{"id":96546,"date":"2023-04-11T08:44:04","date_gmt":"2023-04-11T06:44:04","guid":{"rendered":"https:\/\/salesianos.info\/?p=96546"},"modified":"2023-04-11T08:44:12","modified_gmt":"2023-04-11T06:44:12","slug":"la-primavera-ha-venido","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/salesianos.info\/blog\/la-primavera-ha-venido\/","title":{"rendered":"La primavera ha venido\u2026"},"content":{"rendered":"
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Pero he aqu\u00ed que llega la primavera y la vida explota: las ventanas se abren, los \u00e1rboles echan nuevos brotes, las nieves se derriten y llenamos de nuevo los parques y jardines, las calles y las plazas. Los bares reinstalan sus terrazas para favorecer los encuentros humanos amistosos.<\/p>\n
Pero, \u00a1ojo!, ni el invierno es todo negro ni la primavera toda color de rosa. Si la vida brota a borbotones en primavera, es porque el invierno ha trabajado pacientemente las semillas que deb\u00edan pudrirse para acabar dando frutos. Es gracias al letargo invernal como la vida acumula fuerza y potencia para estallar en primavera; y en esta hermosa estaci\u00f3n habr\u00e1 que estar atentos, porque las malas hierbas crecen junto con el grano; es obligaci\u00f3n nuestra hacer lo posible por minimizar el da\u00f1o\u2026<\/p>\n
\u00bfNo es este pasaje del invierno a la primavera una met\u00e1fora de lo que la Iglesia vive en nuestro tiempo\u2026 y quiz\u00e1s desde siempre? Algunos miran a la Iglesia de nuestros d\u00edas y la encuentran no solo aletargada y dormida, sino azotada por ciclones y tornados que la destruyen y ponen en peligro incluso su permanencia; esa mirada descubre una Iglesia invernal. Otros preferimos ver aqu\u00ed y all\u00e1 brotes verdes y realizaciones clamorosas de la gracia en personas e instituciones: es una Iglesia primaveral. Habr\u00e1 que compaginar ambas miradas, porque las dos reflejan, complementariamente, una misma realidad, una realidad pascual.<\/p>\n
S\u00ed, aunque la imagen sea un poco simplista, el binomio invierno-primavera puede identificarse con el de Cuaresma-Pascua, al menos en nuestro hemisferio norte, que en el sur es otro cantar. En nuestro ambiente, pasar del invierno a la primavera es como pasar de la muerte a la vida: \u00a1y en eso consiste la Pascua, que ya se acerca!<\/p>\n
Toda nuestra vida cristiana debe ser \u201cpascual\u201d, movida por el dinamismo que brota de la muerte y resurrecci\u00f3n de Jesucristo: \u00a1\u00c9l es nuestra Pascua!
\nBuena y santa\u2026 Semana Santa. \u00a1Feliz y plet\u00f3rica Pascua!
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Estamos ya en primavera. Como casi siempre, hemos tenido un invierno variado y dif\u00edcil de calificar. Para algunos, ha sido seco hasta el punto de no asegurar unas buenas cosechas en los pr\u00f3ximos meses; en otras partes, ha tra\u00eddo tormentas, inundaciones y lluvias catastr\u00f3ficas. Para todos, la estaci\u00f3n invernal ha tenido connotaciones, por el fr\u00edo, de encerramiento, de clausura, de repliegue sobre nosotros mismos y de un cierto letargo\u2026<\/p>
Pero he aqu\u00ed que llega la primavera y la vida explota: las ventanas se abren, los \u00e1rboles echan nuevos brotes, las nieves se derriten y llenamos de nuevo los parques y jardines, las calles y las plazas. Los bares reinstalan sus terrazas para favorecer los encuentros humanos amistosos.<\/p>
Pero, \u00a1ojo!, ni el invierno es todo negro ni la primavera toda color de rosa. Si la vida brota a borbotones en primavera, es porque el invierno ha trabajado pacientemente las semillas que deb\u00edan pudrirse para acabar dando frutos. Es gracias al letargo invernal como la vida acumula fuerza y potencia para estallar en primavera; y en esta hermosa estaci\u00f3n habr\u00e1 que estar atentos, porque las malas hierbas crecen junto con el grano; es obligaci\u00f3n nuestra hacer lo posible por minimizar el da\u00f1o\u2026
\u00bfNo es este pasaje del invierno a la primavera una met\u00e1fora de lo que la Iglesia vive en nuestro tiempo\u2026 y quiz\u00e1s desde siempre? Algunos miran a la Iglesia de nuestros d\u00edas y la encuentran no solo aletargada y dormida, sino azotada por ciclones y tornados que la destruyen y ponen en peligro incluso su permanencia; esa mirada descubre una Iglesia invernal. Otros preferimos ver aqu\u00ed y all\u00e1 brotes verdes y realizaciones clamorosas de la gracia en personas e instituciones: es una Iglesia primaveral. Habr\u00e1 que compaginar ambas miradas, porque las dos reflejan, complementariamente, una misma realidad, una realidad pascual.<\/p>
S\u00ed, aunque la imagen sea un poco simplista, el binomio invierno-primavera puede identificarse con el de Cuaresma-Pascua, al menos en nuestro hemisferio norte, que en el sur es otro cantar. En nuestro ambiente, pasar del invierno a la primavera es como pasar de la muerte a la vida: \u00a1y en eso consiste la Pascua, que ya se acerca!<\/p>
Toda nuestra vida cristiana debe ser \u201cpascual\u201d, movida por el dinamismo que brota de la muerte y resurrecci\u00f3n de Jesucristo: \u00a1\u00c9l es nuestra Pascua!
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