La frase que nos ha servido de lema para la campa\u00f1a de este a\u00f1o encierra una nueva forma de ver el mundo, las personas, los valores que rigen la sociedad. Como tantas expresiones de Jes\u00fas, supone un cambio total de perspectiva.<\/p>\n
Cuando la repetimos, podemos hacer un an\u00e1lisis desbravado de la misma, al quedarnos en el \u00e1mbito meramente personal, insistiendo en la necesidad de ayudar a personas con problemas concretos. Esto lo hacemos muy bien, y todo el mundo est\u00e1 de acuerdo en que hay que ayudar a los que sufren, especialmente en momentos fuertes como la Navidad. Entonces nos sentimos satisfechos de haber aportado nuestro granito de arena a mejorar el mundo, y a reclamar la atenci\u00f3n sobre quienes padecen situaciones de pobreza. Esto es el primer paso, y tiene su valor. Pero quiz\u00e1 nos quedamos cortos si nos limitamos a paliar los efectos, ignorando las causas. Proclamar que en el Reino de Dios los \u00faltimos son los primeros, supone cambiar la mirada y dirigirla a las causas que motivan la pobreza, la exclusi\u00f3n, la marginaci\u00f3n, la precariedad. Entonces las cosas se complican:
\nEn primer lugar, entramos en el dominio de lo complejo. Pasamos de la situaci\u00f3n puntual, anecd\u00f3tica, individual, que tan bien se entiende, a preguntarnos sobre pol\u00edticas de vivienda, pol\u00edticas fiscales, leyes laborales, pol\u00edticas energ\u00e9ticas. Y esto no es tan visible.<\/p>\n
En segundo lugar, nos metemos en el complejo mundo de la pol\u00edtica. Al pronunciar esta palabra, a algunos se les arruga el entrecejo. Porque la pol\u00edtica tiene muy malas connotaciones, y todos sabemos por qu\u00e9. Pero la peor tentaci\u00f3n es huir de ella, pensando que es humo de Satan\u00e1s. El papa Benedicto dec\u00eda que \u201cla caridad no solo afecta a las relaciones entre individuos, sino a las relaciones sociales, econ\u00f3micas y pol\u00edticas\u201d. \u00a0Esto no es dif\u00edcil de entender. Uno puede ayudar a una familia sin recursos a pagar el recibo de la electricidad de un invierno riguroso, pero de ah\u00ed se debe pasar inevitablemente a la pregunta por las causas de que tengamos unas de las tarifas el\u00e9ctricas m\u00e1s caras de Europa. De lo contrario nos quedamos a medias.<\/p>\n
Algunos pensar\u00e1n que ya tenemos bastante faena como para meternos en esos l\u00edos. Cierto que nuestras posibilidades de intervenci\u00f3n directa son pocas, pero como educadores tenemos una herramienta poderosa, que es la educaci\u00f3n, como nos lo recuerdan nuestros cap\u00edtulos generales: \u201cLa primera atenci\u00f3n que hay que tener es acompa\u00f1ar a los j\u00f3venes en el conocimiento adecuado de la compleja realidad sociopol\u00edtica. Nos referimos a un estudio serio, sistem\u00e1tico y documentado\u201d. (CGXXIII, 209). Esto tiene que mucho que ver con nuestro trabajo educativo.<\/p>\n
Hace poco, en un encuentro de directores de colegios salesianos, alguien habl\u00f3 sobre la necesidad de \u201cEvangelizar el curriculum\u201d. Esto es, mirar el mundo desde la perspectiva de las v\u00edctimas. El estudio de la historia, de la econom\u00eda, de la ciencia, no se puede hacer adoptando la visi\u00f3n de los dominadores del mundo, que lo est\u00e1n llevando a un desastre social y medioambiental. En ese sentido van las indicaciones del papa Francisco en la \u201cLaudato Si\u2019: No podemos contentarnos con los aspectos personales- indispensables, s\u00ed, pero insuficientes. Hemos de tomar conciencia colectiva de los problemas y promover colectivamente el cambio. Como dice el Papa Francisco en este documento, \u2026 \u201cCuando alguien decide intervenir en las din\u00e1micas sociales debe recordar que eso \u00a0es parte de su espiritualidad, que es ejercicio de la caridad, y que de este modo madura y se santifica\u201d.<\/p>\n
La necesidad de cambiar las estructuras de pecado que aprisionan al mundo y hacen sufrir a los pobres se ve cuanto m\u00e1s cerca se est\u00e1 del sufrimiento. Si pens\u00e1ramos\u00a0que el mundo est\u00e1 bien as\u00ed, y no hace falta cambiarlo, es porque estar\u00edamos demasiado lejos de quienes sufren.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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