{"id":80497,"date":"2022-07-13T09:54:57","date_gmt":"2022-07-13T07:54:57","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=80497"},"modified":"2022-07-13T09:54:57","modified_gmt":"2022-07-13T07:54:57","slug":"como-una-tortuga-en-su-caparazon","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/como-una-tortuga-en-su-caparazon\/","title":{"rendered":"COMO UNA TORTUGA EN SU CAPARAZ\u00d3N"},"content":{"rendered":"
Premio ensayo Ciudad de Ir\u00fan 1979<\/strong><\/p>\n Amigo Javier:<\/p>\n Y me volv\u00ed a presentar al premio \u201cCiudad de Ir\u00fan 1979\u201d\u2026 y lo volv\u00ed a ganar. Parte del a\u00f1o 78 y el 79 y tiempos no tan perdidos del 77 viv\u00ed como una tortuga en su caparaz\u00f3n, seguido desde Madrid por Cosme Robredo, Aureliano Laguna, Jes\u00fas Guerra\u2026<\/p>\n Me repongo de la aventura archiv\u00edstica en Murcia y Cartagena, donde fue a parar el primer obispo de Vitoria, Diego Mariano Alguacil y Rodr\u00edguez<\/em>, antes de fallecer, eje vertebral de mi tesis doctoral, y vuelvo con sus datos al Pa\u00eds Vasco a cazar carlistas, liberales, voluntarios de la Libertad, voluntarios de la Rep\u00fablica y curas trabucaires \u2013tantos\u2013 en las monta\u00f1as de Guipuzkoa, Vizcaya, Navarra y hasta El Maestrazgo, sin dejar de consultar los archivos del obispado de Urgel y hasta de Vic y Tarragona.<\/p>\n – Archivos menores, se\u00f1or doctorando \u2013dijeron \u201clos c\u00e1tedros\u201d en la defensa de tesis.<\/p>\n – \u00bfY los veinticinco de los conventos de clausura?<\/p>\n – Menores, menores\u2026 pero hombre\u2026 y se auto cita adem\u00e1s.<\/p>\n – Se\u00f1or de Coro, carga usted con un copioso equipaje cultural.<\/p>\n – Destaca por su inteligencia y curiosidad, pero necesita usted matizar m\u00e1s a fondo la sociedad vasca.<\/p>\n – Se pone usted de su parte. De una parte y claro\u2026<\/p>\n – Tiene usted la cara llena de ojos poco claros y limpios.<\/p>\n – Parto del documento, se\u00f1or.<\/p>\n – Pero lo adultera.<\/p>\n – Lo contrasto con otros y otros. Y de archivo.<\/p>\n – Su forma de escribir le resta veracidad.<\/p>\n – Le da libertad.<\/p>\n – \u00bfProviene usted de la Gregoriana?<\/p>\n – Claro, sino no estar\u00eda convalidando aqu\u00ed y por libre.<\/p>\n – Los jesuitas. Esos.<\/p>\n – Se\u00f1or equis, yo vengo a defender aqu\u00ed mi doctorado. La Historia, mi historia, no es una manera de huir con las palabras a ning\u00fan lugar, sino de entrar a saco en el ahora, en esto mismo de hoy, para explicar qu\u00e9 sucedi\u00f3 o qu\u00e9 sucede por caminos distintos.<\/p>\n – Se\u00f1or presidente del tribunal, le ruego que el doctorando, se\u00f1or de Coro, no se dirija nunca a m\u00ed, sino a usted o al tribunal in solidum<\/em>.<\/p>\n Desde entonces y a\u00fan antes empec\u00e9 a escribir a mi manera, sin peajes de nadie, reconciliando el relato con la vida (con mi vida, cuando sea posible), amplificando la conciencia del mundo en general y del vasco en particular, jugando con \u00e9l, pein\u00e1ndolo, manteni\u00e9ndolo encendido, escupi\u00e9ndole si es preciso y defendi\u00e9ndole con el documento en la mano; y as\u00ed dando solera y contorno al presente, al ahora, sin escapismos.<\/p>\n Amigo Javier, no fui nunca traidor a mi patria, mi \u00fanica patria, \u201cque es la palabra\u201d, en el di\u00e1logo, en el libro, en el poema, en la homil\u00eda, en el silencio. Como una tortuga en su caparaz\u00f3n.