{"id":95798,"date":"2023-03-28T10:15:03","date_gmt":"2023-03-28T08:15:03","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=95798"},"modified":"2023-03-28T10:15:12","modified_gmt":"2023-03-28T08:15:12","slug":"la-sastreria-de-castelnuovo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/la-sastreria-de-castelnuovo\/","title":{"rendered":"La sastrer\u00eda de Castelnuovo"},"content":{"rendered":"
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Yo era la mejor sastrer\u00eda de la contornada. Cuando me enter\u00e9 de que \u00e9l me abandonaba, no pude reprimir un sentimiento de frustraci\u00f3n. \u00a1Hab\u00eda puesto tantas ilusiones en aquel joven aprendiz llegado del caser\u00edo de I Becchi\u2026! \u00bfPor qu\u00e9 aquella decisi\u00f3n?<\/p>\n
Sumergida en el desenga\u00f1o, record\u00e9 cuando nos conocimos. Ante los ojos asombrados de aquel campesino de quince a\u00f1os, llegado para trabajar de aprendiz de sastre mientras estudiaba en la escuela de Castelnuovo, hab\u00eda desplegado todas mis riquezas y secretos. La colecci\u00f3n de bobinas ordenadas por colores y el fr\u00e1gil hilo de hilvanar. Las reglas de madera para dise\u00f1ar patrones. Las largas tijeras\u2026 Me fue f\u00e1cil impresionar a aquel chaval para quien el mundo de la sastrer\u00eda terminaba en el costurero de su madre.<\/p>\n
\u00c9l tambi\u00e9n me tom\u00f3 cari\u00f1o. No cesaba de cantar a d\u00fao con mi due\u00f1o, el se\u00f1or Giovanni Roberto, maestro en sastrer\u00eda y m\u00fasico del coro parroquial. Mientras trabajaban, hilvanaban canciones que flotaban como tejidos transparentes.<\/p>\n
El aprendiz Juan Bosco tambi\u00e9n estudiaba todo lo que pod\u00eda, a pesar de los deficientes maestros de aquella escuela rural perdida entre campos de ma\u00edz y vi\u00f1edos.<\/p>\n
A las pocas semanas, Juan Bosco ya hilvanaba. Abr\u00eda ojales. Alisaba las prendas con las planchas de hierro hueco rellenas de tizones encendidos. Rayaba y cortaba patrones\u2026 Cuando el due\u00f1o le propuso un trabajo fijo como oficial de sastrer\u00eda, mi imaginaci\u00f3n forj\u00f3 un futuro cuajado de proyectos junto a \u00e9l. Me vi convertida en sastrer\u00eda de post\u00edn. Pero \u00e9l march\u00f3. Y yo regres\u00e9 al silencio torpe de los aprendices mediocres. Resignada, le olvid\u00e9.<\/p>\n
Pasaron muchos a\u00f1os. Un buen d\u00eda, alguien relat\u00f3 entre mis paredes la historia de un aprendiz de sastre que lleg\u00f3 a ser sacerdote y gast\u00f3 su vida con los chicos pobres de Tur\u00edn. Me llen\u00e9 de orgullo. Y comprend\u00ed que \u00e9l nunca me olvid\u00f3. \u00a1Siempre trabaj\u00f3 como un buen \u201csastre\u201d! Remend\u00f3 las heridas que la vida desgarra en los corazones de los chicos explotados. Confeccion\u00f3 trajes de dignidad para convertir a los j\u00f3venes obreros en \u201chonrados ciudadanos\u201d. Planch\u00f3 y alis\u00f3 las arrugas que dejan los defectos y los pecados\u2026 Hilvan\u00f3 camisas de futuro para que sus sacerdotes pudieran ir \u201cen mangas de camisa\u201d entre los muchachos…<\/p>\n
En el momento de entregar su vida, el doctor le dijo: \u201cDon Bosco, usted es como un traje muy gastado\u2026\u201d. Fue entonces cuando Dios le regal\u00f3 un traje nuevo de luz, de los que se confeccionan en las sastrer\u00edas del cielo.<\/p>\n
\nNota.<\/em> 1830. Mientras el joven Juan Bosco asiste a la escuela p\u00fablica de Castelnuovo, trabaja como aprendiz en la sastrer\u00eda de Gianni Roberto. El due\u00f1o le ofrece un puesto de trabajo como sastre. (M.O. 1\u00aa D\u00e9cada, 4).<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n
