El 8 de diciembre de 1968, fiesta de la Pur\u00edsima, me encerr\u00e9 todo el d\u00eda en mi cuarto para dar un \u00faltimo repaso al tocho de Zalba y al de Royo Mar\u00edn. Al d\u00eda siguiente me present\u00e9 en la Curia del obispado de Roma para el examen de licencias de confesi\u00f3n para el Lazio y Roma.<\/p>\n
Me llamo Francisco Rodr\u00edguez de Coro y soy espa\u00f1ol, salesiano y casi, casi misacantano.<\/p>\n
Ese era un poco el ritual de presentaci\u00f3n en la Curia. Lo dije en italiano.<\/p>\n
Todos los examinandos dec\u00edamos aquella frase como quien arranca un tap\u00f3n de corcho atascado en la garganta.<\/p>\n
Para el examen puede Vd. hablar en la lengua madre.<\/p>\n
Y empec\u00e9 a hacerlo en espa\u00f1ol. \u201cNo, no, dijo el abate, en lat\u00edn o en italiano\u201d.<\/p>\n
El supuesto tap\u00f3n de corcho giraba y giraba en una fat\u00eddica ruleta que me apuntaba con su flecha. Y habl\u00e9 en italiano y sal\u00ed airoso.<\/p>\n
Con las licencias bajo el brazo me present\u00e9 a Don Bozzi, el director de nuestra comunidad del PAS, compuesta por 101 sacerdotes, que aprob\u00f3 esa delicadeza dici\u00e9ndome: \u201cEstas Navidades las pasar\u00e1s en Viterbo, en la parroquia de San Marcos. Y como a nadar se aprende nadando, confesar\u00e1s todo lo que puedas. Yo hablar\u00e9 con Don Mario, el p\u00e1rroco\u201d.<\/p>\n
En Italia casi todos los p\u00e1rrocos se llaman Don Mario, como casi todos los \u201ccaposmafia\u201d se llaman Don Tito.<\/p>\n
El viaje a Viterbo, en el coche de Don Mario, fue la primera comuni\u00f3n humana de un simple estudiante que aspiraba a comerse la Italia real en la calle, iglesias, orfanatos, oratorios, am\u00e9n de en la Universidad y en la Biblioteca Vaticana. Tambi\u00e9n Italia promulgaba su 1968 con un viento hasta er\u00f3tico que se expand\u00eda por los pagos universitarios, burgueses, que encontraba en conciertos, manifestaciones y encuentros la m\u00e1s alta expresi\u00f3n de libertades. No s\u00e9. Un festival de gestos, posturas y c\u00f3digos medio secretos entre escudos nobles, estatuas renacentistas y pel\u00edculas atrevidas a las que un cura joven no pod\u00eda ser indiferente.<\/p>\n
El d\u00eda 23, por la tarde, empec\u00e9 a clavar la suela de mis zapatones durante horas en uno de los confesonarios. Recuerdo perfectamente las confesiones de mis primeros penitentes: una se\u00f1ora de confesi\u00f3n semanal y una ni\u00f1a, Rosetta (Santa Rosa es la patrona de Viterbo), de unos 9 a\u00f1os. Despu\u00e9s las chicas y garzones de todo un Instituto, que del confesonario de Don Mario se pasaban al m\u00edo. \u00c9l me debi\u00f3 notar en los ojos la llegada del espanto desde su confesonario y vino r\u00e1pido para decirme: \u201cPodr\u00e1 con todo. Es Vd. joven\u201d.<\/p>\n
Ha, ha, ha, ha.<\/p>\n
Un viejo cuento chino para desaparecer.<\/p>\n
Cruc\u00e9 miradas en silencio con toda aquella tropa. Le absolv\u00ed a todos de todos sus pecados \u201cen el nombre del Padre y del Hijo\u2026\u201d aunque creo que el Esp\u00edritu Santo se tap\u00f3 los o\u00eddos, pues yo desconoc\u00eda el italiano coloquial, dom\u00e9stico y callejero, pero ellos fueron lo mejor que la Navidad de 1968 me dio en Viterbo.<\/p>\n
Yo sab\u00eda que Don Mario se guiaba por sus ocurrencias, porque me lo hab\u00eda dicho Don Bozzi. Sus pasos segu\u00edan la graf\u00eda de un cuento.<\/p>\n
Una de aquellas noches me cont\u00f3 la historia de la elecci\u00f3n m\u00e1s larga de un Papa. Muerto Alejandro IV los cardenales se reunieron en Viterbo para la elecci\u00f3n de su sucesor. Llevaban ya tres a\u00f1os, de 1268 a 1271, y nada. Las gentes de Viterbo los cerraron con llave \u2013de ah\u00ed al t\u00e9rmino CONCLAVE, \u201ccon clave\u201d o con llave- y lo que tardaba ya tres a\u00f1os, servidos a cuerpo de rey medieval, se arregl\u00f3 en tres d\u00edas a pan y agua, siendo elegido Gregorio X.<\/p>\n
Ha, ha, ha, ha, Don Francesco<\/em>.<\/p>\n Don Mario era un hombre fuerte, colmado, sabio y de una encantadora fealdad. Ten\u00eda, por entonces, cuarenta y poco a\u00f1os, estaba en la plenitud de su fortaleza y de su misterio. Ya volviendo a Roma, el d\u00eda de la Beffana<\/em> (el d\u00eda de Reyes), al escuchar mi admiraci\u00f3n por todo lo italiano, expres\u00f3 con total cordialidad un dicho: \u201cLo spagnolo italianizzato \u00e9 il diavolo incarnato<\/em>\u201d (El espa\u00f1ol italianizado es el diablo encarnado). El dicho de Don Mario se convirti\u00f3 para m\u00ed como en un exorcismo demasiado complejo. Es m\u00e1s, aquel a\u00f1o y el 1969 aument\u00f3 la necesidad de reconcentrarme como si lo de afuera tuviese rumores de trampa. Don Bozzi me aclar\u00f3 el dicho. Es as\u00ed, Paco: \u00abL’inglese italianiazzato \u00e8 il diavolo incarnato\u00bb<\/em>. Acab\u00e1ramos. Hace de esto 50 a\u00f1os. Ah, el primer c\u00f3nclave para elegir Papa no fue en Roma, sino en Viterbo en 1271, donde yo confes\u00e9 por primera vez.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El 8 de diciembre de 1968, fiesta de la Pur\u00edsima, me encerr\u00e9 todo el d\u00eda en mi cuarto para dar un \u00faltimo repaso al tocho de Zalba y al de Royo Mar\u00edn. Al d\u00eda siguiente me present\u00e9 en la Curia del obispado de Roma para el examen de licencias de confesi\u00f3n para el Lazio y […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":5980,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[362,363],"tags":[],"class_list":["post-5990","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-blogs","category-blog-de-andar-y-pensar","et-has-post-format-content","et_post_format-et-post-format-standard"],"yoast_head":"\n