{"id":19876,"date":"2021-12-09T11:57:55","date_gmt":"2021-12-09T10:57:55","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=19876"},"modified":"2021-12-09T11:57:55","modified_gmt":"2021-12-09T10:57:55","slug":"dejemonos-sorprender-por-la-sonrisa-de-dios","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/dejemonos-sorprender-por-la-sonrisa-de-dios\/","title":{"rendered":"\u201cDej\u00e9monos sorprender por la sonrisa de Dios\u201d"},"content":{"rendered":"

Esta frase del papa Francisco inspira al Rector Mayor para felicitar la Navidad a los lectores del Bolet\u00edn Salesiano.<\/p>\n

En este \u00faltimo n\u00famero de 2021 del Bolet\u00edn Salesiano, quisiera transmitiros este mensaje que ven en el t\u00edtulo de esta p\u00e1gina y del que debo deciros que no soy el autor. Ha sido el papa Francisco quien, en la Navidad del a\u00f1o pasado, felicitando a las familias de quienes trabajan en El Vaticano, eligi\u00f3 como gu\u00eda de su mensaje de felicitaci\u00f3n esta realidad de la sonrisa, en un tiempo donde no pocas veces est\u00e1 ausente, porque tambi\u00e9n el trato humano y respetuoso est\u00e1 ausente.<\/p>\n

Con frecuencia reflexiono un poco sobre una realidad que me sorprende. Se trata de esto: somos conscientes como humanidad de que la afabilidad, los signos de delicadeza y de respeto, las expresiones de fraternidad y solidaridad, el amor vivido en los \u00e1mbitos diversos de la propia vida, llena nuestros corazones profundamente. Sin embargo, socialmente, como grupos humanos, regiones, naciones, nos cuesta tant\u00edsimo hacerlo realidad, crear comuni\u00f3n entre los pueblos, sumar esfuerzos que ayuden a hacernos m\u00e1s humanos.<\/p>\n

Pero no solo ocurre en los grandes temas de la \u2018gran pol\u00edtica\u2019 o de la \u2018macroeconom\u00eda\u2019, con intereses muchas veces enfrentados, sino que no pocas veces ocurre en las familias\u2026 Todos sabemos que es as\u00ed.<\/p>\n

Regalo encarnado<\/h3>\n

Reconociendo esta realidad, la Navidad, el Nacimiento de Nuestro Se\u00f1or Jesucristo, el Hijo de Dios, nos recuerda que la Salvaci\u00f3n se nos ha donado, se nos ha regalado, y nosotros hemos de seguir construyendo un mundo donde Dios, con su Amor por nosotros, est\u00e9 siempre m\u00e1s presente. Claro que a veces nos resulta dif\u00edcil porque, si algo tenemos, es la plena libertad para hacer y deshacer, para construir y derruir, para sumar y para restar, y por eso vamos haciendo camino hacia una mejor Humanidad, aunque parezca que damos muchos pasos hacia atr\u00e1s.<\/p>\n

Deseo invitaros a que, en esta Navidad, todav\u00eda de pandemia de la COVID-19 (o al menos con su presencia amenazante), pero en gran parte controlada, donde estamos aprendiendo a vivir con esta amenaza, no renunciemos a dejarnos sorprender por esa sonrisa de Dios que se traduce en tantas cosas sencillas. Un ejemplo sencillo y humano es nuestra actitud ante un beb\u00e9 al que, de inmediato, nos surge el gesto natural de sonre\u00edrle para suscitar su sonrisa y, cuando \u00e9sta aparece en su rostro, nos produce una enorme emoci\u00f3n que es signo de sencillez en su belleza e inocencia. \u201cJes\u00fas \u2013dice el papa Francisco\u2013 es la sonrisa de Dios\u201d, porque vino a darnos el amor del Padre. Su mensaje fue acogido por Mar\u00eda y Jos\u00e9 que han reconocido en su sonrisa la misericordia de Dios para ellos y para todos aquellos que esperaban al Mes\u00edas.<\/p>\n

