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Vi la primera luz en la tipograf\u00eda de Speirani y Ferrero<\/em>; modesta editorial cercana a la Iglesia de San Roque de Tur\u00edn. Me amamantaron con tinta de imprenta y me vistieron con unas elegantes tapas decoradas en la que figuraba la imagen de Mois\u00e9s.<\/p>\n Hubiera pasado a la historia como un libro vulgar a no ser por el entusiasmo de mi autor, el sacerdote Juan Bosco. Recuerdo sus incesantes idas y venidas a la editorial. Recog\u00eda las pruebas de imprenta, le\u00eda detenidamente las galeradas, correg\u00eda p\u00e1rrafos, ajustaba las ilustraciones, recompon\u00eda el \u00edndice\u2026 Don Bosco mostr\u00f3 tanto inter\u00e9s por m\u00ed que nac\u00ed con una vanidad innata.<\/p>\n Mi interior estaba decorado con m\u00e1s de cincuenta ilustraciones. Cada p\u00e1gina era una ventana por la que se asomaban los principales personajes b\u00edblicos: Ad\u00e1n y Eva, No\u00e9, Abraham, Mois\u00e9s, David, Sans\u00f3n\u2026 Mis contenidos culminaban con Jes\u00fas de Nazareth.<\/p>\n Tom\u00e9 conciencia de mi misi\u00f3n al comprobar que todos ellos presentaban rasgos comunes: la fe en Dios, la valent\u00eda y la fortaleza para hacer frente a las dificultades de la vida. Modelos cargados de valores para los j\u00f3venes del Oratorio.<\/p>\n Una ma\u00f1ana de oto\u00f1o llevaron un primer ejemplar a Don Bosco. Fue entonces cuando descubr\u00ed el secreto que se escond\u00eda entre mis p\u00e1ginas.<\/p>\n El joven sacerdote me tom\u00f3 en sus manos. Me mir\u00f3. Percib\u00ed en sus ojos el brillo de una emoci\u00f3n largamente presentida. Aspir\u00f3 el olor a tinta impresa que desprend\u00edan mis hojas nuevas. Inmediatamente busc\u00f3 el cap\u00edtulo IX; el que describe la vocaci\u00f3n y el largo itinerario que sigui\u00f3 Mois\u00e9s por el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida\u2026 Ley\u00f3 el cap\u00edtulo sin levantar la vista. Sus ojos recorr\u00edan las frases con rapidez. Reconoc\u00eda el texto escrito y se reconoc\u00eda a s\u00ed mismo en \u00e9l. Cuando termin\u00f3 el cap\u00edtulo ten\u00eda los ojos humedecidos.<\/p>\n As\u00ed fue como descubr\u00ed que aquel sacerdote, a pesar de sus escasos treinta a\u00f1os, se sent\u00eda el gu\u00eda de un pueblo de j\u00f3venes. Durante largos a\u00f1os hab\u00eda sufrido lo indecible, deambulado con sus muchachos de prado en prado, de santuario en santuario, de oasis en oasis hasta llegar al Oratorio de San Francisco de Sales: su Tierra Prometida. Era un nuevo Mois\u00e9s comprometido con guiar a los j\u00f3venes del mundo.<\/p>\n Mi vida de libro ha sido muy larga. Durante un siglo se han hecho m\u00faltiples ediciones de m\u00ed. Siempre fui fiel a la misi\u00f3n que me encomend\u00f3 Don Bosco: conducir a los j\u00f3venes por los senderos de la vida; proponer los valores de los personajes b\u00edblicos que se asoman por entre mis p\u00e1ginas; ofrecer modelos de vida\u2026<\/p>\n Actualmente me he convertido en pieza de museo. Pero a pesar de los a\u00f1os, siento c\u00f3mo late la vida entre mis hojas: el pueblo de j\u00f3venes que puso en camino Don Bosco, sigue transitando infinitos senderos por todos los rincones del mundo.<\/p>\n Nota:<\/em><\/strong> 1847. Don Bosco publica su libro \u201cHistoria Sagrada\u201d. Al detectar que no existen libros religiosos adaptados a los muchachos, pone manos a la obra con gran entusiasmo. Este libro muestra los valores que adornan a los principales personajes b\u00edblicos. Se hicieron sucesivas ediciones a lo largo de m\u00e1s de cien a\u00f1os. La \u00faltima edici\u00f3n est\u00e1 fechada en 1956. (Memorias del Oratorio. D\u00e9cada Tercera, n\u00ba 3).