<\/p>\n Total, que perdido un poco en la vida incandescente del tribunal doctorando, me refugi\u00e9 en el \u201cCiudad de Ir\u00fan 1979\u201d, al que me present\u00e9 tambi\u00e9n por libre y con seud\u00f3nimo: Guip\u00fazcoa en la democracia revolucionaria (1868-1876)<\/em>. G\u00e9nesis de nacionalismo vasco, escrito por \u201cAzkoitia<\/em>\u201d.<\/p>\n Vuelvo a tener delante de m\u00ed a las cien gaviotas volando sobre el agua de La Concha, sobre el pulso de la luz indecisa del Hotel Londres e Inglaterra<\/em>, y el rumor del siglo XIX devastado, porque la vida es s\u00f3lo eso, paso y ventana.<\/p>\n Si en el a\u00f1o anterior 1978 me acompa\u00f1aron a recoger el \u201cCastillo 78\u201d, un buen grupo de bachilleres de Salesianos El Paseo<\/em> de Madrid: Fonso, Nacho, Madera, Sebas, C\u00e9sar, Totland, Avello, Juancho, Manolo, Leiva, Casado, Quique, D\u00e1vila, Avi\u00f1\u00f3, Orozco, Neila, Eduardo, Alfredo, Santi, Seraf\u00edn, Guille, Lapastora, Ochoa, Molina, a quienes dediqu\u00e9 el premio y a todo el 3\u00ba de BUP (1978-79), este a\u00f1o lo recog\u00ed, acompa\u00f1ado del afecto de Tellechea Id\u00edgoras, Milagros Bidegain, Sebasti\u00e1n Insausti, P\u00edo Montoya Arizmendi y su hermana, Txomin Aguirre, Jos\u00e9 Luis Arbulu, Jos\u00e9 Mar\u00eda Arrieta.<\/p>\n El ensayo premiado fue para m\u00ed \u201cm\u00fasica y letra a la vez\u201d como lo fue en Israel y en el antiguo Egipto la poes\u00eda, como lo es hoy en el \u00c1frica de la negritud, hoy, Cipr\u00e9s<\/em>, no s\u00f3lo en el fervor de Silos \u2013y de las claras de O\u00f1ate y Azkoitia, Agustinas de Renter\u00eda y Aretxabaleta, benedictinos de Lazkao y Est\u00edbaliz\u2013 \u201cenhiesto surtidor de sombra y sue\u00f1o, que acongojas el cielo con tu lanza\u201d, el poeta Jos\u00e9 Hierro toma de la mano al mism\u00edsimo Lope de Vega para decir: \u201cAbre tus ojos verdes, Marta, que quiero escuchar el mar\u201d. El mar.<\/p>\n El Cant\u00e1brico<\/em> otra vez.<\/p>\n He pasado horas mirando su agua y algunas veces he sentido hacerlo desde el fondo de un ser que no soy yo. Es peor que mirar el fuego. Mucho peor. El mar disuelve enso\u00f1aciones, cielos y otras esperanzas tejidas. Mirar el mar de los vascos aviva la idea de lanzarse. Es irremediable.<\/p>\n Fue uno de tantos d\u00edas que pasan sin m\u00e1s sobre el mar de los vascos y por el Paseo Nuevo de Donostia<\/em>. En tierra firme, en Guadalajara, por ejemplo, en Pastrana, en Brihuega, en Sig\u00fcenza los d\u00edas se resuelven solos, o no se resuelven nunca, pero las soluciones parecen m\u00e1s a mano. No s\u00e9. En medio del Atl\u00e1ntico<\/em>, que a su manera lo es el Cant\u00e1brico, la infinitud desorienta, entorpece, anonada. Las gaviotas y los mascatos juegan en la corriente del aire, al comp\u00e1s un poco perezoso del avance de los barcos pesqueros hacia su nido.<\/p>\n En estos d\u00edas que recojo el \u201cIr\u00fan 1979<\/em>\u201d, el mar est\u00e1 como echado sobre s\u00ed mismo, ondul\u00e1ndose con una pereza taciturna que alienta el desacomodo, la inquietud y aviva algunas supersticiones en hijo de granadina, como las de los aquelarres de brujas en Jaizkibel<\/em>, ah\u00ed cerca en Ondarribia<\/em>.<\/p>\n Ondarribia<\/em>, amigo Javier, ya te hablar\u00e9 de Ondarribia<\/em>.