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El 1 de febrero, un d\u00eda despu\u00e9s de la solemnidad a San Juan Bosco, viv\u00ed una ma\u00f1ana muy especial. Tuve los permisos necesarios para acercarme al Instituto Penitenciario de Menores \u201cFerranti Aporti\u201d en Tur\u00edn. Para quienes conocemos los primeros a\u00f1os del joven sacerdote Juan Bosco, sabemos lo que signific\u00f3 sus visitas a la c\u00e1rcel de la \u201cLa Generala\u201d, acompa\u00f1ado de su maestro espiritual don Cafasso. Fue tan grande el impacto que tales visitas dejaron en su alma que prometi\u00f3 al Se\u00f1or que har\u00eda todo lo posible para que los muchachos no llegaran a ese lugar. As\u00ed naci\u00f3 el oratorio y el Sistema Preventivo. Mi visita fue hist\u00f3rica, porque ning\u00fan Rector Mayor hab\u00eda entrado en este lugar desde que lo hiciera Don Bosco.<\/p>\n
Pues bien, en ese mismo lugar estuve con un grupo de j\u00f3venes. Pis\u00e9 aquella galer\u00eda que tiene la arquitectura de los tiempos de Don Bosco. Es la misma, y est\u00e1 muy bien conservada. All\u00ed hay una placa grande en una de las paredes que recuerda sus visitas a los j\u00f3venes encarcelados.<\/p>\n
El salesiano don Silvano, capell\u00e1n del centro, me estaba esperando. Tambi\u00e9n estaban todos los novicios salesianos, 18 j\u00f3venes que van todas las semanas a encontrarse con los internos del Instituto Penitenciario, en una iniciativa que han llamado \u201cEl patio detr\u00e1s de las rejas\u201d. Tambi\u00e9n estaban los educadores y educadoras que acompa\u00f1an el d\u00eda a d\u00eda de esos j\u00f3venes. A mi llegada, varios de ellos estaban en el pasillo y otros en un sal\u00f3n que se usa para actividades art\u00edsticas. Salud\u00e9 personalmente a cada uno.<\/p>\n
Les habl\u00e9 de m\u00ed mismo, de mi origen y nacionalidad. Les pregunt\u00e9 por la suya y algunos quisieron dec\u00edrmela. Les pude decir lo que conoc\u00eda del pa\u00eds de cada uno y cu\u00e1ndo los visit\u00e9. Y sent\u00eda que la comunicaci\u00f3n era posible. Anteriormente tres novicios hab\u00edan representado una peque\u00f1a escena de la vida de Don Bosco. Seguidamente me dieron la palabra y tambi\u00e9n dieron la oportunidad a que los j\u00f3venes me hicieran tres o cuatro preguntas. As\u00ed fue. Me preguntaron qui\u00e9n era Don Bosco para m\u00ed, por qu\u00e9 era salesiano, qu\u00e9 sent\u00eda al vivir lo que vivo y por qu\u00e9 hab\u00eda venido a visitarlos.<\/p>\n
Despu\u00e9s de estos di\u00e1logos, los educadores nos invitaron a compartir el almuerzo: un trozo de pizza en una sala m\u00e1s grande. Ah\u00ed nos dirigimos todos\u2026 j\u00f3venes, educadores, novicios y salesianos. Nos hicimos varias fotograf\u00edas, porque as\u00ed lo ped\u00edan esos muchachos (naturalmente para \u2018uso interno\u2019, para ellos como recuerdo); uno de los j\u00f3venes me regal\u00f3 una camiseta deportiva que hab\u00eda sido serigrafiada por \u00e9l.<\/p>\n
En un momento, un joven me dijo si pod\u00eda hacerme una pregunta que no quiso hacer en p\u00fablico. Le dije que s\u00ed, pero en ese momento me interrumpieron varias veces. Cuando lo busqu\u00e9 ya no estaba all\u00ed cerca. En cuanto me qued\u00e9 libre lo busqu\u00e9 de nuevo con la mirada, lo reconoc\u00ed, me acerqu\u00e9 a \u00e9l y le dije si pod\u00eda responder a su pregunta. Nos separamos un poco del gran grupo para dar a entender que no pod\u00edan interrumpirnos y le habl\u00e9 con sinceridad. Me pregunt\u00f3: \u201c\u00bfPara qu\u00e9 me sirve estar aqu\u00ed?\u201d. Yo le dije: \u201cCreo con sinceridad que para nada y para mucho. Para nada porque la c\u00e1rcel, el internamiento no puede ser meta ni lugar de llegada, sino de paso. Pero \u2013a\u00f1ad\u00ed\u2013, creo que te servir\u00e1 para mucho, porque te ayudar\u00e1 a decidir que aqu\u00ed ya no quieres volver, que tienes posibilidades en otro futuro mejor, que despu\u00e9s de unos meses aqu\u00ed est\u00e1 la posibilidad de ir a alguna de las comunidades de acogida que nosotros los salesianos tenemos\u201d.<\/p>\n
