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Aunque ha pasado tiempo desde aquel 23 de abril, recuerdo con nitidez los pensamientos tan intensos y desagradables que me acompa\u00f1aron en el hospital.<\/p>\n
Nunca los votos matrimoniales fueron tan representativos para m\u00ed como en el momento en el que mi compa\u00f1ero de vida luchaba por seguir a mi lado en el camino.<\/p>\n
En la salud y en la enfermedad repet\u00eda mi cerebro una y otra vez de manera obsesiva, junto a los pensamientos de culpa, de miedo, revisando c\u00f3mo hab\u00edamos llegado all\u00ed, a ese punto, a esa situaci\u00f3n.<\/p>\n
Nos hab\u00edamos prometido cuidarnos y amarnos, pero en las \u00faltimas semanas, o puedo decir meses, nos hab\u00edamos dejado llevar por la dejadez, el estr\u00e9s, el trabajo, los compromisos familiares y profesionales, las excusas, convirtiendo nuestras vidas en un hurac\u00e1n de emociones del que no sab\u00edamos salir. Los enfados \u201ctontos\u201d afloraban, nos dej\u00e1bamos llevar un c\u00edrculo vicioso que nosotros hab\u00edamos asumido como vida, pero que se alejaban claramente del cuidado, del bienestar y de prestar atenci\u00f3n al otro.<\/p>\n
Fragilidad humana<\/strong><\/p>\n Y de repente, de manera s\u00fabita, la vida rompe esa inercia para que tomemos conciencia de la manera m\u00e1s dolorosa que somos humanos, somos fr\u00e1giles y necesitamos cuidados.<\/p>\n Fue necesario adquirir un compromiso de cuidado que no ha sido algo trivial, con grandes dosis de sentido del humor, tiempo de dedicaci\u00f3n, disponibilidad y buscar espacios de calidad en pareja, en familia y de manera independiente.<\/p>\n En el proceso, las emociones se han convertido en nuestro caballo de batalla. Tuvimos que acompa\u00f1arnos mutuamente en el camino; crear momentos especiales para escucharnos; validar nuestras emociones; facilitar al otro la capacidad de expresar y comprender sin juzgar los altibajos f\u00edsicos y emocionales.<\/p>\n No hubo espacio para el reproche, las culpas, las faltas o el ego\u00edsmo. Aprendimos a comunicarnos, cuidarnos y protegernos con tiempo, paciencia y respeto.<\/p>\n Hemos dado gracias por cada momento, por cada oportunidad, por los peque\u00f1os gestos de cada d\u00eda y por conocer cosas del otro que antes nos pasaban desapercibidas.<\/p>\n Nuestro hijo ha sido testigo de cada paso y cada esfuerzo al que vamos abriendo camino en la cultura del cuidado, del acompa\u00f1amiento, de la comprensi\u00f3n. Como dec\u00eda Don Bosco: \u00a1Cu\u00e1ntas almas se pueden atraer con el buen ejemplo!<\/p>\n El cuidado hacia nosotros mismos y hacia los dem\u00e1s es la mayor muestra de amor y compromiso.<\/p>\n [\/et_pb_text][et_pb_button button_url=\u00bbhttps:\/\/www.salesianos.info\/boletin-salesiano\/\u00bb url_new_window=\u00bbon\u00bb button_text=\u00bbBolet\u00edn Salesiano\u00bb _builder_version=\u00bb4.19.4″ _module_preset=\u00bbdefault\u00bb custom_button=\u00bbon\u00bb button_text_size=\u00bb26px\u00bb button_text_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_bg_color=\u00bb#E02B20″ button_border_width=\u00bb5px\u00bb button_border_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_icon=\u00bb9||divi||400″ button_icon_color=\u00bb#FFFFFF\u00bb button_text_shadow_style=\u00bbpreset1″ button_text_shadow_color=\u00bb#000000″ box_shadow_style=\u00bbpreset2″ box_shadow_color=\u00bb#000000″ global_colors_info=\u00bb{}\u00bb][\/et_pb_button][\/et_pb_column][\/et_pb_row][\/et_pb_section]<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Aunque ha pasado tiempo desde aquel 23 de abril, recuerdo con nitidez los pensamientos tan intensos y desagradables que me acompa\u00f1aron en el hospital. 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Tuvimos que acompa\u00f1arnos mutuamente en el camino; crear momentos especiales para escucharnos; validar nuestras emociones; facilitar al otro la capacidad de expresar y comprender sin juzgar los altibajos f\u00edsicos y emocionales.<\/p> No hubo espacio para el reproche, las culpas, las faltas o el ego\u00edsmo. Aprendimos a comunicarnos, cuidarnos y protegernos con tiempo, paciencia y respeto.<\/p> Hemos dado gracias por cada momento, por cada oportunidad, por los peque\u00f1os gestos de cada d\u00eda y por conocer cosas del otro que antes nos pasaban desapercibidas.<\/p> Nuestro hijo ha sido testigo de cada paso y cada esfuerzo al que vamos abriendo camino en la cultura del cuidado, del acompa\u00f1amiento, de la comprensi\u00f3n. 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