaron a lograr mi mirada<\/em> propia sobre Teresa y toda la \u00e9poca.<\/p>\n Teresa hizo de la contradicci\u00f3n una norma.<\/p>\n De la pol\u00e9mica un recurso para pensar.<\/p>\n De la paradoja una fuente de ideas y de sentimientos, de idas y vueltas. De vueltas e ideas.<\/p>\n Barcelona era tambi\u00e9n entonces una ciudad atacada por mil rumores. Y Badalona. Y Papiol. Y Manresa. Y Montserrat. Cuando me acerqu\u00e9 a la biograf\u00eda de la Asensio<\/em> hacia muchos a\u00f1os que hab\u00eda muerto. Cay\u00f3 con apenas cuarenta y pocos a\u00f1os de golpe seco. La derrot\u00f3 la vida (Siempre poniendo ella m\u00e1s, de lo que la vida le daba). La derrot\u00f3, pues, la vida. La fatiga. El cansancio. La envidia. La tergiversaci\u00f3n. La maledicencia. El agotarse y decir adi\u00f3s a mayor gloria de su propia madre (ese \u201ccascabel de Badalona\u201d, esa \u201cmaestra nacional contundente\u201d) y de sus dos vicarias generales en el Instituto. Dos desenga\u00f1adas feroces de su elecci\u00f3n, que vivieron para cambiar su rumbo.<\/p>\n Rod\u00f3n y Asensio. Dos apellidos a los que m\u00e1s rarezas les cab\u00edan, hasta un diputado en las Cortes de Madrid. Y el ins\u00f3lito documento de su matrimonio en una carpeta del Archivo de la di\u00f3cesis de Barcelona.<\/p>\n \u201cEs un hallazgo excepcional\u201d, cuajado de datos excepcionales.<\/p>\n El inconveniente es que a un lado y otro del horizonte hay muchas m\u00e1s cosas dif\u00edciles de justificar en un acontecimiento as\u00ed.<\/p>\n Quise que la verdad capturada a trav\u00e9s de los documentos notariales, expedientes personales, cartas reservadas, notas medio traspapeladas, sonaron a algo interesante. No era el ruido de la violencia fin de siglo XIX y principios del XX lo que me importaba, aunque tambi\u00e9n, sino cu\u00e1nta exigencia hab\u00eda de tener con la memoria, propiamente dicha, para no confundir la verdad como algo que sucedi\u00f3 atr\u00e1s en el tiempo y que llega hasta hoy.<\/p>\n El mundo es bestial cuando traspapela la memoria.<\/p>\n El mundo es bestial cuando traspapela los documentos.<\/p>\n El mundo es bestial cuando tergiversa la verdad, la encumbre, la desplaza, la borra. Mejor, la intenta borrar. Son maneras de comprar seguridad. Por poco tiempo.<\/p>\n Amigo Javier, ver vivir en la escasez, en guerras y miedos a los espa\u00f1oles, me result\u00f3 dif\u00edcil de romantizar<\/em>. Lo siento. Ca\u00eddos todos en el suelo colonial, regional y cantonal, parecimos imbatibles en el empuj\u00f3n final, que fue retras\u00e1ndose, retras\u00e1ndose, hasta 1898.<\/p>\n A Teresa Rod\u00f3n Asensio<\/em> se le hizo tarde en todo con el apoyo de todos, hasta de sus propios or\u00edgenes, tutelada por una nodriza, all\u00e1 en \u201cConde del Asalto\u201d y hab\u00eda que ponerla en hora. No fue f\u00e1cil ni la b\u00fasqueda, ni el proceso de elaboraci\u00f3n. Pero era su historia. Su absoluta historia. Y las Franciscanas del Buen Consejo me facilitaron todas, absolutamente todas, las herramientas a su alcance.<\/p>\n Seg\u00fan se aceleraba el paso de los d\u00edas, tuve que definirla, con entidad propia, entre el enorme ruido de la santidad catalana del siglo XIX \u2013tanta, tant\u00edsima\u2013 que tapiza el santoral m\u00e1s amplio de Espa\u00f1a: la fecunda e ins\u00f3lita Joaquina Vedruna, el agudo y audaz Enrique de Oss\u00f3, la monumental Mar\u00eda Rafols Bruna, la recurrente Teresa Jornet e Ibars, el predicador de la gracia Francisco Coll y Guitart, el sabio y subid\u00edsimo fil\u00f3sofo Jaime Balmes, el irrepetible arquitecto y m\u00edstico cat\u00f3lico Antonio Gaud\u00ed.<\/p>\n En ese grito de santidad, que ten\u00eda que escuchar y estudiar, Teresa Asensio<\/em>, gozaba de su lugar propio, sostenido por historiadores, tan usados y mantenidos en mis trabajos, como Carr, Fusi, Vicens y Vives, Revuelta, Palacio Atard, Sanz de Diego, Villoslada, Cuenca Toribio, Juan Mari Laboa, Jos\u00e9 Mar\u00eda Magaz, zurcidos con la palabra creativa de Ram\u00f3n Lluch, Josep Pl\u00e1, Miguel de Unamuno, el \u201ctodo V\u00e1zquez Montalb\u00e1n\u201d, Maruja Torres, Eduardo Mendoza.