En cuanto dije eso el joven a\u00f1adi\u00f3, sin dejarme terminar: \u201cYo quiero eso, yo necesito eso, porque he estado en el lugar equivocado y con gente equivocada\u201d. Le pregunt\u00e9 si me daba permiso para decirle al capell\u00e1n que ten\u00edamos que movernos para pensar en el futuro para \u00e9l y para otros, y me dijo que s\u00ed. As\u00ed lo hice. Hablamos. Hablaron. Y me di cuenta de lo cierto que es eso que Don Bosco nos dec\u00eda, que en el coraz\u00f3n de cada joven siempre hay semillas de bondad. Ese joven, y otros muchos que conoc\u00ed, son totalmente \u2018recuperables\u2019 si tienen la oportunidad adecuada, despu\u00e9s de los errores cometidos. Y entend\u00ed mejor que nunca lo que pudo sentir Don Bosco, su joven y apasionado coraz\u00f3n al ver a aquellos j\u00f3venes de la \u201cLa Generala\u201d all\u00ed encerrados.<\/p>\n
Al final del tiempo establecido me desped\u00ed, uno de los j\u00f3venes se me acerc\u00f3 y me dijo: \u201c\u00bfCu\u00e1ndo vuelves?\u201d. Me conmov\u00ed, le sonre\u00ed y le dije: \u201cLa pr\u00f3xima vez que me invit\u00e9is, aqu\u00ed me tendr\u00e9is y mientras tanto yo os espero, como Don Bosco, en Valdocco\u201d.<\/p>\n
Esto fue lo que viv\u00ed este d\u00eda. Amigos y amigas del Bolet\u00edn Salesiano, tambi\u00e9n hoy es posible llegar al coraz\u00f3n de cada joven. A\u00fan en las mayores dificultades, es posible mejorar, es posible cambiar para vivir honestamente. Don Bosco lo sab\u00eda y empe\u00f1\u00f3 en eso toda su vida.<\/p>\n
Recibid mi cordial saludo y mis mejores deseos.<\/p>\n
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Amigos y amigas lectores del Bolet\u00edn Salesiano de Don Bosco. Cuando en sinton\u00eda y comuni\u00f3n con el mismo Don Bosco intento escribir esta p\u00e1gina para quienes os sent\u00eds c\u00f3modos con el carisma de Don Bosco, o para quienes dese\u00e1is conocerlo y conocer m\u00e1s lo que se hace en el nombre de Jes\u00fas con el estilo de este gran Padre y Maestro de los j\u00f3venes que ha sido San Juan Bosco. Al mismo tiempo, hace tan s\u00f3lo una hora, asist\u00ed al sepelio por el Papa em\u00e9rito Benedicto XVI.<\/p>
Fue \u00e9l mismo quien un a\u00f1o despu\u00e9s de iniciar su servicio como Pont\u00edfice, escribi\u00f3 la magn\u00edfica Enc\u00edclica Deus caritas est, y, en ella, esta afirmaci\u00f3n que me parece como la esencia de magn\u00edfica fragancia del pensamiento cristiano. Y dice as\u00ed:<\/p>
\u201cNo se comienza a ser cristiano por una decisi\u00f3n \u00e9tica o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientaci\u00f3n decisiva\u201d (Deus caritas est, 1). Ciertamente esa Persona es Jesucristo. Y a partir de esa afirmaci\u00f3n Benedicto XVI nos deja afirmaciones como \u00e9stas:<\/p>
En unas pocas frases, s\u00f3lidas y densas, hay toda una ense\u00f1anza cristiana que dista mucho de ser una \u2018moralina\u2019 o sea una normativa de cosas fr\u00edas y r\u00edgidas carentes de vida. La vida cristiana es, ante todo, Encuentro de verdad con Dios.<\/p>