Y nosotros, en este presente, en esta Navidad, ante el Hijo de Dios que se hace humano, podemos sentir que en \u00c9l Dios nos sonr\u00ede y sonr\u00ede a todos los pobres de la tierra, a aquellos que esperan la salvaci\u00f3n, un mundo m\u00e1s fraterno, donde se superen las guerras y violencias, donde todo hombre y mujer pueda vivir en su dignidad de hijo e hija de Dios.<\/p>\n

Nuestro \u00danico Dios<\/h3>\n

Os quiero contar algo que yo mismo vi hace unas semanas y que me lleg\u00f3 serenamente al coraz\u00f3n, y comprender\u00e1n el por qu\u00e9. Me encontraba en Valdocco, y eran las tres de la tarde. Pasaba por el patio y alguien atrajo mi atenci\u00f3n. Observ\u00e9 con m\u00e1s atenci\u00f3n y vi que una persona joven estaba rezando bajo el peque\u00f1o p\u00f3rtico que sostiene las habitaciones de Don Bosco. Vi que era un musulm\u00e1n que hab\u00eda puesto su alfombra sobre el suelo, dirigida hacia la Meca y se arrodillaba y se pon\u00eda en pie, haciendo sus rezos seg\u00fan su religi\u00f3n. Estaba comunic\u00e1ndose, no con \u2018Su Dios\u2019, sino con el \u00danico Dios, en el modo y manera que su religi\u00f3n lo expresa. Estaba muy centrado en su oraci\u00f3n y poco le importaba quien pasaba o no, y seguramente que no se dio cuenta de que yo, sin molestarlo y con mucho respeto, lo contemplaba.<\/p>\n

Casualmente, a esa hora yo hab\u00eda salido de la capilla Pinardi donde durante toda la jornada est\u00e1 expuesto el Sant\u00edsimo Sacramento, el Se\u00f1or Jes\u00fas presente en la Eucarist\u00eda, y pens\u00e9 que era hermoso que Valdocco y el mismo p\u00f3rtico donde Don Bosco hab\u00eda estado tantas veces con sus muchachos y donde hab\u00edan rezado, era el p\u00f3rtico que recog\u00eda y albergaba la oraci\u00f3n de ese joven musulm\u00e1n. Porque la sonrisa de Dios es una sonrisa para todos sus hijos e hijas en este nuestro mundo. Todos somos fruto de su Amor y de su Creaci\u00f3n. Y al igual que este p\u00f3rtico de Valdocco, las casas salesianas del mundo acogen cada d\u00eda a decenas de miles de muchachos y j\u00f3venes de todas las Congregaciones, porque all\u00ed, en la casa salesiana, se est\u00e1n preparando para la vida, creciendo en Humanidad e incluso en Fe, seguramente vivida y expresada en su religi\u00f3n familiar, o tribal o \u00e9tnica, pero siempre como hijos e hijas del \u00fanico Dios.<\/p>\n

Por eso, quiero haceros llegar mi saludo de Navidad con toda la carga de humanidad y de Fe de que soy capaz. Y os sigo invitando a que sigamos siendo de las personas que nos sumamos a quienes creemos que el mundo necesita de nuestra peque\u00f1a contribuci\u00f3n hacia una Humanidad m\u00e1s parecida al sue\u00f1o de Dios sobre nosotros.<\/p>\n

Os deseo una Santa Navidad y lo que el mismo Papa ha deseado en aquel encuentro: \u201cLleven este deseo a sus seres queridos en casa, especialmente a los enfermos y los ancianos: que sientan la caricia de su sonrisa. Es una caricia. Sonre\u00edr es acariciar; acariciar con el coraz\u00f3n, acariciar con el alma. Y manteng\u00e1monos unidos en la oraci\u00f3n\u201d.<\/p>\n

Fuente: Bolet\u00edn Salesiano<\/strong><\/em><\/p>\n

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