Y de Tribulete, Amparo, Doctor Furquet, Embajadores, Argumosa.
\nCalles a las que sal\u00eda el apocalipsis por la boca, incluso cuando quer\u00edan ser amables, a principios del siglo XX.
\nY de las Rondas de Valencia, de Toledo, de Segovia, de Atocha o de los atochares o espartales y hasta de los carabancheles o garbanzales.
\nRondas donde todav\u00eda en la posguerra se pegaba a su piel como una grasa barata. Olores de muerte pobre.
\nY de los barrios de las Injurias, Cambroneras, La Ventilla.
\nBarrios con niebla pegajosa, con ro\u00f1a fr\u00eda y tristona que envolv\u00eda nuestras rodillas y que se nos met\u00eda hasta en la cabeza. Ya los Salesianos de Atocha se pondr\u00edan a repicar sus campanetas del Oratorio. Era un repique festivo que recorr\u00eda nuestros d\u00edas como una alborada.
\nBien.
\nSan Jos\u00e9 Mar\u00eda de Lavapi\u00e9s. Nos estamos refiriendo a San Jos\u00e9 M\u00aa Rubio.
\nPor mi parte con San Jos\u00e9 Mar\u00eda hay un estraperlo de admiraci\u00f3n, de afecto y de agradecimiento y por triplicado.
\nPrimero fue mi abuela, Mam\u00e1 Nona, la que me inculc\u00f3 desde muy peque\u00f1o su devoci\u00f3n, la devoci\u00f3n al Padre Rubio. Mi abuela siempre vivi\u00f3 por encima de sus nervios, habitando en el alero de s\u00ed misma y tanto a mi madre Nieves como a m\u00ed, nos hizo m\u00e1s intensos, sentidos y arrebatados. Y aqu\u00ed lleg\u00f3 el Padre Rubio a quien ella conoci\u00f3 y con el que se confes\u00f3 cuando pod\u00eda, tarea harto dif\u00edcil pues lo hac\u00eda medio Madrid. Se hab\u00eda abandonado al azar de sus circunstancias y sufri\u00f3 la p\u00e9rdida hasta de tres maridos, pero supo cerrar sus sufrimientos con la fiereza de una fe sencilla y buen humor.
\n– Mam\u00e1 Nona, \u00bfy qu\u00e9 te dec\u00eda el Padre Rubio?
\n– Nada, nada en particular; que era una mujer necesaria.
\n– \u00bfMam\u00e1 tambi\u00e9n es necesaria, no?
\n– Vaya y de qu\u00e9 manera. Pero no era lo que te dec\u00eda, Paco, sino c\u00f3mo te lo dec\u00eda.
\nDespu\u00e9s fui yo mismo, Aut\u00f3nomo s\u00f3lo en parte desde peque\u00f1o en mis devociones, me cal\u00f3 en lo blando del hueso y junto a \u00e9l, en esa senda de santos, fui encontrando otros compa\u00f1eros de viaje, bien pronto Don Bosco, San Francisco de As\u00eds, Andr\u00e9s Jim\u00e9nez, del que ya te hablar\u00e9 Javier Valiente, porque ninguno de los tres contienen una sola mol\u00e9cula de mentira.
\nY, en fin, mis estudios de Historia y de Historia de Madrid, me llevaron hasta \u00e9l. San Jos\u00e9 M\u00aa Rubio de origen andaluz (Dal\u00edas, Almer\u00eda. 22 de julio de 1864- 2 de mayo de 1929) fue icono de encuentro personal, vital y samaritano. Rico en piedad, excesivo y hasta bohemio, convirti\u00f3 su vida en una obra de desinter\u00e9s imperecedero. Poco conocido entre nosotros, su protagonismo entre los salesianos merece un nuevo rescate.
\nSan Jos\u00e9 M\u00aa Rubio desde bien temprano confesaba todos los d\u00edas en la iglesia de las Bernardas, hoy iglesia del Arzobispado Castrense, en la calle Sacramento. A esas horas era uno de los inquilinos m\u00e1s beneficiosos de un Madrid un poco loco tomado por los cosacos del fr\u00edo y alg\u00fan que otro maldito del alcohol.
\nEn ese Madrid fin de si\u00e9cle donde los sue\u00f1os a\u00fan pod\u00edan ser ciertos muchas ma\u00f1anas se acercaba al confesonario del padre Rubio una dama ins\u00f3lita y muy piadosa: Mar\u00eda Paz S\u00e1nchez.
\nMar\u00eda Paz encontr\u00f3 un cobijo en San Jos\u00e9 Mar\u00eda contra la tormenta para aquella madurez que ten\u00eda ya algo de fracaso, como en su momento te explicar\u00e9, amigo Javier. El padre Rubio necesitaba cooperadores con el mismo ardor con que Mar\u00eda Paz acumulaba bienes.
\nLo dicho. Pudo ser en el confesonario de la izquierda de la iglesia Sacramento o en cualquier otro del barrio Lavapi\u00e9s, cuando el santo le vino a decir: \u201c\u00a1Mira Mar\u00eda Paz, falleci\u00f3 mi tutor y padre. Quedo libre para cumplir el mayor de mis deseos: ser jesuita. Si preguntan, ya sabes donde estoy. Me voy de tapadillo. Dios proveer\u00e1. Hija, estas programada para ser feliz pero atraviesas una brava deriva hecha de alguna derrota y penumbra. Tienes posibles, ayuda, ayuda a las monjas del Servicio Dom\u00e9stico de la calle Fuencarral y a unos religiosos fundados por un tal Don Bosco que quieren poner casa en Madrid en medio de las clases populares\u201d.
\nMar\u00eda Paz S\u00e1nchez trajo primero a los salesianos a la calle Zurbano y despu\u00e9s a la Ronda de Atocha de Madrid (1899-1901). Se empadron\u00f3 en la extra\u00f1eza de ser la primera cooperadora salesiana, gracias al P. Rubio. El santo cre\u00eda llevar un orden puro por dentro sin darse cuenta de que su mejor talento era provocar la convulsi\u00f3n por donde pasaba. Su festividad lit\u00fargica se celebra el 4 de mayo.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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