[et_pb_section fb_built=\u00bb1″ _builder_version=\u00bb3.22″ global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_row _builder_version=\u00bb3.25″ background_size=\u00bbinitial\u00bb background_position=\u00bbtop_left\u00bb background_repeat=\u00bbrepeat\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][et_pb_column type=\u00bb4_4″ _builder_version=\u00bb3.25″ custom_padding=\u00bb|||\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb custom_padding__hover=\u00bb|||\u00bb][et_pb_text _builder_version=\u00bb4.14.7″ background_size=\u00bbinitial\u00bb background_position=\u00bbtop_left\u00bb background_repeat=\u00bbrepeat\u00bb hover_enabled=\u00bb0″ global_colors_info=\u00bb{}\u00bb sticky_enabled=\u00bb0″]<\/p>\n
Es una preciosa canci\u00f3n de Violeta Parra (que os recomiendo escuchar)<\/strong> y que cita algunas cosas que le dio la vida por lo que est\u00e1 agradecida: \u201cme dio dos luceros\u2026, el o\u00eddo\u2026, el sonido y el abecedario\u2026, la marcha de mis pies cansados\u2026, el coraz\u00f3n\u2026, la risa, el llanto\u2026\u201d<\/p>\n La\u00a0gratitud, o la capacidad de ser agradecidos<\/strong>, dicen autores psicol\u00f3gicos como Seligman o Emmons, nos permiten reconocer los aspectos pasados y presentes positivos, buenos, y todo aquello que nos ha beneficiado de alg\u00fan modo y que, por lo tanto, ha otorgado un significado agradable a nuestra existencia, bienestar emocional, satisfacci\u00f3n y calidad de vida.<\/p>\n A veces no es f\u00e1cil ser agradecidos, ser capaces de darnos cuenta de los grandes dones que nos ha dado Dios, los dem\u00e1s, la vida\u2026: Un extra\u00f1o dinamismo nos lleva muchas veces a no tomar conciencia de lo que la vida nos ha regalado o nos est\u00e1 regalando, de los bienes que hemos recibido y disfrutado y de aquellos de los que se seguimos disfrutando. Parad\u00f3jicamente necesitamos perder algo para valorar lo que ten\u00edamos. Hay un dicho popular que m\u00e1s o menos dice que no valoramos las cosas que tenemos hasta que las perdemos<\/strong>, por ejemplo la salud.<\/p>\n El ser agradecidos tiene grandes enemigos<\/strong> como la autosuficiencia, es decir, la falta de humildad, el ego\u00edsmo, el narcisismo del que est\u00e1 siempre mir\u00e1ndose el ombligo, la envidia que dificulta reconocimiento del propio bien pose\u00eddo, que siempre se vive como escaso en relaci\u00f3n con el bien ajeno\u2026, todas estas actitudes hacen que uno no sepa reconocer que todo es un don de Dios, de los dem\u00e1s y de la vida. Agradecer es un arte que se opone diametralmente a aquel que se cree con derecho a todo, que todo se le debe. Agradecimiento que sube hasta Dios, hacia los dem\u00e1s y hacia uno mismo y que se convierte en una de las mejores oraciones que podemos hacer, expresi\u00f3n de un coraz\u00f3n reconocedor del bien, sencillo y humilde.<\/p>\n La gratitud tiene unos efectos psicol\u00f3gicos extraordinarios.<\/strong> Experimentarla y expresarla abre las puertas de nuestro coraz\u00f3n al bien, a la bondad, a los otros.<\/p>\n Autores como Emmons y McCullough<\/strong> en 2003, hicieron diversos estudios cuya finalidad era averiguar la\u00a0influencia de la gratitud en el bienestar f\u00edsico y psicol\u00f3gico.<\/strong> Observaron que las personas m\u00e1s agradecidas ten\u00edan una visi\u00f3n m\u00e1s positiva y optimista sobre sus vidas y su futuro, presentaban menores molestias f\u00edsicas, mejor estado de \u00e1nimo, menor sintomatolog\u00eda relacionada con la fatiga y la enfermedad y hab\u00edan desarrollado m\u00e1s conductas prosociales como ayudar a personas necesitadas.<\/p>\n Ya lo dice el refr\u00e1n castellano: \u201cEs de bien nacidos el ser agradecidos\u201d.<\/strong><\/p>\n [\/et_pb_text][et_pb_code _builder_version=\u00bb4.14.7″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb global_colors_info=\u00bb{}\u00bb]