Cuando leas esta p\u00e1gina ser\u00e1, seguramente, el inicio del mes de abril en el que celebramos la Semana Santa, el recuerdo de la pasi\u00f3n, muerte y resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas. El acontecimiento decisivo que est\u00e1 en el centro de nuestra fe, en el origen de la Iglesia y que explica, tambi\u00e9n, todo lo que la comunidad cristiana ha sido y ser\u00e1. Sin aquellos tres d\u00edas no es posible entender ni la vida de la Iglesia ni todo lo que somos y hacemos quienes nos sentimos comprometidos con aquel Jes\u00fas de quien recordamos que padeci\u00f3, entreg\u00f3 su vida, muri\u00f3 y resucit\u00f3.<\/p>\n
Lo que recordamos y actualizamos al celebrar el Triduo Pascual, adem\u00e1s, da sentido a toda la vida de Jes\u00fas. As\u00ed lo entendieron los primeros cristianos y es lo que conservaron para nosotros en lo que llamamos el Nuevo Testamento. Es por eso que a esa semana seguimos llam\u00e1ndola \u201cSanta\u201d. Nunca se nos debe pasar por alto el motivo que celebramos, pues es lo que sostiene todas las expresiones que contemplamos estos d\u00edas. Expresiones que podr\u00e1n cambiar, actualizarse, ser diferentes de unos sitios a otros, pero que, sin la referencia a la historia de aquel Galileo, el hijo de Mar\u00eda, carecer\u00edan de significado.<\/p>\n
Dos mil a\u00f1os despu\u00e9s, seguimos haciendo memoria del acontecimiento definitivo que supone saber, desde la fe, que Dios tiene la \u00faltima palabra sobre la vida, sobre la Historia. Algo que tenemos que dec\u00edrnoslo m\u00e1s a menudo, especialmente en estos tiempos que vivimos. Las costuras de nuestra fe pueden estar poni\u00e9ndose a prueba ante la sucesi\u00f3n de desastres que, sobrecogidos, vemos c\u00f3mo zarandean nuestra vida.<\/p>\n
Con el inicio de cada primavera, los cristianos volvemos nuestra mirada al misterio de una tumba vac\u00eda, porque no se puede buscar entre los muertos al que est\u00e1 vivo. El dolor, el sufrimiento, la misma muerte, desde aquella ma\u00f1ana del primer domingo de Resurrecci\u00f3n de la Historia, tienen otro sentido. La \u00faltima palabra es de Dios, y es una palabra de esperanza, de afirmaci\u00f3n de la vida sobre la muerte.<\/p>\n
Con esta confianza vamos hilvanando nuestra historia sobre la Historia que Dios ha escrito para nosotros. Es as\u00ed como los cristianos se empe\u00f1an en la vida concreta de cada d\u00eda para hacer resplandecer la esperanza que los mueve. De ah\u00ed nacen la dedicaci\u00f3n por los \u00faltimos, el empe\u00f1o por la justicia, las mil y una iniciativas para llevar vida donde hay sufrimiento, el compromiso diario por hacer un mundo mejor.<\/p>\n
Fuente: Bolet\u00edn Salesiano<\/strong><\/em><\/p>\n https:\/\/issuu.com\/boletinsalesiano_es\/docs\/bs_2022_04<\/p \n\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Cuando leas esta p\u00e1gina ser\u00e1, seguramente, el inicio del mes de abril en el que celebramos la Semana Santa, el recuerdo de la pasi\u00f3n, muerte y resurrecci\u00f3n de Jes\u00fas. El acontecimiento decisivo que est\u00e1 en el centro de nuestra fe, en el origen de la Iglesia y que explica, tambi\u00e9n, todo lo que la comunidad […]<\/p>\n","protected":false},"author":6,"featured_media":74331,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[339,337],"tags":[],"yoast_head":"\n