<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n Fuente:<\/p>\n <\/p>\n [\/et_pb_text][et_pb_button button_url=\u00bbhttps:\/\/salesianos.info\/boletin-salesiano\/\u00bb url_new_window=\u00bbon\u00bb button_text=\u00bbBolet\u00edn Salesiano\u00bb _builder_version=\u00bb4.17.0″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb custom_button=\u00bbon\u00bb button_text_size=\u00bb28px\u00bb button_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_bg_color=\u00bb#E02B20″ button_border_width=\u00bb6px\u00bb button_border_color=\u00bb#000000″ button_border_radius=\u00bb6px\u00bb button_font=\u00bb|||||on|||\u00bb button_icon=\u00bb||divi||400″ button_text_shadow_style=\u00bbpreset4″ global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][\/et_pb_button][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Vi la primera luz en la tipograf\u00eda de Speirani y Ferrero; modesta editorial cercana a la Iglesia de San Roque de Tur\u00edn. 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Fue entonces cuando descubr\u00ed el secreto que se escond\u00eda entre mis p\u00e1ginas.<\/p> El joven sacerdote me tom\u00f3 en sus manos. Me mir\u00f3. Percib\u00ed en sus ojos el brillo de una emoci\u00f3n largamente presentida. Aspir\u00f3 el olor a tinta impresa que desprend\u00edan mis hojas nuevas. Inmediatamente busc\u00f3 el cap\u00edtulo IX; el que describe la vocaci\u00f3n y el largo itinerario que sigui\u00f3 Mois\u00e9s por el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida\u2026 Ley\u00f3 el cap\u00edtulo sin levantar la vista. Sus ojos recorr\u00edan las frases con rapidez. Reconoc\u00eda el texto escrito y se reconoc\u00eda a s\u00ed mismo en \u00e9l. Cuando termin\u00f3 el cap\u00edtulo ten\u00eda los ojos humedecidos.<\/p> As\u00ed fue como descubr\u00ed que aquel sacerdote, a pesar de sus escasos treinta a\u00f1os, se sent\u00eda el gu\u00eda de un pueblo de j\u00f3venes. Durante largos a\u00f1os hab\u00eda sufrido lo indecible, deambulado con sus muchachos de prado en prado, de santuario en santuario, de oasis en oasis hasta llegar al Oratorio de San Francisco de Sales: su Tierra Prometida. Era un nuevo Mois\u00e9s comprometido con guiar a los j\u00f3venes del mundo.<\/p> Mi vida de libro ha sido muy larga. Durante un siglo se han hecho m\u00faltiples ediciones de m\u00ed. Siempre fui fiel a la misi\u00f3n que me encomend\u00f3 Don Bosco: conducir a los j\u00f3venes por los senderos de la vida; proponer los valores de los personajes b\u00edblicos que se asoman por entre mis p\u00e1ginas; ofrecer modelos de vida\u2026<\/p> Actualmente me he convertido en pieza de museo. Pero a pesar de los a\u00f1os, siento c\u00f3mo late la vida entre mis hojas: el pueblo de j\u00f3venes que puso en camino Don Bosco, sigue transitando infinitos senderos por todos los rincones del mundo.<\/p> Nota:<\/em><\/strong> 1847. Don Bosco publica su libro \u201cHistoria Sagrada\u201d. Al detectar que no existen libros religiosos adaptados a los muchachos, pone manos a la obra con gran entusiasmo. Este libro muestra los valores que adornan a los principales personajes b\u00edblicos. Se hicieron sucesivas ediciones a lo largo de m\u00e1s de cien a\u00f1os. La \u00faltima edici\u00f3n est\u00e1 fechada en 1956. (Memorias del Oratorio. D\u00e9cada Tercera, n\u00ba 3).<\/em><\/p><\/blockquote> Fuente:<\/p> \u00a0<\/p>","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[362,368],"tags":[],"yoast_head":"\n\n