En estos tiempos turbulentos en que vuelve a enredarse todo y son muy pocos los que distinguen el socialismo y el liberalismo, creo que no ser\u00e1 mala idea traer a un tipo como Juan el Bautista.<\/p>\n
Hombre muy complejo, de nervios siempre alerta, mirada de \u00e1guila, incorruptible, firme como una roca, hombre universal con la verdad<\/em> en el coraz\u00f3n, el Bautista, se asomaba de puntillas para hablar de \u201cconversi\u00f3n\u201d, cuando estaba ya por encima del bien y del mal y ten\u00eda el respeto de todos: de los que coincid\u00edan con \u00e9l y de los que discrepaban de \u00e9l.<\/p>\n El Precursor quer\u00eda ser m\u00e1s fuerte que el destino ruin.<\/p>\n El Profeta penetraba en una vastedad desconocida: su lengua de fuego. All\u00ed se abrazaban sus propios disc\u00edpulos, mientras \u00e9l rasgaba la memoria y engendraba acerba denuncia.<\/p>\n \u00bfQu\u00e9 fue este Juan Bautista fecundo, l\u00facido, original, claro, transparente, atronador, impenetrable, presente y distante?<\/p>\n – Un tipo como t\u00fa siempre desentona \u2013le increpo.<\/p>\n – La verdad que todo me hac\u00eda pasar por un loco pintoresco, en una sociedad refinada como la m\u00eda. Ir vestido con piel de camello, comer a base de saltamontes y miel silvestre, gritar con vozarr\u00f3n empedernido: \u201cconversi\u00f3n\u201d, \u201cconversi\u00f3n\u201d, ayudaba mucho a ello.<\/p>\n – Pero Jes\u00fas te llam\u00f3: \u201cel mayor hombre nacido de mujer\u201d y fuiste la primera persona que salt\u00f3 de gozo ante la presencia fetal del Mes\u00edas. De vientre a vientre materno, de vida a vida humana fetal t\u00fa y Jes\u00fas os hicisteis un saludo entra\u00f1able.<\/p>\n – La vida humana, amigo Paco, se enrosc\u00f3 desde el principio de la concepci\u00f3n en el coraz\u00f3n de ambos, invit\u00e1ndonos ya a un nuevo viaje que emprendimos cada uno por su lado, con la curiosidad abierta, el esp\u00edritu joven y el \u00e1nimo liberal.<\/p>\n – Al vivir tan rodeado por los paisajes de la tierra y del alma mediterr\u00e1nea, parece que t\u00fa ni el Mes\u00edas tuvierais demasiado trato, si es que tuvisteis alguno.<\/p>\n – Mira, esos cuadros de Murillo y de su escuela, por ejemplo, o la de escultores espa\u00f1oles o iberoamericanos, que nos pintan o esculpen a ambos ni\u00f1os en juegos sagrados, casi casi de auto sacramental, jugando con cruces y con conchas, o \u201csaltando a dola\u201d, no pasan de ser anacronismos po\u00e9ticos, m\u00edsticas fabulaciones, en el pozo de los tiempos perdidos o de culturas sobrepasadas. No s\u00e9.<\/p>\n – Seg\u00fan los evangelios, mantuviste, al parecer, una distancia bastante rara respecto a Jes\u00fas, \u00bfno?<\/p>\n – Dices bien, seg\u00fan los evangelios, pero me bast\u00f3 un simple segundo de apertura<\/em> celestial para proclamarlo mes\u00edas y tener el buen sentido despu\u00e9s de desviar hacia \u00c9l a mis propios seguidores y disc\u00edpulos, con humildad, con sabidur\u00eda, hasta con cierta pedagog\u00eda. O sea. \u201cSi eres t\u00fa el Mes\u00edas o hemos de esperar a otro\u2026\u201d. Y me respondi\u00f3: \u201cId y decid a Juan lo que hab\u00e9is visto\u2026 los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los leprosos quedan limpios, los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia el evangelio\u2026\u201d.<\/p>\n – La libertad fue la espina dorsal de tu vida y de tu predicaci\u00f3n.