Y por eso he afirmado en el t\u00edtulo de esta p\u00e1gina que, en mi opini\u00f3n y profunda convicci\u00f3n, hay mucha m\u00e1s \u2018sed de Dios\u2019 de lo que nos imaginamos, de lo que parece. Y no es que yo quiera cambiar las estad\u00edsticas de estudios sociol\u00f3gicos, o dibujar una realidad ficticia. Ciertamente no lo pretendo, pero s\u00ed deseo dejar en evidencia que en el vis a vis, en el \u2018cara a cara\u2019 en el encuentro con la vida real de tantas personas, de tantos padres y madres, de tantas familias, de tantos adolescentes y j\u00f3venes, lo que se encuentra, tantas veces, es una vida no f\u00e1cil, una vida que cada d\u00eda hay que cuidar, unas relaciones humanas en las que se desea y necesita amor y que hay que cuidar en cada peque\u00f1o gesto, en cada peque\u00f1o detalle, en cada acci\u00f3n. Y en ese vis a vis, se percibe tanta necesidad de escucha, de di\u00e1logo gratuito y libre, de encuentros personales que no juzgan y no condenan, y tanta necesidad de silencio y de presencia en Dios.<\/p>
Lo digo muy convencido. Aqu\u00ed mismo, en Tur\u00edn-Valdocco donde me encuentro, me sorprende y llena tambi\u00e9n de alegr\u00eda que un grupo de j\u00f3venes tengan la iniciativa de invitar a otros j\u00f3venes y personas para una hora de presencia, silencio y oraci\u00f3n ante Jes\u00fas Eucarist\u00eda, es decir, una hora de adoraci\u00f3n eucar\u00edstica, y cien personas \u2013tantos de ellos j\u00f3venes\u2013 responden a la cita. O en Roma, en el Sacro Cuore nos encontr\u00e1bamos los jueves en la noche, y j\u00f3venes y matrimonios j\u00f3venes, algunos con sus beb\u00e9s, y tambi\u00e9n novios se hac\u00edan presentes en tal momento porque sent\u00edan que sus vidas necesitaban de ese encuentro con una Persona que da sentido a nuestras vidas.<\/p>
Y esto que cito como ejemplo lo he ido viviendo en tantas naciones y lugares. Por eso con esta p\u00e1gina invito a lo mismo que har\u00edan Don Bosco. \u00c9l no dudaba ni un instante en ofrecer a sus muchachos la experiencia de encuentro con Jes\u00fas. Y ese Dios que es presencia, que es Dios-con-nosotros, como hemos celebrado en la Navidad, sigue siendo el mismo que llama, que invita, que da sosiego en cada encuentro personal, en cada momento de descanso en \u00c9l. \u00bfNo suceder\u00e1 quiz\u00e1 que Jes\u00fas sigue siendo el mismo que desea encontrarse hoy con todos nosotros y otros muchos m\u00e1s, y en cambio nos da verg\u00fcenza y miedo transitar por este camino? \u00bfNo suceder\u00e1 quiz\u00e1 que muchos de nosotros no nos atrevemos a invitar a otros a vivir lo que estamos viviendo y que se nos ha regalado y ofrecido gratuitamente? \u00bfNo suceder\u00e1 que como nos dicen que nada de esto es moda, es actual, nos creemos estos mensajes negativos y perdemos la fuerza de testimoniar que algunos de nosotros, o quiz\u00e1 muchos seguimos gozando de cada encuentro personal con quien es el Se\u00f1or de la vida?<\/p>
El Papa Em\u00e9rito que se ha ido estaba convencido de que su vida y su fe era \u2018tan s\u00f3lo\u2019 y esto es grandioso, un encuentro con su Se\u00f1or, y as\u00ed lo despidi\u00f3 el papa Francisco en las \u00faltimas palabras de su homil\u00eda: \u201cBenedicto, fiel amigo del Esposo, que tu gozo sea perfecto al o\u00edr definitivamente y para siempre su voz\u201d.<\/p>
Pues sigamos promoviendo, amigos y amigas, aquellos encuentros de Vida que nos dan profunda vida, puesto que hay m\u00e1s \u2018sed de Dios\u2019 de lo que se dice, de lo que se hace creer.<\/p>
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