El primero de los dos carteles es obra del artista espa\u00f1ol Agust\u00edn de la Torre<\/strong>, quien coloca un gran coraz\u00f3n rojo en el centro de la imagen, que act\u00faa como clave para interpretar el cartel: el coraz\u00f3n, de hecho, es el \u00f3rgano central de la vida, el que da vida a todo el cuerpo; en el imaginario colectivo es tambi\u00e9n el asiento de los sentimientos, donde nacen la esperanza, la alegr\u00eda, el amor para compartir con los dem\u00e1s. Y en el coraz\u00f3n salesiano que siempre late por los j\u00f3venes -como muestra el trazado de un electrocardiograma esbozado sobre el fondo multicolor- se ve de un vistazo que hay lugar para todos: es un coraz\u00f3n donde nadie puede considerarse excluido.<\/p>\n En una escena de gran impacto visual y con trazos acordes a la tradici\u00f3n salesiana, el autor introduce un elemento de aut\u00e9ntica novedad: una perspectiva que enmarca a los j\u00f3venes desde arriba, como si se dirigiera a ellos con la mirada de Dios; y, por otro lado, esta mirada es devuelta por los j\u00f3venes, quienes con su actitud parecen proyectar sue\u00f1os y deseos hacia el Cielo.<\/p>\n Protectores de la juventud<\/strong><\/p>\n Don Bosco -representado seg\u00fan la imagen cl\u00e1sica que se ha convertido en patrimonio visual de la humanidad- se sit\u00faa en el punto de convergencia de los dos lados del coraz\u00f3n. Desde all\u00ed y con su mirada franca y brazos abiertos parece indicar a los salesianos y a la Familia Salesiana, la virtud de recibirlos y la gran cosecha de j\u00f3venes que les esperan.<\/p>\n Estos son chicos y chicas de todos los colores, de diferentes grupos de edad, en diferentes estados de salud y condici\u00f3n social, comprometidos en m\u00faltiples actividades: hay quienes se dedican a la m\u00fasica, est\u00e1n los entusiastas del deporte, los que se preocupan por la creaci\u00f3n, los que cultivan el estudio y la vida religiosa\u2026 Porque todo joven es importante para Don Bosco y sus seguidores, y en cada actividad est\u00e1n invitados a poner su coraz\u00f3n.<\/p>\n Detr\u00e1s de Don Bosco, se colocan dos patronos de la Sociedad Salesiana, San Francisco de Sales y Mar\u00eda Auxiliadora<\/strong>, para recordar los or\u00edgenes y m\u00e1s a\u00fan, las ra\u00edces de la Congregaci\u00f3n y la Familia Salesiana.<\/p>\n Y los espectadores m\u00e1s atentos no tendr\u00e1n problema para identificar otras numerosas referencias especialmente insertadas en el marco visual, que hacen que el sabor salesiano del cartel sea verdaderamente estimulante.<\/p>\n Elementos que van desde las rosas con espinas del famoso sue\u00f1o de Don Bosco, arriba a la izquierda, hasta las casta\u00f1as que sostiene el ni\u00f1o en silla de ruedas, en referencia a uno de los milagros m\u00e1s famosos del Santo de la Juventud; desde el perro \u00abgris\u00bb en el centro del coraz\u00f3n, hasta los logos de los Salesianos y las Hijas de Mar\u00eda Auxiliadora en algunas de las camisas de los muchachos; desde la t\u00edpica cruz salesiana hasta el libro del Proyecto de Vida Apost\u00f3lica de los Salesianos Cooperadores, sobre el cual el ni\u00f1o de la parte superior derecha apoya la mano\u2026, en un conglomerado de elementos que incluso podr\u00eda ser objeto de una querida convergencia.<\/p>\n En definitiva, toda la obra del artista espa\u00f1ol Agust\u00edn de la Torre parece gritar a trav\u00e9s de la imagen para recordar a todos los miembros de la Familia Salesiana que pongan el coraz\u00f3n en cada servicio prestado a los j\u00f3venes.<\/p>\n