<\/p>\n Asensio.<\/p>\n Vivi\u00f3 como ten\u00eda que vivir. Mejor todav\u00eda, como quiso vivir. Al margen del margen. Nada de lo que hizo respond\u00eda a una estrategia que no fuese su instinto b\u00e1sico<\/em>, volcarse en lo importante, asumir el compromiso vital como una causa \u00e9tica y social, bracear contra corriente.<\/p>\n Asensio.<\/p>\n Fue un ser radical que estableci\u00f3 su c\u00f3digo en asuntos dif\u00edciles y necesarios: el maltrato en la mujer, los soldados enfermos y heridos vueltos de Cuba, las chiquillas perdidas y encontradas en hospicios, las madres solteras en dificultad. M\u00e1s a\u00fan, la desgarradura de las encarceladas.<\/p>\n Asensio.<\/p>\n Teresa Rod\u00f3n Asensio.<\/p>\n Encontr\u00f3 un sitio propio y lo mantuvo hasta el final. Los zarpazos de su propia biograf\u00eda, le salieron en su obra: las Franciscanas de Nuestra Se\u00f1ora del Buen Consejo<\/em>, virgen que abre y cierra puertas en su propio instituto.<\/p>\n Asensio.<\/p>\n Ense\u00f1aba \u201ccatequesis y cuentas\u201d para comprender. Para acercarse. Para explorar qu\u00e9 hab\u00eda detr\u00e1s de la profundidad de las ni\u00f1as en la escuela. \u201cAfirmar la dignidad y la importancia eterna<\/em> del ser humano\u201d.<\/p>\n Asensio.<\/p>\n No escap\u00f3 a ning\u00fan lugar, tan s\u00f3lo dej\u00f3 de estar en la escuder\u00eda de los santos catalanes m\u00e1s nombrados del momento: Antonio Mar\u00eda Claret, Manuel Domingo y Sol, Mar\u00eda Rosa Molas, Jos\u00e9 Ma\u00f1anet Vives\u2026 y no le supuso problema alguno.<\/p>\n Fulgurante, r\u00e1pido, valiente, encarn\u00f3 una de las formas de feminismo en Espa\u00f1a, con \u00edmpetu ingobernable, donde todo ten\u00eda sentido y porqu\u00e9. A gloria de San Francisco de As\u00eds, am\u00e9n.<\/p>\n Amigo Javier, con esa potencia de Teresa de estar fuera de horma, durante un a\u00f1o largo acept\u00e9 la invisibilidad como lugar de residencia, roto por Aureliano Laguna, Mart\u00edn McPake, Jes\u00fas Guerra, Ram\u00f3n Alberdi\u2026 y Nacho Sevilla, Antonio Balaguer, Sanz del Pozo, Fernando R y Val, el Tole, Ag\u00fci y Mar\u00eda.<\/p>\n Asensio<\/em> fue un secreto guardado<\/em> que tard\u00f3 d\u00e9cadas en revelarse, en mi libro Teresa Rod\u00f3n Asensio<\/em>. La fuerza de la verdad. Madrid, BAC, 1995, 584 p\u00e1gs., respaldado por el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebasti\u00e1n Aguilar, y las superioras generales: Alegr\u00eda de Blas, Presentaci\u00f3n \u00c1lvarez, Victoria Mart\u00edn.<\/p>\n Me guardaron presencias llamadas preguntas y velaron mi intimidad los j\u00f3venes salesianos de Vitoria Joxerra De La Rica, Javi Arca, I\u00f1aki S\u00e1nchez, Imanol Galarraga, Javi Valderr\u00e1bano, I\u00f1aki Napal, Carlos D\u00edez, I\u00f1aki Rivera y Koldo Calvo.<\/p>\n A la magnifica pintora y amiga Monserrat Gudiol le ped\u00ed una de sus \u201cmujeres en rojo\u201d para la car\u00e1tula que, desinteresadamente, nos dej\u00f3, concediendo a nuestro trabajo una vibraci\u00f3n distinta. Como el apetito del \u201cmarketing\u201d no cesa en ning\u00fan momento, la \u201cc\u201d del segundo apellido de Teresa lo sustitu\u00ed por una \u201cs\u201d, dando cabida a una m\u00e1s ancha realidad<\/em>, en vez de \u201cAsencio\u201d, por \u201cAsensio\u201d, queriendo dar una zancada gigantesca hacia el Real Madrid.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" En mi caja de los recuerdos y en mi parcela de tierra prometida est\u00e1 Barcelona, pero no la de las rutas tur\u00edsticas. En esas se suelen enredar muchos \u201cmerluzos\u201d para perder tiempo y energ\u00edas y dinero. 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