{"id":7939,"date":"2019-02-25T16:58:44","date_gmt":"2019-02-25T16:58:44","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=7939"},"modified":"2019-02-25T16:58:44","modified_gmt":"2019-02-25T16:58:44","slug":"le-cerre-los-ojos-y-le-hice-el-signo-de-la-cruz-en-su-frente","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/le-cerre-los-ojos-y-le-hice-el-signo-de-la-cruz-en-su-frente\/","title":{"rendered":"\u00abLe cerr\u00e9 los ojos y le hice el signo de la cruz en su frente\u00bb"},"content":{"rendered":"
\u00abNo es nada f\u00e1cil para m\u00ed contar un acontecimiento como este, despu\u00e9s de haberlo vivido tan de cerca; sin embargo, en memoria del Padre C\u00e9sar y por la misi\u00f3n que \u00e9l nos ha confiado y en la que nos anima, me voy a esforzar en hacerlo\u00bb. As\u00ed empieza el testimonio del Padre Fabrice Aziawo sobre el asesinato del sacerdote misionero salesiano Antonio C\u00e9sar Fern\u00e1ndez, el pasado 15 de febrero en Burkina Faso.<\/p>\n
En el momento del asalto, Aziawo y Fern\u00e1ndez viajaban en coche junto a un tercer salesiano, el P. Germain Plako-Mlapa, camino de Uagadug\u00fa, la capital burkinesa. Hab\u00edan partido desde Lom\u00e9 (Togo), tras participar en el Cap\u00edtulo Provincial de la Inspector\u00eda Salesiana de \u00c1frica Occidental Franc\u00f3fona (AFO). Tras dejar a otros hermanos que iban con ellos en la ciudad togolesa de Cinkass\u00e9, pasaron la frontera y entraron en Burkina Faso.<\/p>\n
A la media hora aproximadamente, se encontraron un puesto de control: \u00abVimos unos camiones en el camino. Nos est\u00e1bamos preguntando qu\u00e9 era lo que pasaba, cuando vimos aparecer a un hombre que nos mand\u00f3 pararnos y nos pidi\u00f3 salir del coche, cosa que hicimos\u00bb, cuenta el P. Fabrice. Los tres salesianos fueron sometidos a un interrogatorio para conocer su identidad y el motivo de su viaje. Tambi\u00e9n le pidieron al P. Germain que abriera el coche para registrarlo.<\/p>\n
\u00abEn ese momento, comenzaron a romper los cristales de unos tres coches que estaban parados por all\u00ed, que deb\u00edan de ser los coches de los aduaneros. Pidieron gasolina a uno que la vend\u00eda all\u00ed cerca y rociaron los coches con la gasolina y les prendieron fuego\u00bb. Seg\u00fan el relato del P. Fabrice, C\u00e9sar Fern\u00e1ndez cuestion\u00f3 estos actos: \u00abEl que estaba a nuestro lado, evidentemente bien armado, murmur\u00f3 algo. No lo entendimos bien, pero no dio ninguna respuesta\u00bb.<\/p>\n
Trasladados desde el puesto de control a un bosque cercano, \u00abnos encontramos con otros hombres del mismo grupo. Vimos c\u00f3mo cargaban en sus motos todo lo que hab\u00edan cogido en el sitio del ataque\u00bb, contin\u00faa narrando Aziawo. \u00abNos quitaron los ordenadores, los tel\u00e9fonos, el dinero, los discos externos. Germain vino en nuestra direcci\u00f3n, pero no pudo avanzar mucho porque hab\u00eda un agujero en la carretera. Se baj\u00f3 del coche y vino a pie\u00bb. En ese momento, solo quedaban dos de los asaltantes. Uno de ellos le espet\u00f3 al P. Fabrice: \u00abVenga, vete ya de aqu\u00ed\u00bb. Nada m\u00e1s girarse, oy\u00f3 un tiro: \u00abMe gir\u00e9 y vi que el Padre C\u00e9sar estaba ya en el suelo. Entonces dije que ahora me tocaba a m\u00ed. Levant\u00e9 las manos a nivel de la nuca y o\u00ed entonces otros dos disparos que no fueron para m\u00ed, sino que comprend\u00ed que fueron para el Padre C\u00e9sar. Quise volverme, pero algo me dijo que no lo hiciera\u00bb.<\/p>\n
El P. Fabrice se acerc\u00f3 hacia el P. Germain, quien le pregunt\u00f3 qu\u00e9 hab\u00eda pasado con C\u00e9sar Fern\u00e1ndez. \u00abLe dije que le hab\u00edan disparado y estaba en el suelo. Tambi\u00e9n le dije que fu\u00e9ramos a recuperar su cuerpo, pero me dijo que esper\u00e1semos un poco de tiempo para que los terroristas se alejasen\u00bb. Cuando los terroristas abandonaron el lugar, los dos salesianos africanos se acercaron a por el cuerpo del misionero espa\u00f1ol: \u00abYo le cerr\u00e9 los ojos y le hice el signo de la cruz en su frente. Le cogimos; estaba totalmente ensangrentado. Nos volvimos a la frontera. Esto es lo que pas\u00f3 ese d\u00eda\u00bb, sentencia Aziawo.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
\u00abNo es nada f\u00e1cil para m\u00ed contar un acontecimiento como este, despu\u00e9s de haberlo vivido tan de cerca; sin embargo, en memoria del Padre C\u00e9sar y por la misi\u00f3n que \u00e9l nos ha confiado y en la que nos anima, me voy a esforzar en hacerlo\u00bb. As\u00ed empieza el testimonio del Padre Fabrice Aziawo sobre […]<\/p>\n","protected":false},"author":3,"featured_media":7940,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_et_pb_use_builder":"","_et_pb_old_content":"","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[364],"tags":[],"class_list":["post-7939","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-actualidad","et-has-post-format-content","et_post_format-et-post-format-standard"],"yoast_head":"\n