<\/p>\n – S\u00ed y me entristece el trastorno de la muerte y siento sobre mis hombros el peso de una sola oscuridad.<\/p>\n – Esa lengua de fuego puso en aprieto al mism\u00edsimo Herodes.<\/p>\n Veo ahora a Juan el Bautista, acompa\u00f1ado de disc\u00edpulos, en el suave abatimiento de los d\u00edas, pues cuando se ama ni hay culpa ni hay destino.<\/p>\n – Amigo Paco, resulta dif\u00edcil entender la libertad si de alguna manera no se la relaciona con la verdad, porque es \u00e9sta la que nos hace libres. A Herodes le revolv\u00eda las tripas \u2013\u00bfo el coraz\u00f3n?\u2013 y a su amante y acab\u00f3 como ten\u00eda que acabar: con mi cabeza sobre una fuente de homenaje a la mayor de las estupideces, a la estupidez erotizada.<\/p>\n – Fue una muerte por la dignidad y la verdad \u2013a\u00f1ado.<\/p>\n – Siento la ceniza del tiempo, al escavar en el olvido.<\/p>\n – Recuperamos el tiempo fallecido.<\/p>\n – As\u00ed es, si no, hubiera sido una muerte de opereta. Herodes no daba para m\u00e1s y la bailarina tampoco. Yo le hab\u00eda cogido las vueltas al mundo que hab\u00eda venido, adocenado y borde, pero les vine ancho, como a mi mismo Jes\u00fas de Nazaret nada menos. Pareces alguien al que le gusta saber muchas cosas \u2013me subraya.<\/p>\n – No tanto: ni siquiera s\u00e9 de qu\u00e9 lado de la rebanada unto el queso por las ma\u00f1anas.<\/p>\n Se r\u00ede. Es mucho que el Bautista se r\u00eda.<\/p>\n Pienso y noto c\u00f3mo se ensancha a los lados su boca y le brilla entre los dientes la lengua y me pica la nariz al asomarme a su risa.<\/p>\n El Bautista<\/em> supo convertir el no<\/em> en una amenaza contra el orden establecido. \u201cNo, Herodes, no te es l\u00edcito\u201d. De no haber ocurrido esa negaci\u00f3n puede que vivi\u00e9ramos aceptando la supercher\u00eda del profeta con el falso di\u00e1logo, que no es m\u00e1s que claudicaci\u00f3n. Decir \u201cno\u201d es un incienso \u2013sutil, penetrante, indeleble\u2013 que hace huir a los demonios.<\/p>\n – Dicen los historiadores que te adelantaste a tu tiempo, \u00bfposible?<\/p>\n – Yo creo que ah\u00ed hay que poner la raz\u00f3n de mi fracaso, aparente fracaso.<\/p>\n Creo que como Jes\u00fas, nos hubi\u00e9ramos adelantado a cualquier tiempo, hubi\u00e9ramos desencajado en cualquier \u00e9poca y hubi\u00e9ramos desconcertado en cualquier sociedad. Hoy tambi\u00e9n.<\/p>\n – \u00bfHoy tambi\u00e9n?<\/p>\n – Pues claro. Lo que pasa es que hoy nos hab\u00e9is domesticado.<\/p>\n Hab\u00e9is domesticado el fuego, hab\u00e9is encuadernado a Jes\u00fas y a m\u00ed me hab\u00e9is disecado en cuadros de Caravaggio, Leonardo, Zurbar\u00e1n\u2026 Y as\u00ed estamos los tres: el fuego en llamitas de gas (\u00a1ay, ay, las hogueras de San Juan, tan profusas y contagiosas en Espa\u00f1a!), Jes\u00fas, el Cristo, en crucecitas lujosas y decorativas y a m\u00ed en letras capitulares con bandeja debajo en los c\u00f3dices monacales.<\/p>\n Siento las palabras del Bautista en la ceniza de los siglos y apago la luz del cuerpo tronchado, que penetra el centro de una vida.<\/p>\n Vives ya, profeta, donde muere la muerte. En el reposo de la tierra mojada por la lluvia \u2013amigo Juli\u00e1n S\u00e1nchez, aquellos a\u00f1os de Guada\u2013, yace la fuerza del mundo.<\/p>\n – \u00bfY t\u00fa en qu\u00e9 trabajas? \u2013me suelta de repente.