{"id":20234,"date":"2022-01-18T09:34:08","date_gmt":"2022-01-18T08:34:08","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=20234"},"modified":"2022-01-18T09:34:08","modified_gmt":"2022-01-18T08:34:08","slug":"el-monedero","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/el-monedero\/","title":{"rendered":"El monedero"},"content":{"rendered":"

Una siembra de confianza<\/strong><\/p>\n

Los monederos nacemos humildes. Desde peque\u00f1os acogemos sencillas monedas en nuestro interior. Nos educan para no envidiar a nuestras hermanas las carteras, siempre tan altivas por atesorar billetes.<\/p>\n

Era yo un monedero. Cuando supe que mi due\u00f1o era un cura llamado Don Bosco, me imagin\u00e9 albergando monedas de plata y oro. Pero pronto me acostumbr\u00e9 a las escasas piezas de cobre de aquel sacerdote entregado a los chicos pobres.<\/p>\n

A cambio de soportar una vida austera, tuve latidos propios. Cuando Don Bosco jugaba con los chicos en el patio, el movimiento de carreras y juegos hac\u00eda que mis monedas chocaran entre ellas. Aquel \u201cclic-clic\u201d, \u201cclic-clic\u201d, era el latido de mi vida.<\/p>\n

Tambi\u00e9n sufr\u00ed junto a \u00e9l: \u00a1Cu\u00e1ntas veces, ni vaci\u00e1ndome sobre el mostrador de la panader\u00eda, llegaba para pagar la factura del pan del Oratorio!<\/p>\n

Nunca olvidar\u00e9 sus locuras. Fui protagonista de una de ellas.<\/p>\n

Don Bosco proyectaba levantar un gran templo para albergar el creciente n\u00famero de chicos. Acot\u00f3 un terreno. Encarg\u00f3 los planos. Eligi\u00f3 el nombre: Iglesia de Mar\u00eda Auxiliadora.<\/p>\n

Consolidados los cimientos, el maestro de obras, rog\u00f3 se le concediera el honor de colocar la primera piedra. Con una sencilla ceremonia el maestro de obras puso la primera piedra. Concluido el acto, Don Bosco quiso tener un detalle con \u00e9l\u2026 Introduciendo su mano en el bolsillo, me tom\u00f3 a m\u00ed, su pobre monedero.<\/p>\n

Quise disuadirle. Evitar el gesto que iba a realizar\u2026 Demasiado tarde. Don Bosco dec\u00eda al constructor: \u201cQuiero darle un anticipo por los grandes trabajos que realizar\u00e1. No s\u00e9 si ser\u00e1 mucho o poco, pero es todo lo que tengo\u201d.<\/p>\n

El constructor abri\u00f3 sus manos. Anonadado, recibi\u00f3 mi escasa fortuna: ocho monedas de cinco c\u00e9ntimos. \u00a1Enrojec\u00ed de verg\u00fcenza!<\/p>\n

Pas\u00f3 el tiempo. Los monederos tambi\u00e9n envejecemos. Un buen d\u00eda, Don Bosco decidi\u00f3 reemplazarme. Como me ten\u00eda cari\u00f1o, me deposit\u00f3 discretamente sobre una repisa de su habitaci\u00f3n. Desde ella yo divisaba a los ni\u00f1os jugando en el patio. Vi\u00e9ndoles, a\u00f1oraba aquel tiempo en el que mis escasas monedas resonaban como latidos en el bolsillo de Don Bosco: \u201cTic-tic\u201d, \u201ctic-tic\u201d.<\/p>\n

Comenc\u00e9 a perder la vista. El perfil de los muchachos se torn\u00f3 borroso.<\/p>\n

Pero un d\u00eda, observ\u00e9 con sorpresa que algo nuevo emerg\u00eda m\u00e1s all\u00e1 de la tapia del patio: Fuertes columnas crec\u00edan hacia lo alto. Aguc\u00e9 la vista. Hice un esfuerzo para mantenerme con vida. Semanas despu\u00e9s contempl\u00e9 como comenzaban a construir una gran c\u00fapula sobre aquellas columnas\u2026<\/p>\n

Recuper\u00e9 brevemente la memoria. Volv\u00ed a escuchar el peque\u00f1o ruido de las ocho monedas de cinco c\u00e9ntimos al caer a las manos del constructor. Se dibuj\u00f3 nuevamente en mi retina la cara de sorpresa del maestro de obras\u2026<\/p>\n

Me llen\u00e9 de alegr\u00eda. Todo era cierto. La profec\u00eda se hab\u00eda cumplido. Mis peque\u00f1as ocho monedas hab\u00edan sido semillas en las manos de Don Bosco. Ahora brotaban como inmensa cosecha creciendo hacia lo alto.<\/p>\n

Mir\u00e9 por \u00faltima vez la c\u00fapula de la Iglesia de Mar\u00eda Auxiliadora en construcci\u00f3n. Cerr\u00e9 los ojos para siempre. Me adentr\u00e9 en el para\u00edso de los monederos.<\/p>\n

Nota:<\/em> Abril 1865. Consolidados los cimientos de la Bas\u00edlica de Mar\u00eda Auxiliadora, Don Bosco ofrece un anticipo econ\u00f3mico al constructor, Carlos Buzzetti. Abriendo el monedero, deposit\u00f3 en sus manos ocho moneditas de 5 c\u00e9ntimos. Tres a\u00f1os despu\u00e9s conclu\u00eda el magn\u00edfico templo a Mar\u00eda Auxiliadora (MBe VII, 553-554).<\/em><\/p><\/blockquote>\n

Fuente: Bolet\u00edn Salesiano<\/strong><\/em><\/p>\n

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