La fe cristiana de Art\u00e9mides tiene su inicio con su bautismo en Boretto, Reggio Emilia, Italia, en la bas\u00edlica de San Marcos, el mismo d\u00eda de su nacimiento el 12 de octubre de 1880.<\/p>\n
En 1897 la familia Zatti-Vecchi emigra a Argentina para emprender una nueva vida. Llegan a Bah\u00eda Blanca, donde el t\u00edo Luis les prepara un hogar y la posibilidad de trabajo. Durante los fines de semana se acercaban a la parroquia Nuestra Se\u00f1ora de la Merced, atendida por los salesianos. All\u00ed Art\u00e9mides pudo profundizar su fe en Jes\u00fas y conocer a Don Bosco. Con ese testimonio decidi\u00f3 ser salesiano.<\/p>\n
Viaj\u00f3 a Bernal para comenzar el aspirantado salesiano, donde estudi\u00f3 y trabaj\u00f3 con entusiasmo. Lamentablemente contrajo tuberculosis al cuidar a un salesiano afectado por esa enfermedad. El contagio fue inevitable. No obstante, \u00e9l sigui\u00f3 adelante.<\/p>\n
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Viaj\u00f3 a Viedma para apaciguar los dolores de su enfermedad. All\u00ed conoci\u00f3 al padre Evasio Garrone, dedicado a la medicina, que le invit\u00f3 a realizar una promesa a Mar\u00eda Auxiliadora para lograr su curaci\u00f3n, con el compromiso de dedicar su vida al cuidado de los enfermos del incipiente Hospital San Jos\u00e9 de Viedma. La frase de Art\u00e9mides fue categ\u00f3rica: \u201cCre\u00ed, promet\u00ed y san\u00e9\u201d, como quedaron escritas el 3 de mayo de 1915 en el peri\u00f3dico Flores del Campo<\/em>.<\/p>\n Creer en la intercesi\u00f3n de Mar\u00eda para su curaci\u00f3n fue un acto de fe sencilla, lleno de amor filial. Prometer fue un acto valiente para confiar en la Providencia y dedicarse a la atenci\u00f3n de los enfermos. Sanar fue el resultado del acto de fe y confianza que llev\u00f3 a Art\u00e9mides a quedarse hasta el d\u00eda de su muerte junto a los m\u00e1s necesitados.<\/p>\n \u201cLa oraci\u00f3n era como la respiraci\u00f3n de su alma\u201d<\/strong><\/p>\n Este hecho es el punto de inflexi\u00f3n para entender el enorme trabajo de Art\u00e9mides que podemos apreciar a lo largo de los a\u00f1os vividos en Viedma. Con fe sobrellev\u00f3 la enfermedad y orient\u00f3 su vocaci\u00f3n, a la que nutri\u00f3 diariamente en la uni\u00f3n con Dios, desde las cinco de la ma\u00f1ana hasta las \u00faltimas horas del d\u00eda.<\/p>\n Monse\u00f1or Carlos Mariano P\u00e9rez fue el inspector salesiano durante los \u00faltimos a\u00f1os de Art\u00e9mides. Su testimonio sobre la vida de fe de Zatti demuestra su vida interior:<\/p>\n \u201cAmaba a Dios con todo su coraz\u00f3n, con toda su mente y con toda su fuerza. La oraci\u00f3n era como la respiraci\u00f3n de su alma y estaba convencido que en ella ten\u00eda la omnipotencia de Dios en sus manos\u201d.<\/p>\n \u201cAunque los problemas materiales lo ten\u00edan acuciado y preocupado, siempre antepon\u00eda lo eterno a lo temporal. Conoc\u00eda la Sagrada Escritura y la saboreaba: igualmente la vida de los santos y los tratados de asc\u00e9tica. Sab\u00eda irradiar todo con su ejemplo y con su palabra\u201d.<\/p>\n \u201cEra un verdadero catequista que ofrec\u00eda la imagen del hombre adulto en la fe, capaz de transmitir la fe en Cristo sincera y desinteresada. Los enfermos m\u00e1s pobres, m\u00e1s dif\u00edciles o con enfermedades repugnantes, eran para \u00e9l los verdaderos pararrayos del Hospital San Jos\u00e9. Ten\u00eda bien clara en la mente y en el coraz\u00f3n la frase de Jes\u00fas: \u2018Todo lo que hagan a uno de estos peque\u00f1os, a m\u00ed me lo hacen\u2019 (Mt 24, 40)\u201d.<\/p>\n En una carta de Art\u00e9mides escrita en 1914, desde Viedma a sus familiares de Bah\u00eda Blanca, expresa de modo simple y sencillo los pasos que va dando en su vida de fe. Como nos recuerda Romano Guardini, es la historia de un creyente, en una personalidad concreta. As\u00ed dice la carta:<\/p>\n \u201cRecen por m\u00ed, que tengo mucha necesidad para poder cumplir la misi\u00f3n que el buen Dios en su misericordia infinita se ha dignado confiarme, yo lo hago por ustedes todos los d\u00edas. \u00a1Y con mucho fervor cuando pienso que la vida presente es corta, muy corta! Que de los padecimientos del d\u00eda de ayer no se tiene m\u00e1s recuerdo (dulce recuerdo cuando se sufre por el Se\u00f1or) \u00a1y que el premio que nos espera es grande, muy grande porque es Dios mismo!\u2026 \u00a1A veces me viene una angustia inexplicable cuando pienso que lo podemos perder por culpa nuestra!\u2026 \u00a1Pero armados de fe combatimos la batalla del Se\u00f1or y el Se\u00f1or har\u00e1 que merezcamos una recompensa eterna!\u2026\u201d<\/em> (Cartas de Zatti, N\u00b0 106, Archivo Hist\u00f3rico Salesiano de Argentina Sur, sede Bah\u00eda Blanca).<\/p>\n Aqu\u00ed encontramos su convicci\u00f3n profunda de la experiencia personal de Dios, sabiendo que esta relaci\u00f3n lo lleva a reconocer y a creer en la revelaci\u00f3n divina, un misterio tan grande que sostiene su vida entregada a los m\u00e1s necesitados, sus queridos enfermos: \u201c\u00a1Y que el premio que nos espera es grande, muy grande porque es Dios mismo!<\/p>\n La fe de Art\u00e9mides fue un verdadero gozo, sabiendo que gozar es entrar en el dinamismo de la realidad, en cada instante. Con su fe se comprometi\u00f3 en la vida comunitaria que ten\u00eda forma de hospital, conviviendo con sus hermanos enfermos, pobres y necesitados, los \u00faltimos, los olvidados.<\/p>\n As\u00ed el gozo creci\u00f3 en intensidad. All\u00ed se aloj\u00f3 la alegr\u00eda, la emoci\u00f3n, el placer, el gusto personal de su vocaci\u00f3n. Intensidad fue \u201cuna buena y abundante medida\u201d. Ese fue el dinamismo que mantuvo Art\u00e9mides, creyente y adherido a lo trascendente, que lo llev\u00f3 a la santidad.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El acto vital de la fe es la historia personal del creyente. Si decimos que en la ra\u00edz de la fe est\u00e1 el don de Dios, tambi\u00e9n debemos asegurar que ese don se cobija en una persona. De ese modo, tenemos que conocer qui\u00e9n es la persona y su personalidad, pues all\u00ed reside su fe. 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