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Yo era la mejor sastrer\u00eda de la contornada. Cuando me enter\u00e9 de que \u00e9l me abandonaba, no pude reprimir un sentimiento de frustraci\u00f3n. \u00a1Hab\u00eda puesto tantas ilusiones en aquel joven aprendiz llegado del caser\u00edo de I Becchi\u2026! \u00bfPor qu\u00e9 aquella decisi\u00f3n?<\/p>
Sumergida en el desenga\u00f1o, record\u00e9 cuando nos conocimos. Ante los ojos asombrados de aquel campesino de quince a\u00f1os, llegado para trabajar de aprendiz de sastre mientras estudiaba en la escuela de Castelnuovo, hab\u00eda desplegado todas mis riquezas y secretos. La colecci\u00f3n de bobinas ordenadas por colores y el fr\u00e1gil hilo de hilvanar. Las reglas de madera para dise\u00f1ar patrones. Las largas tijeras\u2026 Me fue f\u00e1cil impresionar a aquel chaval para quien el mundo de la sastrer\u00eda terminaba en el costurero de su madre.<\/p>
\u00c9l tambi\u00e9n me tom\u00f3 cari\u00f1o. No cesaba de cantar a d\u00fao con mi due\u00f1o, el se\u00f1or Giovanni Roberto, maestro en sastrer\u00eda y m\u00fasico del coro parroquial. Mientras trabajaban, hilvanaban canciones que flotaban como tejidos transparentes.<\/p>
El aprendiz Juan Bosco tambi\u00e9n estudiaba todo lo que pod\u00eda, a pesar de los deficientes maestros de aquella escuela rural perdida entre campos de ma\u00edz y vi\u00f1edos.<\/p>
A las pocas semanas, Juan Bosco ya hilvanaba. Abr\u00eda ojales. Alisaba las prendas con las planchas de hierro hueco rellenas de tizones encendidos. Rayaba y cortaba patrones\u2026 Cuando el due\u00f1o le propuso un trabajo fijo como oficial de sastrer\u00eda, mi imaginaci\u00f3n forj\u00f3 un futuro cuajado de proyectos junto a \u00e9l. Me vi convertida en sastrer\u00eda de post\u00edn. Pero \u00e9l march\u00f3. Y yo regres\u00e9 al silencio torpe de los aprendices mediocres. Resignada, le olvid\u00e9.<\/p>
Pasaron muchos a\u00f1os. Un buen d\u00eda, alguien relat\u00f3 entre mis paredes la historia de un aprendiz de sastre que lleg\u00f3 a ser sacerdote y gast\u00f3 su vida con los chicos pobres de Tur\u00edn. Me llen\u00e9 de orgullo. Y comprend\u00ed que \u00e9l nunca me olvid\u00f3. \u00a1Siempre trabaj\u00f3 como un buen \u201csastre\u201d! Remend\u00f3 las heridas que la vida desgarra en los corazones de los chicos explotados. Confeccion\u00f3 trajes de dignidad para convertir a los j\u00f3venes obreros en \u201chonrados ciudadanos\u201d. Planch\u00f3 y alis\u00f3 las arrugas que dejan los defectos y los pecados\u2026 Hilvan\u00f3 camisas de futuro para que sus sacerdotes pudieran ir \u201cen mangas de camisa\u201d entre los muchachos...<\/p>
En el momento de entregar su vida, el doctor le dijo: \u201cDon Bosco, usted es como un traje muy gastado\u2026\u201d. Fue entonces cuando Dios le regal\u00f3 un traje nuevo de luz, de los que se confeccionan en las sastrer\u00edas del cielo.<\/p>
Nota.<\/em> 1830. Mientras el joven Juan Bosco asiste a la escuela p\u00fablica de Castelnuovo, trabaja como aprendiz en la sastrer\u00eda de Gianni Roberto. El due\u00f1o le ofrece un puesto de trabajo como sastre. (M.O. 1\u00aa D\u00e9cada, 4).<\/em><\/p><\/blockquote>","_et_gb_content_width":"","footnotes":""},"categories":[362,368],"tags":[3785,3603,3783,3337,3784,3782,3323],"class_list":["post-95798","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-blogs","category-las-cosas-de-don-bosco","tag-aprendiz","tag-castelnuovo","tag-gianni-roberto","tag-juan-bosco","tag-sastre","tag-sastreria","tag-trabajo","et-doesnt-have-format-content","et_post_format-et-post-format-standard"],"yoast_head":"\n
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