<\/p>\n No he dejado evidencia de haber podido cumplir ning\u00fan sue\u00f1o all\u00ed y sin embargo con mis \u201cpapeles\u201d fotocopiados del Archivo del Ayuntamiento<\/em> podr\u00eda levantar un escenario de vida propia con lo acumulado durante m\u00e1s de treinta a\u00f1os. Con lo que se ve y con lo que se borra. La resignaci\u00f3n es tambi\u00e9n parte de la vida de cualquiera, no s\u00f3lo de los hombres de la mar.<\/p>\n En el barrio de los pescadores habl\u00e9 no s\u00e9 qu\u00e9 d\u00eda con Mart\u00edn de Ugalde<\/em>, gran amigo (siempre me dec\u00eda \u2018eres de los nuestros\u2019) sobre la locura de algunos hombres de mar. Una locura brusca, sin aspavientos de ning\u00fan tipo. Una especie de desquicie lento, acompasado, persistente, que ultraja la mente despacio, muy despacio hasta que la troncha de cuajo: es la locura.<\/p>\n La locura.<\/p>\n La locura en el mar de la costa vasca: Guetaria, Zarauz, Donostia, Ondarribia, Biarritz es una de las m\u00e1s ciegas, porque se construye hacia adentro y es muy dif\u00edcil adivinar cuando descarga. Llevo una semana de premio \u201cIr\u00fan 1979<\/em>\u201d y de mar Cant\u00e1brico<\/em>, en Paseo Nuevo<\/em> de Urgull.<\/p>\n Una realidad desportillada m\u00e1s.<\/p>\n Un premio incalculable de intemperie este \u201cIr\u00fan 1979<\/em>\u201d.<\/p>\n D\u00edas y noches, desde el Hotel Londres e Inglaterra<\/em>, donde el estertor del agua contra las rocas es un presagio desproporcionado: Humea la sospecha del fin del mundo, de mi corta vida. Pero me mantengo en pie, porque mi gran asunto no es vencer a nadie (c\u00e1tedros, envidiosos, chismosos, cantama\u00f1anas), sino negar la vulnerabilidad; y desarrollo como ant\u00eddoto un humor espont\u00e1neo y surrealizante, creyendo que es otra cosa.<\/p>\n Como una tortuga en su caparaz\u00f3n.<\/p>\n Vivir como una tortuga en su caparaz\u00f3n.<\/p>\n Todos llevamos pasado que no se ve.<\/p>\n Todos iniciamos conversaciones que no se rematan nunca y que resolvemos con suma urgencia: o con suspiros de portera o con piadosas jaculatorias de c\u00e1taros.<\/p>\n Amigo Javier, la peripecia de mis dos \u201cIr\u00fan\u201d<\/em>, el del 1978 y el del 1979, resume un arranque de escritor del que es f\u00e1cil deducir miedos, peligros, desconciertos, alguna humillaci\u00f3n, hasta alg\u00fan desprecio. De las cicatrices que empezaron a cruzar el coraz\u00f3n y los dedos de la mano derecha, con la que escribo hasta hoy, no digo nada. La discreci\u00f3n es un escudo de un \u201chombre de bien\u201d, el \u201cEspaniard<\/em>\u201d del siglo XIV, que dec\u00edan los ingleses. M\u00e1s, es el escudo de un ni\u00f1o de posguerra de Lavapi\u00e9s, recriado en sus calles, tabernas, familias, iglesias. El Retiro<\/em>.<\/p>\n – \u00bfProviene usted de la Gregoriana?<\/p>\n – Claro, sino no estar\u00eda aqu\u00ed convalidando y por libre.<\/p>\n – Los jesuitas. Esos.<\/p>\n Que verdad es que la biograf\u00eda de cada quien ni es noble, ni buena, ni tan sagrada. La biograf\u00eda est\u00e1 hecha de da\u00f1os. Da\u00f1os que todo ser humano puede soportar, aunque no siempre entienda. Da\u00f1os que, como una tortuga en su caparaz\u00f3n, puede resistir con resignaci\u00f3n. Es parte de su fatalidad. Lo siento. Pienso, como la tortuga, que a\u00fan hoy podr\u00eda empezar de cero.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Premio ensayo Ciudad de Ir\u00fan 1979 Amigo Javier: Y me volv\u00ed a presentar al premio \u201cCiudad de Ir\u00fan 1979\u201d\u2026 y lo volv\u00ed a ganar. 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