<\/p>\n – Ya soy anciano. Fui siempre obrero de la palabra, en el p\u00falpito, en la tarima, en la c\u00e1tedra, en el libro, en el dise\u00f1o, en la conversaci\u00f3n; he estado a menudo de pie, largas horas de pie diarias para impartir las clases; cuando m\u00e1s joven pasaba ratos de rodillas en cualquier iglesia, recuperaba continuidad del permanente oficio y consum\u00eda tambi\u00e9n pantalones. Me los ajustaba una y otra vez en las r\u00f3tulas o choquezuelas, pero en vano.<\/p>\n – \u00bfC\u00f3mo es la tierra que te gusta, t\u00fa quieres un Sin Tierra<\/em>?<\/p>\n – La que est\u00e1 demasiado a ras del suelo. Esa que espera en los rincones y se desmaya de fecundidad.<\/p>\n Mira, Profeta, para m\u00ed hay dos tipos de tierra. Una tiene el agua por debajo, haces un agujero y sale\u2026 hasta salta. Es tierra f\u00e1cil. Llegu\u00e9 a tener familiaridad con ella en el Valle del Urola, abre de par en par las pupilas, alinea los pensamientos, reverdece los deseos, fructifica los sue\u00f1os. Me acerca a favor del viento, del mar, en Igueldo, Hondarribia, o Donostia.<\/p>\n – Ante esta pregunta te salen m\u00e1s historias que respuestas. Parece.<\/p>\n – \u00bfY el otro tipo de tierra?<\/p>\n – La otra, amigo Precursor<\/em>, depende del cielo, la \u00fanica fuente que tiene; quiz\u00e1, quiz\u00e1, alg\u00fan riachuelo cercano semiseco. Como en Siria, L\u00edbano, Palestina, Israel, donde la soledad es tan encendida y los cipreses son tan altos arbustos de llamas.<\/p>\n – Tierras del cielo seco.<\/p>\n – Suelen ser enjutas, resecas, ladronas, capaces de robarles agua al viento y a la noche, y tan pronto como consiguen un poco, la consumen toda y de una vez en colores retenidos en la m\u00e9dula de las piedras y transmite az\u00facares en los frutos de sus huertas (esos higos, esas brevas), lanzando aromas de descaradas.<\/p>\n – Tierras descaradas.<\/p>\n – La Alcarria<\/em>: Brihuega, Pastrana, Trillo, Cifuentes.<\/p>\n – Tierras de lavandas.<\/p>\n – Tierras descaradas.<\/p>\n – La Mancha<\/em>: Valdepe\u00f1as, Puertollano, Ciudad Real, Yepes.<\/p>\n – Tierras de vides.<\/p>\n – Tierras de cielo seco.<\/p>\n Amigo San Juan Bautista<\/em>, me acerco al incierto final. Imparable, me voy a refugiar en las torpes sombras de la desmemoria o de las memorias selectivas y me confunde la promesa del cielo, que es la vida perdurable (Credo<\/em>), con el desenga\u00f1o, aunque por amor y por curiosidad lo he dado casi todo siempre.<\/p>\n El agua, la tierra y el fuego son tus armas y todav\u00eda hay lugares rupestres donde se veneran manantiales de San Juan, aguas lustrales y alimentadoras. \u201cLavarse y quemarse\u201d: \u201cconversi\u00f3n\u201d, que es revolverse todo por dentro, someterse a revisi\u00f3n permanente y enojosa.<\/p>\n Bien est\u00e1s como referencia este 24 de junio de 2021, pero, por favor, que no te vuelvan a colocar m\u00e1s en pleno banquete de Herodes; desentonas, increpas, raspas, molestas, dices siempre la verdad. Y de la verdad salen las vanguardias y las vacunas (pues act\u00faan contra lo irremediable) y eso tan gastado de ahora que antes \u2013a\u00fan con sentido\u2013 se llamaba libertad.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" En estos tiempos turbulentos en que vuelve a enredarse todo y son muy pocos los que distinguen el socialismo y el liberalismo, creo que no ser\u00e1 mala idea traer a un tipo como Juan el Bautista. 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